H¿Alguna vez le ha preguntado a una persona importante sobre cómo le fue en el día y recibió como respuesta un «bien» vago y frustrante? Esto te deja no solo en la oscuridad sobre los detalles de su día, sino también atrapado detrás de un muro emocional, luchando por entrar.
La verdad es que es difícil para muchos de nosotros comunicar, compartir y articular verdadera y auténticamente cómo nos sentimos. Habiendo sido malinterpretados en el pasado, tampoco es de extrañar por qué muchos de nosotros luchamos por sentirnos cómodos compartiendo nuestros sentimientos con los demás. Sin embargo, una parte importante de la inteligencia emocional y la construcción de relaciones profundas y significativas implica comprender y transmitir sus sentimientos y necesidades de manera efectiva, y luego abordarlos de manera constructiva que evite la falta de comunicación, suavice los conflictos y mantenga la conversación en movimiento.
Desafortunadamente, es más fácil decirlo que hacerlo. A la mayoría de nosotros nunca se nos enseña la alfabetización emocional, la capacidad de explicar con precisión nuestros sentimientos, por lo que a menudo nos resulta difícil estar realmente en contacto con lo bueno, lo malo y lo feo. Y cuando no somos conscientes de nuestras emociones, es más difícil dominarlas.
En su lugar, optamos por descripciones superficiales vagas como «Estoy bien», «Estoy bien», que ni siquiera se acercan a explicar las emociones altamente complejas y matizadas que todos sentimos todos los días. Dentro de descriptores amplios como «horrible» e «increíble» hay una variedad de términos que expresan qué tan mal tuvo un día o qué tan buena fue su última cita. Afortunadamente, el etiquetado emocional es una habilidad que se puede desarrollar.
La importancia del etiquetado emocional
Ser capaz de identificar y etiquetar con precisión estas emociones es increíblemente esencial para el bienestar emocional. De hecho, cuanto más granular y específico pueda ser sobre sus sentimientos, mejor podrá crear un plan y un camino para resolver o trabajar en el problema. Piense en ello como una receta: al poder etiquetar lo que siente, podrá experimentar y disfrutar más la amplitud de los «sabores» emocionales que componen la experiencia humana.
Conocer el vocabulario disponible para describir sus emociones, conocido como «etiquetado emocional», puede ayudarlo a ser más consciente de las complejidades de lo que siente, comunicar sus sentimientos de manera más adecuada a quienes lo rodean y regularlos de una manera saludable. forma productiva. Por ejemplo, ¿alguna vez pensó que estaba enojado con alguien, pero luego de hablar de ello, se dio cuenta de que en realidad sentía algo más que solo enojo: sintió una profunda traición? Reconocer esto y poder etiquetarlo con precisión muestra una mayor conciencia de sus emociones y, a su vez, significa que puede dominarlas de manera proactiva, en lugar de ser víctima de una reacción altamente emocional como esta.
La inteligencia emocional se trata de ser consciente de tus sentimientos y tus respuestas a ellos, por lo que el etiquetado emocional es una parte importante de cultivar EQ. Una persona emocionalmente inteligente puede volver a casa después de un largo día de trabajo sintiéndose terrible y ser capaz de identificar que se siente abrumada, lo cual es mucho más específico y accionable que describir su estado de ánimo como «malo». En lugar de asimilar una emoción desagradable y generalizada, sin saber qué hacer para mejorarla, puede aprovechar su conciencia para abordar la sensación de estar abrumada, como delegar tareas domésticas para concentrarse en asuntos laborales urgentes o asegurarse de establecer una hora de acostarse estricta para registrar el sueño que tanto necesita.
Para la persona emocionalmente inteligente, esta autoconciencia tiene una correlación directa con la capacidad de manejar, controlar y adaptar sus reacciones y estados de ánimo para navegar con éxito en las relaciones, resolver conflictos, liderar y negociar. El etiquetado emocional le permite a la mujer profesional de nuestro ejemplo no solo comunicarle a su pareja que se siente agotada, cansada e inquieta debido al trabajo, sino que también la ayuda a expresarlo adecuadamente y a pedir espacio para la noche.
Por otro lado, si llega a casa y dice: «¡Estoy tan estresada!» sin ponerse realmente en contacto con sus necesidades, podría producirse una falta de comunicación sobre sus sentimientos, y la noche descendería a una espiral descendente llena de discusiones. Ser capaz de identificar y articular lo que siente es fundamental para hacer que la dinámica entre ellos sea más positiva y permitir que nadie se sienta atacado o culpado.
Kit de herramientas de etiquetado emocional
Aumentar su inteligencia emocional y dominar conversaciones difíciles comienza con prestar más atención y articular con mayor precisión lo que está sintiendo. Cuando se trata de eso, hay miles de palabras disponibles para identificar tus sentimientos. El problema es que estamos tan acostumbrados a decir cosas como «¡Ay, estoy tan enojado!» “Estoy desanimado” o “¡Oh, estoy tan feliz!”. – o simplemente escribiendo un emoji en una pantalla – que no somos tan alfabetizados en lo que son estas etiquetas emocionales.
Para comenzar, descargue la hoja de trabajo de la tabla de emociones, que tiene docenas de palabras que puede usar como una hoja de trucos para tener conversaciones más exitosas y productivas y comunicarse de manera más efectiva en el trabajo, el amor y el hogar.
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