Diariamente todos experimentamos una variedad de emociones. Ciertas cosas nos alegran, otras nos entristecen. Podemos ver a ciertas personas y sentir amor, o ver a otras personas que nos hacen enojar. Y aunque la mayoría de nosotros no andamos discutiendo cada emoción que sentimos, tampoco estamos pensando en esconderlas. Sin embargo, hay una emoción que las personas a veces sienten y hacen todo lo posible para evitar discutir, mostrar o admitir. Lástima.
La vergüenza es una emoción dolorosa que nos hace sentir inadecuados, indignos y como si hubiéramos fallado en, bueno, probablemente en todo. A menudo se confunde con vergüenza o culpa, pero en realidad es muy diferente a cualquiera de los dos. Aunque existen similitudes entre las tres emociones, la vergüenza es una emoción mucho más profunda y dañina que las demás.
La vergüenza es generalmente una emoción de corta duración y bastante superficial. Sin duda, puede causar angustia, y todos preferiríamos evitar sentirnos avergonzados que aceptarlo. Pero, por lo general, la vergüenza ocurre en eventos relativamente pequeños y se supera con bastante rapidez.
La culpa es el sentimiento de remordimiento por acciones o comportamientos que nos han causado daño a nosotros mismos o a otra persona. El sentimiento pertenece a la acción y no a nosotros mismos. Podemos sentir vergüenza al mismo tiempo, pero son dos emociones diferentes. En resumen, la culpa es cómo te sientes por lo que hiciste y la vergüenza es cómo te sientes contigo mismo.
Por qué la vergüenza es peligrosa
La vergüenza es una emoción muy poderosa y de la que a la gente no le gusta hablar. Puede desencadenarse por una amplia variedad de circunstancias y surgir en cualquier momento de la vida de una persona. Debido a que a menudo se mantiene en privado y se ignora, puede echar raíces, crecer, pudrirse y volverse increíblemente tóxico.
La vergüenza, una vez arraigada, es difícil de sacudir. Incluso si el desencadenante fue en la niñez y la fuente se ha superado, o ya no es un factor en la edad adulta, el sentimiento puede persistir. Aunque puede ser difícil de explicar, los efectos residuales de los profundos sentimientos de vergüenza son difíciles de superar.
Resultados de lidiar con la vergüenza
Independientemente de lo que la desencadene, la vergüenza puede causar una serie de problemas. La vergüenza socava la autoestima de un individuo, creando sentimientos de insuficiencia e indignidad. Las personas a menudo sienten que están viviendo con un secreto, o que a nadie le gustaría volver a gustarles si realmente supieran todo sobre ellas. Alguien que lucha con sentimientos de vergüenza puede aislarse y abstenerse de crear relaciones reales o saludables debido a ello. La depresión, los problemas de ira y los problemas de adicción no son un subproducto poco común.
Lidiar con una vergüenza profunda y continua durante un largo período de tiempo erosionará la autoestima y, en última instancia, convencerá a una persona de que no merece el amor y la felicidad. El aislamiento y la soledad que crean estos sentimientos pueden conducir a problemas de depresión a largo plazo, y muchas veces conducen al uso de alcohol o drogas como una forma de automedicación.
La depresión y el abuso de sustancias son grandes problemas en sí mismos, pero estas luchas también pueden profundizarse y aumentar los sentimientos de vergüenza que siente una persona. Las personas en estas circunstancias generalmente no ven otra forma de sobrellevar la situación y continuarán cayendo en espiral hacia un círculo vicioso que solo empeorará todos los aspectos de sus vidas.
Los problemas de ira son otra manifestación común de la vergüenza. Puede ser más fácil atacar a otros que enfrentar lo que sea que causó tus sentimientos internos de inutilidad. La ira puede servir para distraer la atención de esos sentimientos y proyectar el dolor sobre alguien o algo más.
¿Cómo puedes lidiar con la vergüenza?
No irónicamente, la mejor manera de lidiar con un sentimiento que la mayoría no quiere admitir es hablar con alguien más al respecto. Los factores que contribuyen a esta poderosa emoción son generalmente demasiado grandes para analizarlos y tratarlos por su cuenta. Los sentimientos internos negativos y dañinos de duda e inseguridad son difíciles de combatir sin una guía externa y herramientas para anularlos. La consejería es la mejor opción para lograr esto.
Si sientes que la vergüenza está afectando tu vida o la vida de alguien a quien amas, hay esperanza. Obtener la ayuda que necesita para comprender sus sentimientos y cambiar su perspectiva puede ser muy liberador. Una vez que enfrenta su vergüenza y aprende a manejar sus emociones, la vida y las relaciones pueden verse muy diferentes.