Nuestra imaginación proporciona un vehículo poderoso para explorar aspectos del yo y promover el cambio de comportamiento (Thomas, 2016).
En los deportes, la visualización es útil para ensayar y optimizar el rendimiento; en terapialas imágenes mentales son un instrumento para comprender los problemas y moldear la personalidad (Kremer, Moran, & Kearney, 2019; Thomas, 2016).
La visualización, ya sea representando un viaje o una imagen, puede abrir el diálogo terapéutico y ayudar al cliente a expresar emociones complejas.
Este artículo explora cómo utilizar la visualización en la terapia y presenta técnicas y hojas de trabajo que ayudan a los profesionales de la salud mental a promover el cambio y aumentar la autocomprensión del cliente.
Antes de continuar, pensamos que le gustaría descargar nuestros tres ejercicios de TCC positiva de forma gratuita. Estos ejercicios basados en la ciencia le proporcionarán una visión detallada de la Terapia Cognitivo-Conductual positiva y le brindarán las herramientas para aplicarla en su terapia o entrenamiento.
Cómo realizar la visualización: una guía
A pesar de su larga historia, la visualización está relativamente subrepresentada en la investigación académica. Y, sin embargo, los tratamientos psicológicos, como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), utilizan cada vez más imágenes mentales como un enfoque de asesoramiento práctico para modificar y reestructurar esquemas disfuncionales (Thomas, 2016).
Si bien la visualización tiene muchos usos, generalmente se usa en terapia para facilitar los procesos de tratamiento y representar aspectos del yo (Thomas, 2016).
Enmarcar imágenes proporcionan metáforas conceptuales, ofreciendo “esquemas de nivel profundo o ‘gestalts experienciales’ que reestructuran cognitivamente la percepción del individuo de sí mismo y de sí mismo en relación con el entorno” (Thomas, 2016, p. 82).
Cada imagen proporciona un foco y un vehículo para el diálogo terapéutico y un puente entre el pensamiento racional y el imaginativo.
Realización de visualización en terapia.
Por ejemplo, la psicoterapeuta y académica Valerie Thomas (2016) utiliza el imagen de encuadre de un camino como una simple metáfora del viaje de la vida y de vivir una vida con propósito.
La imagen es familiar en nuestra conversación diaria, como «ella volvió a la normalidad» o «él se perdió».
Los siguientes pasos muestran cómo podemos introducir la metáfora en la terapia para explorar dónde se encuentran los clientes en sus vidas y los obstáculos que enfrentan (Thomas, 2016):
- Antes de comenzar, presente la imagen de un camino como una metáfora de cómo los clientes se ven a sí mismos en su viaje por la vida.
- Pida al cliente que se coloque en una posición cómoda y cierre los ojos, respirando lenta y profundamente para ayudarlo a relajarse.
- Anime al cliente a imaginarse a sí mismo en un camino que represente dónde se encuentra en su vida. Haz que esa imagen sea lo más real posible.
- Pídales que consideren la siguiente pregunta (modifique según sea necesario):
¿Cómo describiría dónde se encuentra en su viaje por la vida? - Busque más aclaraciones si su respuesta es demasiado limitada.
- Luego, ayude al cliente a involucrarse más plenamente con su paisaje metafórico.
Pídales que:
Estar presente en el paisaje en lugar de verlo solo como una imagen.
¿Cómo se ve el paisaje desde dentro? Descríbemelo.
- Para obtener más información, pregúnteles:
¿Cuánto tiempo has estado en este lugar?
¿Cómo te sientes de estar aquí?
- Una vez que usted y su cliente hayan formado una imagen sólida de cómo es su camino (y el viaje de la vida), comience a cerrar la actividad.
- Pídele al cliente que abandone la imagen y vuelva a centrar su atención en su cuerpo físico.
- Una vez terminado, puede ser útil resumir y repetir al cliente una descripción de su paisaje y los sentimientos que genera. Tal reflexión es útil para la discusión en curso.
A diferencia de otras imágenes de encuadre utilizadas, la metáfora del camino a menudo cambia considerablemente debido a la naturaleza dinámica del sujeto (Thomas, 2016).
Mejores prácticas para visualización en terapia
La siguiente lista contiene las mejores prácticas para la visualización. Su propósito es ofrecer una guía útil para el proceso de visualización (Hall, Hall, Stradling y Young, 2006):
- Generar confianza
Un cliente quiere un terapeuta que tenga conocimientos, experiencia y proporcione una sensación de seguridad y confianza. Crear una alianza terapéutica basada en la confianza y el respeto mutuos. - Elige la imagen correcta
La elección de la imagen afecta la visualización y produce diferentes percepciones psicológicas. Por ejemplo, las imágenes mentales de una cascada o escalar un sendero de montaña empinado pueden provocar respuestas completamente diferentes. - no interfieras
Una vez elegida la imagen, deja que el cliente forme su propia interpretación. - Limitar las intervenciones
Evita animar al cliente a pasar a la siguiente parte de la imagen. Tenga en cuenta que esto puede estar jugando con las estrategias del cliente (consciente o inconsciente) para evitar algunos aspectos de la visualización. En su lugar, use preguntas como «¿Puede decir más sobre eso?» - Tenga cuidado con las imágenes paralelas
Inevitablemente, el proceso de visualización traerá imágenes a la mente del terapeuta que difieren mucho de las del cliente. Trate de no sesgar las imágenes mentales del cliente. - Permanece en tu papel de guía.
Si bien sería fácil dejarse arrastrar por la narrativa del cliente, permanezca en su papel de guía. - no juzgues
El cliente puede darse cuenta de las señales de comunicación verbal o no verbal si lo juzga. - No fomentes la evitación
Animar al cliente a evitar imágenes y sentimientos negativos puede ser inútil (a menos que cause un alto grado de malestar) para el proceso terapéutico. - Evite los ‘debería’
Evite decirles a los clientes lo que deben experimentar y cómo deben sentirse. - No exageres
Compartir teorías, causas y razones en exceso puede ser inútil.
En última instancia, los puntos anteriores son solo guías. El proceso de visualización debe ser apropiado para el cliente y adaptado a sus necesidades actuales. La flexibilidad y un alto grado de profesionalidad son siempre esenciales.
Métodos de visualización explicados
Con diferentes enfoques de visualización, explicamos a continuación algunos de los métodos de visualización más comunes.
Factores esenciales de visualización
Varios factores contribuyen a que la visualización sea un tratamiento terapéutico exitoso (modificado de Thomas, 2016):
- Estado de relajación consciente
Es necesario un estado de relajación relativa para los pacientes que intentan involucrarse y utilizar la experiencia de visualización. - actitud del terapeuta
La actitud que adopte el terapeuta ante la visualización influirá en su éxito. Cómo el profesional de la salud “se identifica con características y valores particulares […] repercutirá en el acercamiento a las imágenes del cliente” (Thomas, 2016, p. 78). - actitud del cliente
Las experiencias personales y culturales moldean el enfoque del cliente hacia las imágenes mentales. Cualquier sesgo negativo puede surgir como resistencia al proceso o a las imágenes que surgen durante la visualización.
Ejemplos de imágenes de encuadre validadas
Si bien el terapeuta puede adoptar una amplia variedad de imágenes de encuadre, Thomas (2016) usa las siguientes tres, basadas en sus muchos años de práctica:
- Las personas son edificios
Las casas se han utilizado en muchas culturas para representar el yo. - las personas son plantas
El uso de flores y plantas para indicar desarrollo y crecimiento es casi universal. - La vida es un viaje
A lo largo de la historia y en todas las culturas, un viaje o travesía a menudo representa viajar hacia una vida con propósito.
Visualización guiada de imágenes
hall et al. (2006) ofrecen algunas pautas fáciles de usar para los terapeutas que practican visualizaciones de imágenes guiadas:
- Una vez que se elige una imagen o un tema de encuadre, dé tiempo para que el cliente se sumerja en su visualización antes de continuar.
- Pídales que se centren en la imagen elegida. Sugiérales que cierren los ojos y respiren profundamente unas cuantas veces.
- Utilice las intervenciones con moderación a través de la experiencia de imágenes guiadas. Restrinja las preguntas y sugerencias y deje que el cliente explore el viaje a su propio ritmo.
- Utilice el comportamiento no verbal para evaluar cuándo intervenir. Por ejemplo, después de una larga pausa, pregunte:
¿Qué te está pasando ahora?
¿Puedes explicar qué es la imagen?
- Las preguntas de ‘por qué’ pueden interrumpir el flujo del cliente al pedirle que explique su motivación. Reemplácelas con preguntas que requieran respuestas fácticas, como cómo, qué, cuandoy dónde?
Tenga cuidado con el tono, como preguntar: «¿Por qué hiciste eso?» se puede escuchar como una pregunta acusativa de «por qué».
- Las preguntas ¿Qué tiene de bueno X? y ¿Qué tiene de malo X? trabajar bien juntos.
Usados en conjunto, alientan al cliente a profundizar un poco más en su visualización y reconocer que rara vez todo es completamente bueno o malo.
- Usa el pronombre personal yo más bien que nosotros, túo eso para que la interacción sea más personal. Tu podrias decir, También me pongo ansioso cuando no entiendo mis elecciones..
- Fomentar la conversación sobre los sentimientos. ¿Qué sientes por X? ayuda al cliente a verbalizar sus sentimientos con respecto a lo que está experimentando.
- Tenga cuidado de utilizar la redacción del cliente. Escuchar sus palabras repetidas puede generar percepciones en el cliente.
- Cuando esté listo para finalizar la visualización guiada, sugiera amablemente que este podría ser un buen momento para terminar. Tal vez use frases como:
Cuando esté listo, comience a regresar lentamente a la habitación.
Mueve los dedos de las manos y de los pies y siente las sensaciones en tu cuerpo.
- Después de concluir, trabaje con el cliente para comprender el significado de su experiencia.
Tenga en cuenta que las intervenciones verbales se vuelven un aspecto más natural del flujo de visualización con la práctica y la experiencia.
3 técnicas y herramientas de visualización simples
Las siguientes técnicas y herramientas simples son útiles para los terapeutas que utilizan la visualización durante la terapia.
Interpretación de imágenes
El terapeuta tiene un papel vital que desempeñar en la interpretación de las imágenes producidas durante la visualización. Thomas (2016) propone considerar tres niveles de interpretación en el proceso de creación de significado para una visión más completa y menos sesgada:
- Nivel personal
La imagen es única y personal y se basa en los recuerdos, experiencias y creencias del cliente. - nivel cultural
Las culturas en las que crecemos influyen en el significado que asignamos a los símbolos, las formas e incluso los colores. Tenga en cuenta que nuestras imágenes mentales y su interpretación pueden estar moldeadas por nuestro contexto cultural e histórico. - nivel universal
Algunas imágenes tienen un significado común a todos (es decir, ni personal ni cultural), como un incendio, un edificio que se derrumba o una planta que florece.
participación independiente
La participación desapegada es fundamental para el “proceso de guía e implica un estado de concentración relajada que es similar al que se experimenta durante la meditación” (Hall et al., 2006, p. 52). Este enfoque requiere realizar los siguientes cuatro procesos simultáneamente durante la visualización:
- Escucha atenta de la narrativa compartida por el cliente.
- Mantener la conciencia y la consideración de posibles intervenciones.
- Consideración simultánea de su propio viaje y emociones como terapeuta
- Atención a la comunicación no verbal del cliente
La participación independiente es fundamental para gestionar los cuatro modos simultáneamente.
Imágenes espontáneas
Los “fragmentos de imágenes que ocurren espontáneamente, que emergen en forma de símbolos, metáforas y símiles” pueden ser valiosos durante la terapia. Mantener la conciencia y sintonizarse con el uso de imágenes por parte del cliente puede ayudar a “restaurar el significado y los sentimientos de integración o totalidad” (Hall et al., 2006, p. 86).
Sin embargo, la identificación no siempre es fácil. Declaraciones como, “me siento bajo presión» o «estoy atrapado” son de uso común y no siempre se destacan. Sin embargo, surgen del mundo interior del cliente y pueden ofrecer una comprensión más profunda.
El terapeuta…