La mayoría de las personas experimentan la incapacidad de dormir bien por la noche en un momento u otro. Sin embargo, estudios recientes muestran que los problemas de sueño son más frecuentes en las personas diagnosticadas con trastorno del espectro autista (TEA).
Para muchas personas con autismo, conciliar el sueño y permanecer dormido puede ser un desafío, lo que puede tener un impacto negativo en ciertos aspectos del autismo, como las conductas repetitivas, el equilibrio, la coordinación y la percepción sensorial, lo que a su vez puede conducir a más problemas para dormir. Si los problemas del sueño no se abordan adecuadamente, el problema puede convertirse en un ciclo interminable para muchos.
Tipos de problemas de sueño comúnmente asociados con el autismo
El insomnio es un problema común que experimentan las personas con autismo. Se ha observado que una persona del espectro tarda 11 minutos más en conciliar el sueño que una persona neurotípica. Una persona con autismo también tiene más probabilidades de despertarse en mitad de la noche. Algunas personas con autismo experimentan apnea del sueño, que puede provocar que el corazón se detenga momentáneamente varias veces durante la noche. Muchos niños con autismo luchan contra los despertares prolongados por la noche, lo que a menudo está relacionado con problemas de procesamiento sensorial.
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Estos problemas indican que el sueño puede no ser tan reparador para una persona con autismo como lo puede ser para otras personas. Alrededor del 15 por ciento del tiempo de sueño se dedica a movimientos oculares rápidos (REM), en comparación con aproximadamente el 23 por ciento de las personas neurotípicas. Esto puede afectar la memoria y las funciones de aprendizaje.
¿Qué causa los problemas de sueño que experimentan las personas con autismo?
Una gran cantidad de personas con autismo también experimentan otras afecciones de salud como problemas gastrointestinales, ansiedad y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), todos ellos conocidos por alterar el sueño. El estreñimiento también puede causar calambres que pueden hacer que una persona permanezca completamente despierta durante la noche.
Además, algunas personas con autismo pueden tomar medicamentos que pueden afectar el sueño nocturno. Por ejemplo, a las personas con TDAH a menudo se les recetan medicamentos que actúan como estimulantes y que pueden acabar contribuyendo al insomnio. Los estudios indican que algunas personas en el espectro pueden portar mutaciones que las hacen más propensas a tener problemas para dormir. Varios estudios han revelado que las personas con TEA tienen el doble de probabilidades de tener mutaciones que afecten los niveles de melatonina. La melatonina es la hormona natural que ayuda a regular el sueño.
Problemas de sueño y niños con TEA
Cuando se trata de niños con autismo, se dice que casi el 75 por ciento experimenta dificultades para dormir. A continuación se muestran algunas formas variadas en las que los problemas del sueño pueden afectar a las familias:
- Los niños con autismo suelen dormir menos de lo necesario para su edad, lo que puede afectar su salud general.
- Cuando los patrones de sueño son dispersos, tanto los padres como los niños pueden experimentar un aumento del estrés y la tensión. Esto puede contribuir a un ciclo de alteraciones del sueño.
- Los niños con autismo también son más propensos y sensibles a los estímulos. Esto puede ser perturbador al conciliar el sueño y si se despiertan en medio de la noche.
- Los niños con autismo suelen preferir condiciones rutinarias y controladas, lo que hace que sea más difícil adaptarse a cualquier cambio en el entorno preferido.
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Dos componentes de los problemas del sueño
Se sabe que los problemas del sueño tienen dos componentes principales: problemas con el ritmo circadiano y problemas con el equilibrio del cerebro y el cuerpo. El mejor método para calmar el cerebro y el cuerpo es crear condiciones seguras para dormir, tener estructura y coherencia en torno a las rutinas y horarios de sueño, y realizar la cantidad necesaria de actividad física y estimulación sensorial durante el día. Los problemas del ritmo circadiano se pueden resolver con la exposición a la luz, cuando las técnicas anteriores no han resuelto los problemas del sueño. Los niños con TEA suelen experimentar problemas con la continuidad del sueño cuando duermen en la oscuridad.
¿Cuáles son algunos tratamientos para las personas con TEA que experimentan problemas para dormir?
Existen muchos enfoques conductuales y de higiene del sueño para ayudar a promover un mejor sueño nocturno. Es vital seguir un plan para la hora de acostarse, crear un ambiente cómodo y encontrar formas de eliminar los perturbadores del sueño. Hay situaciones en las que la solución es tan fácil como establecer una rutina de sueño, que incluya un orden específico de actividades antes de acostarse. Encontrar la temperatura y la iluminación adecuadas en la habitación también puede marcar una gran diferencia. También es útil respetar la misma hora de dormir y despertarse.
Los investigadores indican que una dosis baja de melatonina también puede ayudar a las personas con autismo a conciliar el sueño sin efectos secundarios. Sin embargo, algunos niños tienen la respuesta opuesta y están más despiertos por la noche. Para problemas de sueño más graves, como la apnea del sueño, los médicos suelen recomendar la máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) y, en casos especiales, la cirugía. Consulte con su proveedor de atención médica antes de probar cualquier régimen para asegurarse de que el suplemento sea adecuado para usted y/o su hijo.
En el desarrollo de este artículo se utilizó contenido de Spectrum.
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