{"id":3318,"date":"2022-09-05T22:54:59","date_gmt":"2022-09-06T05:54:59","guid":{"rendered":"https:\/\/www.despertarmagia.com\/aztecas-limpios-espanoles-sucios\/"},"modified":"2022-09-05T22:54:59","modified_gmt":"2022-09-06T05:54:59","slug":"aztecas-limpios-espanoles-sucios","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.despertarmagia.com\/aztecas-limpios-espanoles-sucios\/","title":{"rendered":"Aztecas limpios, espa\u00f1oles sucios"},"content":{"rendered":"
Foto 1: Algunas de las ‘chinampas’ restantes, Xochimilco, cerca de la Ciudad de M\u00e9xico (Haga clic en la imagen para ampliar)<\/p>\n
Muchas cosas sobre la civilizaci\u00f3n azteca asombraron a los conquistadores espa\u00f1oles, incluido su sistema agr\u00edcola intensivo y altamente productivo de chinampas<\/span> o ‘jardines flotantes’ (Imagen 1), y el tama\u00f1o y sofisticaci\u00f3n de su gran ciudad Tenochtitlan (Imagen 2). En una \u00e9poca en Europa en la que la limpieza de calles era casi inexistente y la gente vaciaba sus orinales desbordados en las calles como una cuesti\u00f3n de rutina, los aztecas emplearon a mil limpiadores de servicios p\u00fablicos para barrer y regar sus calles diariamente, construyeron ba\u00f1os p\u00fablicos en cada barrio, y transportaban desechos humanos en canoas para utilizarlos como fertilizante.<\/p>\n Foto 2: La ciudad de Tenochtitl\u00e1n – pintura de Luis Covarrubias, Museo Nacional de Antropolog\u00eda, Ciudad de M\u00e9xico (Click en la imagen para ampliar)<\/p>\n Mientras Londres a\u00fan obten\u00eda su agua potable del contaminado r\u00edo T\u00e1mesis en 1854, los aztecas abastec\u00edan a su ciudad capital con agua dulce de la cercana colina de Chapultepec por medio de dos acueductos, el primero construido por Netzahualc\u00f3yotl entre 1466 y 1478, el segundo unos 20 a\u00f1os despu\u00e9s por el gobernante Ahuitzotl. La importancia simb\u00f3lica del agua para los aztecas queda clara en su palabra (metaf\u00f3rica) para ‘ciudad’: alt\u00e9petl<\/span><\/span><\/span> que significa literalmente ‘monta\u00f1a de agua’ en n\u00e1huatl. Foto 3: Imagen estilizada de la vida cotidiana azteca: detalle del mural de Regina Ra\u00fall ‘Paisaje Mexica’, 1964, Museo Nacional de Antropolog\u00eda, Ciudad de M\u00e9xico (Click en la imagen para ampliar)<\/p>\n Pero probablemente nada les pareci\u00f3 m\u00e1s extra\u00f1o a los espa\u00f1oles que la actitud azteca hacia la higiene personal. En una palabra, valoraban la limpieza. El conquistador Andr\u00e9s de Tapia inform\u00f3, en tono de asombro, que Moctezuma se ba\u00f1aba dos veces al d\u00eda. Lo hizo, pero no ten\u00eda nada de extraordinario para un azteca, ya que todos, seg\u00fan el historiador jesuita Francisco Javier Clavijero, ‘se ba\u00f1aban a menudo, y muchos de ellos todos los d\u00edas’ en los r\u00edos, lagos o pozas.<\/p>\n Foto 4: Copalxocotl (‘\u00e1rbol de jab\u00f3n’) (Izquierda); Xiuhamolli (planta de jab\u00f3n) (Centro y Derecha) – L y M: Manuscrito Badianus (pls 104 y 11), R: C\u00f3dice Florentino Libro 11 (Haga clic en la imagen para ampliar)<\/p>\n Carec\u00edan de verdadero jab\u00f3n pero lo compensaban con el fruto de la copalxocotl<\/span><\/span><\/span>llamado ‘\u00e1rbol del jab\u00f3n’ por los espa\u00f1oles, y la ra\u00edz pegajosa del xiuhamolli<\/span><\/span><\/span> o planta de jab\u00f3n [Saponaria Americana]; ambos dieron una espuma lo suficientemente rica como para lavar el cuerpo y la ropa. El C\u00f3dice Florentino enciclop\u00e9dico, escrito con informantes aztecas poco despu\u00e9s de la Conquista, incluye una peque\u00f1a ilustraci\u00f3n y descripci\u00f3n del amoli<\/span><\/span><\/span> planta de jab\u00f3n (ver Imagen 4): Es largo y estrecho como los juncos. Tiene un brote; su flor es blanca. Es un limpiador. El grande, el grueso [roots] quitarse el pelo, dejarse calvo; los peque\u00f1os, los esbeltos son limpiadores, un jab\u00f3n. Lavan, limpian, quitan la suciedad.<\/span><\/span><\/span><\/p>\n Foto 5: Lavar el cabello; C\u00f3dice Florentino, Libro 2 (Click en la imagen para ampliar)<\/p>\n Sus documentos tambi\u00e9n hacen menci\u00f3n frecuente de desodorantes, refrescantes de aliento y dent\u00edfricos. (Los espa\u00f1oles de la \u00e9poca se limpiaban los dientes con orina). Adem\u00e1s de ba\u00f1arse en lagos y r\u00edos, los aztecas se limpiaban, a menudo a diario, en invernaderos bajos similares a saunas. Un fuego externo calent\u00f3 una de las paredes al rojo vivo, y el ba\u00f1ista arroj\u00f3 agua sobre la pared de cocci\u00f3n, creando vapor. Como en un ba\u00f1o de vapor ruso tradicional, los ba\u00f1istas pod\u00edan acelerar la transpiraci\u00f3n golpe\u00e1ndose con ramitas y hierbas. Casi todos los edificios ten\u00edan una casa de ba\u00f1os o temazcalli<\/span><\/span><\/span>utilizado para tratamientos m\u00e9dicos y purificaciones rituales, as\u00ed como para el aseo personal (Imagen 6).<\/p>\n Foto 6: Casa de ba\u00f1os Azteca ‘temazcalli’; C\u00f3dice Tudela folio 62r (Click en la imagen para ampliar)<\/p>\n Como ha escrito Jacques Soustelle: \u00abEl amor por la limpieza parece haber sido general en toda la poblaci\u00f3n\u00bb: el C\u00f3dice Florentino insin\u00faa la importancia que se le da a la higiene personal al documentar las instrucciones dadas por un padre azteca a su hija: Foto 7: Dortmund – una ciudad en el centro de Europa en la Edad Media<\/p>\n En este lugar higi\u00e9nicamente iluminado tronaron los espa\u00f1oles. El siglo XVI fue uno de los per\u00edodos m\u00e1s sucios de la historia europea y, adem\u00e1s, los espa\u00f1oles desconfiaban de la limpieza. Europa en general hab\u00eda pasado de una cultura en la que la gente disfrutaba de un viaje regular a la casa de ba\u00f1os de la ciudad o del vecindario a una cultura que evitaba el agua como peligrosa. <\/p>\n Foto 8: La Peste Negra – ilustraci\u00f3n de la Biblia de Toggenburg, 1411 (Haga clic en la imagen para ampliar)<\/p>\n El catalizador fue la Peste Negra de 1347, una plaga que finalmente matar\u00eda al menos a uno de cada tres europeos. Cuando Felipe VI de Francia pidi\u00f3 a la facultad de medicina de la Universidad de Par\u00eds que se pronunciara sobre este terrible suceso en 1348, escribieron que los ba\u00f1os calientes, que creaban aberturas en la piel, permit\u00edan que la enfermedad entrara en el cuerpo. Las casas de ba\u00f1os de toda Europa estaban cerradas y durante cuatrocientos o quinientos a\u00f1os la gente evitaba el agua tanto como era posible. Para aquellos que quer\u00edan pensar en s\u00ed mismos como limpios, una camisa de lino limpia para un hombre y una camisola limpia para una mujer se consideraban m\u00e1s seguras e incluso m\u00e1s efectivas que el agua. Luis XIV de Francia solo se ba\u00f1\u00f3 dos veces en una larga vida atl\u00e9tica, pero se lo consideraba inusualmente \u00ablimpio\u00bb porque se cambiaba la camisa de lino dos veces al d\u00eda.<\/p>\n Foto 9: ‘Chinches y piojos’ – de Hortus Sanitatis, Strassburg, 1499 (Haga clic en la imagen para ampliar)<\/p>\n Los espa\u00f1oles del siglo XVI heredaron ese miedo paneuropeo al agua, pero ten\u00edan una aversi\u00f3n adicional, peculiarmente espa\u00f1ola, a la limpieza. Como cualquier otra parte del imperio romano, ten\u00edan sus propias casas de ba\u00f1os bien frecuentadas. Pero cuando los visigodos conquistaron Espa\u00f1a en el siglo V, despreciaron los ba\u00f1os calientes por considerarlos afeminados y debilitantes, y demolieron las casas de ba\u00f1os. Cuando los moros invadieron el pa\u00eds en 711, los espa\u00f1oles hab\u00edan perdido el antiguo v\u00ednculo amante de los ba\u00f1os. En ese momento, vieron las costumbres bien lavadas de los moros como parte de sus convicciones her\u00e9ticas, y su propia suciedad como una virtud cristiana. (Algunos de los primeros cristianos hab\u00edan considerado la limpieza como un lujo peligroso, junto con la buena comida, el vino y los placeres sexuales, y trataron de abstenerse de ello; Espa\u00f1a continu\u00f3 con esta austera tradici\u00f3n por m\u00e1s tiempo que la mayor\u00eda).<\/p>\n Foto 10: Parte de los Ba\u00f1os Moros recientemente restaurados que datan de 1333-1374, ahora en el Museo de Gibraltar<\/p>\n La Espa\u00f1a \u00e1rabe resplandec\u00eda de agua, ya fuera en fuentes, estanques o cientos de ba\u00f1os. Los cristianos del norte de Espa\u00f1a, que no estaban bajo el dominio \u00e1rabe, continuaron deleit\u00e1ndose en su miseria, lav\u00e1ndose \u00abni el cuerpo ni la ropa, que solo se quitan cuando se deshacen\u00bb, seg\u00fan un observador contempor\u00e1neo. Cuanto m\u00e1s se lavaban sus conquistadores \u00e1rabes, m\u00e1s sospechosa, decadente y anticristiana les parec\u00eda la pr\u00e1ctica a los espa\u00f1oles, y su disgusto perdur\u00f3 mucho despu\u00e9s de que los \u00e1rabes se fueran.<\/p>\n Foto 11: La visi\u00f3n cr\u00edtica de Diego Rivera sobre el papel de la iglesia espa\u00f1ola en el M\u00e9xico colonial – parte de su mural de la historia mexicana, Palacio Nacional, Ciudad de M\u00e9xico (Haga clic en la imagen para ampliar)<\/p>\n Richard Ford, un viajero ingl\u00e9s del siglo XIX que conoc\u00eda bien Espa\u00f1a, habl\u00f3 en nombre de muchos cuando conect\u00f3 el disgusto de los espa\u00f1oles por lavar ropa durante siglos con la ocupaci\u00f3n \u00e1rabe. El escribio:-<\/p>\n Los monjes mendicantes espa\u00f1oles, seg\u00fan su pr\u00e1ctica de instaurar un principio directamente antag\u00f3nico [to the Arabs], consider\u00f3 la suciedad f\u00edsica como la prueba de la pureza moral y de la verdadera fe; y al cenar y dormir de fin de a\u00f1o a fin de a\u00f1o con el mismo vestido de lana sin cambios, llegaron al colmo de su ambici\u00f3n, seg\u00fan su visi\u00f3n del olor de la santidad, el olor de la santidad. Este era un eufemismo para ‘mal olor’, pero lleg\u00f3 a representar la piedad cristiana, y muchos de los santos est\u00e1n representados sentados en sus propios excrementos.<\/span><\/p>\n Foto 12: Cardenal Cisneros; las ruinas de los Ba\u00f1os Moros de Ronda (Click en la imagen para ampliar)<\/p>\n El cardenal Jim\u00e9nez de Cisneros, \u00e9l mismo franciscano, escribi\u00f3 Ford, convenci\u00f3 al rey Fernando y a la reina Isabel de cerrar y abolir los ba\u00f1os moros despu\u00e9s de la conquista de Granada. Prohibieron no solo a los cristianos sino tambi\u00e9n a los moros usar cualquier cosa que no fuera agua bendita. El fuego, y no el agua, se convirti\u00f3 en el gran elemento de la purificaci\u00f3n inquisitorial.<\/span><\/p>\n Foto 13: Ba\u00f1os \u00e1rabes tradicionales (Click en la imagen para ampliar)<\/p>\n Efectivamente, una de las primeras cosas que hicieron los espa\u00f1oles durante la Reconquista fue destruir los ba\u00f1os moros (al igual que los visigodos hab\u00edan destruido los romanos). Incluso despu\u00e9s de eso, las sospechas permanecieron: los moros que se convirtieron al cristianismo ten\u00edan prohibido ba\u00f1arse. Durante la Inquisici\u00f3n, una de las peores cosas que se pod\u00eda decir tanto de los jud\u00edos como de los moros era que ‘se sab\u00eda que se ba\u00f1aban’. Como se\u00f1al\u00f3 Richard Ford, estas actitudes a\u00fan estaban vigentes en el siglo XIX. \u00c9l cuenta la historia del duque espa\u00f1ol de Fr\u00edas, quien visit\u00f3 a una dama inglesa durante quince d\u00edas y \u00abnunca una vez perturb\u00f3 sus cuencos y jarras\u00bb. [on his washstand in his bedroom]; simplemente se frotaba la cara de vez en cuando con la clara de un huevo. Esta, nos asegura Ford, fue la \u00fanica abluci\u00f3n utilizada por las damas espa\u00f1olas en la \u00e9poca de Felipe IV, y aparentemente fue lo suficientemente buena para el duque.<\/p>\n Foto 14: El encuentro de espa\u00f1oles y aztecas en las afueras de Tenochtitlan – un mural de pantalla plegable de Roberto Cueva del R\u00edo (Haga clic en la imagen para ampliar)<\/p>\n Imag\u00ednese, entonces, el olor de los conquistadores, despu\u00e9s de semanas de estrecho encierro en un barco, al llegar a un pa\u00eds c\u00e1lido. Para hacer a\u00fan m\u00e1s marcado el contraste entre los espa\u00f1oles y los aztecas, los aztecas, siendo originalmente asi\u00e1ticos, ten\u00edan muchas menos gl\u00e1ndulas merocrinas que los occidentales, y esas son las gl\u00e1ndulas que producen el sudor. Los asi\u00e1ticos le dir\u00e1n que incluso un occidental muy limpio huele fuerte para una nariz asi\u00e1tica, por lo que la fragancia de los conquistadores sucios debe haber sido… impresionante, si no francamente repugnante para los aztecas. No es de extra\u00f1ar que respondieran fumigando a los espa\u00f1oles con incienso a medida que se acercaban. Los espa\u00f1oles lo tomaron como un honor, pero para los aztecas era una necesidad pr\u00e1ctica…<\/p>\n Fuentes\/lecturas adicionales (aztecas)<\/span> Aztecas limpios, espa\u00f1oles sucios Este art\u00edculo fue amablemente escrito especialmente para nosotros (bueno, ayudamos un poco con los aztecas…) por Katherine Ashenburg, autora de no ficci\u00f3n ganadora de premios, conferencista y periodista. Su \u00faltimo libro, ‘The Dirt on Clean’, es una historia social de la limpieza occidental, que ‘sostiene un bienvenido espejo de nuestra intimidad…’ Foto 1: Algunas de las ‘chinampas’ restantes, Xochimilco, cerca de la Ciudad de M\u00e9xico (Haga clic en la imagen para ampliar) Muchas cosas sobre la civilizaci\u00f3n azteca asombraron a los conquistadores espa\u00f1oles, incluido su sistema agr\u00edcola intensivo y altamente productivo de chinampas o ‘jardines flotantes’\u2026<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"comment_status":"","ping_status":"","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[9],"tags":[],"class_list":["post-3318","post","type-post","status-publish","format-standard","hentry","category-recetas-magicas"],"blocksy_meta":{"styles_descriptor":{"styles":{"desktop":"","tablet":"","mobile":""},"google_fonts":[],"version":4}},"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.despertarmagia.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3318","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.despertarmagia.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.despertarmagia.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.despertarmagia.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.despertarmagia.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=3318"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/www.despertarmagia.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/3318\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.despertarmagia.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=3318"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.despertarmagia.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=3318"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.despertarmagia.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=3318"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}
Los acueductos fueron descritos por Hern\u00e1n Cort\u00e9s en 1520: Por una de las calzadas de esta gran ciudad corren dos acueductos hechos de argamasa. cada uno tiene dos pasos de ancho y unos seis pies de profundidad, y por uno de ellos un arroyo de muy buena agua dulce, tan ancho como el cuerpo de un hombre, sale al coraz\u00f3n de la ciudad y de ella beben todos. El otro, que est\u00e1 vac\u00edo, se utiliza cuando se desea limpiar el primer canal. Donde los acueductos cruzan los puentes, el agua pasa por unos canales que son tan anchos como un buey; y as\u00ed sirven a toda la ciudad.<\/span><\/span><\/span><\/p>\n
[In the morning] l\u00e1vate la cara, l\u00e1vate las manos, l\u00edmpiate la boca… Esc\u00fachame, ni\u00f1o: nunca maquilles tu cara ni la pintes; Nunca te pongas rojo en la boca para lucir hermosa. El maquillaje y la pintura son cosas que usan las mujeres ligeras, criaturas desvergonzadas. Si quieres que tu esposo te ame, v\u00edstete bien, l\u00e1vate y lava tu ropa.<\/span><\/span><\/span><\/p>\n
\u2022 El manuscrito de Badianus<\/span> (Codex Barberini, Latin 241) (original en la Biblioteca del Vaticano): An Aztec Herbal of 1552 – introducci\u00f3n, traducci\u00f3n y anotaciones de Emily Walcott Emmart, John Hopkins Press, Baltimore, 1940
\u2022 El c\u00f3dice florentino<\/span>Libro 11 – Cosas terrenales – traducci\u00f3n de Charles E. Dibble y Arthur JO Anderson, Universidad de Utah, Parte XII, 1963
\u2022 Medicina Azteca, Salud y Nutrici\u00f3n<\/span> por Bernard R. Ortiz de Montellano, Rutgers University Press, 1990
\u2022 Una hierba azteca: el c\u00f3dice cl\u00e1sico de 1552<\/span> – traducci\u00f3n y comentario de William Gates, Dover Publications,…<\/p>\n<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"