Ya sea por fumar, comer en exceso o preocuparse, todos tenemos malos hábitos de los que nos encantaría deshacernos. La psicología del comportamiento puede ayudar. Es uno de los campos más estudiados de la psicología y ofrece una gran perspectiva sobre cómo romper los malos hábitos y desarrollar hábitos saludables en su lugar.
Date cuenta de la recompensa de tu mal hábito
Si tienes un mal hábito, es porque de alguna manera estás siendo recompensado por ello. La psicología del comportamiento afirma que todo nuestro comportamiento es recompensado o castigado, lo que aumenta o disminuye la posibilidad de que repitamos ese comportamiento.
Si fuma, se le recompensa con el alivio del estrés. Si comes en exceso, eres recompensado con el sabor de la comida. Si pospones las cosas, eres recompensado temporalmente con más tiempo libre. Descubra cómo sus malos hábitos lo están recompensando, y luego podrá encontrar la manera de reemplazarlos.
Imponer un castigo o quitar una recompensa por su mal hábito
Es hora de cortar el ciclo de ser recompensado por los malos hábitos. Necesitas una fuerte fuerza de voluntad para este paso. Tienes que comprometerte a imponer un castigo o quitarte una recompensa deseada cuando recaigas. Por ejemplo, si comes en exceso, debes dejar el postre el resto del día o agregar 10 minutos a tu próximo entrenamiento. La recompensa o el castigo que elija debe ser relevante para el hábito.
Tenga un reemplazo listo
¿Recuerdas cómo te recompensa tu mal hábito? Entra en juego ahora. Necesita encontrar un hábito de reemplazo que ofrezca la misma recompensa sin la desventaja de su mal hábito. Si pospone las cosas, disfruta de un aumento a corto plazo en el tiempo libre (ya que está evitando el trabajo). En lugar de posponer las cosas, establezca un horario más realista que permita descansos regulares, durante los cuales pueda hacer algo que disfrute.
Use una combinación de recompensas pequeñas y grandes
Las recompensas obviamente tienen un gran impacto en el cerebro humano, que es uno de los mayores hallazgos de la psicología del comportamiento. Recompénsate pronto y con frecuencia por mantenerte alejado de un mal hábito. No se limite a recompensas grandes y poco frecuentes.
Por ejemplo, si desea romper con un hábito de pereza, puede recompensarse con ropa nueva para el gimnasio después de 30 entrenamientos. Esta es una buena recompensa, pero está tan lejos que es posible que no tenga el incentivo para llevarla a cabo. Incluye esa recompensa en tu plan, pero también date premios e incentivos regulares por cada pocos entrenamientos que completes.
Cuéntales a otros sobre tus metas
Cuando les contamos a otros sobre una meta y no la cumplimos, somos “castigados” con vergüenza y la sensación de que defraudamos a otras personas. Si bien la vergüenza no es necesariamente el motivador perfecto, puede ser muy eficaz.
Si les cuentas a otros tus objetivos, preferiblemente personas que te apoyen, es más probable que te ciñas a ellos, ya que no querrás tener que decirles a tus amigos que fallaste. Asegúrate de contarles a tus amigos que eso no te atraerá de nuevo a tu mal hábito ni se burlará de ti por recaer. ¡Quieres apoyo, no ridículo!