Nuestro carácter interior informa las formas en que vivimos nuestros diversos roles en la vida. Cuando una persona con fuertes tendencias narcisistas asume el papel de padre, inevitablemente surgen patrones disfuncionales con repercusiones que pueden ser poderosas y duraderas.
Los narcisistas son fuertemente controladores, competitivos y egoístas, por lo que pueden perpetuar la tensión mientras intentan guiar a los niños a lo largo de sus años de formación. Es esencial reconocer que los intentos de un niño de ser independiente pueden resultar bastante amenazadores para el padre narcisista. En un hogar así, los niños rara vez son amados simplemente por quienes son. En cambio, los narcisistas, impulsados por una agenda, asumen que el niño existe para satisfacer las necesidades y deseos de los padres.
Con eso en mente, repasemos una lista de comportamientos y actitudes que son comunes cuando los narcisistas asumen el papel de padres:
- Máximo relato, mínima discusión. Esto es especialmente cierto en momentos de conflicto.
- Recordarle al niño la cadena de mando. El autoritarismo y el dominio son fundamentales para el estilo de crianza narcisista.
- Persona pública versus privada inconsistente. La imagen es de suma importancia, tanto para los padres como para el niño.
- “Disciplina” no es disciplina. En el sentido clásico de la palabra, “disciplina” significa enseñar. Los narcisistas prefieren la sumisión y la conformidad.
- Uso manipulador de premios y castigos. Más allá de las consecuencias razonables, los narcisistas amenazarán u ofrecerán sobornos para obtener lo que quieren del niño.
- Estados de ánimo erráticos, a menudo provocados por trivialidades. Pueden crear una sensación de caminar sobre cáscaras de huevo.
- Cuando el niño es inmaduro o nervioso, el padre lo es aún más. En la búsqueda constante de oferta narcisista, los narcisistas se involucran fácilmente en patrones reactivos codependientes.
- Convertir las preferencias separadas del niño en un referéndum sobre los padres. Suelen utilizar frases como “¿Por qué me haces esto?” o «¿No sabes cuánto estrés me estás creando?»
- No disponible durante momentos críticos. Esto puede incluir ausencia física o emocional en momentos cruciales.
- La crítica es la norma. Esto puede incluir consejos no solicitados, dudas o arengas verbales. El niño aprende que sus padres casi nunca están contentos.
- La ira es abrupta, dura y degradante. En lugar de utilizar momentos de tensión para redirigir conductas, los narcisistas culparán, avergonzarán y utilizarán la culpa contra el niño. La ira prácticamente nunca es constructiva.
- Espera disculpas, pero no ofrece disculpas. Hay poca validación del dolor del niño, aunque se supone que el niño debe reconocer haber herido a sus padres.
- Promesas incumplidas. El narcisista puede ofrecer una variedad de comportamientos pasivo-agresivos como ser olvidadizo, poco confiable, postergar las cosas, etc.
- La lealtad no es sólo una espera, es una obligación. A veces exigen lealtad mediante amenazas, otras con dulces incentivos.
- Obstrucciones punitivas y trato silencioso. Los narcisistas se retiran, no con el propósito de recuperar su ingenio, sino para hacer que el niño se sienta incómodo.
Esta no es una lista exhaustiva. Los padres narcisistas pueden imponer abuso sexual, abuso religioso o abuso financiero. Pueden tener favoritos y puede resultar imposible razonar con ellos.
Cuando eras niño, probablemente tenías pocos recursos para este tipo de tácticas parentales, pero como adulto, tienes opciones. Lo más importante es la opción de ser asertivo con respecto a sus necesidades. Esto no significa que vivirás con la ilusión de cambiar al padre narcisista. Pero sí significa que se puede recuperar la independencia que se les negó en los años anteriores. Puede que le resulte útil hablar abiertamente con sus padres sobre sus distinciones, sin persuasión defensiva, sino con palabras sencillas. O simplemente puede hacer lo que sabe que es mejor y más sabio, sabiendo que no será bien recibido, pero que es adecuado para usted. Asimismo, también puede explicarles a amigos y otros familiares sus decisiones de apoyarse en su independencia.
Sobre todo, si tuviste un padre narcisista, tu objetivo final es definir por ti mismo quién serás a partir de hoy. Al aprender de su pasado, puede decidir no perpetuar lo que le han hecho. En cambio, puede anclarse en la dignidad, el respeto y el civismo. Entonces es cuando sabes que has superado al narcisista en la categoría de madurez.
~Les Carter, Ph.D.
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