La desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) es un tipo de terapia de exposición a corto plazo que se utiliza principalmente en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT) y las fobias.
EMDR esencialmente vuelve a cablear su cerebro para eliminar la carga emocional negativa de un evento traumático para que pueda recordar los detalles del evento sin sentimientos de angustia.
En este artículo, exploraremos la terapia EMDR en profundidad. Lo compararemos con otras terapias, verificaremos su eficacia y analizaremos el entrenamiento con una breve lista de aplicaciones útiles para que las explore.
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¿Qué es la terapia EMDR?
EMDR es un tipo de terapia de trauma que fue descubierta por Francine Shapiro en la década de 1980. El Dr. Shapiro notó que ciertos movimientos repetitivos de los ojos, cuando se combinaban con pensamientos angustiantes, reducían la intensidad de esos pensamientos.
Observó su comportamiento cuando tenía pensamientos molestos y notó que sus ojos naturalmente comenzaban a moverse rápidamente de un lado a otro. Ella planteó la hipótesis de que cuando una persona se enfrenta a una situación traumática, puede sentirse abrumada y sus mecanismos normales de afrontamiento pueden no funcionar.
Cuando esto sucede, los pensamientos y recuerdos angustiosos pueden almacenarse en el cerebro como un recuerdo sensorial en lugar de un recuerdo real. Dado que los recuerdos sensoriales traumáticos pueden continuar abrumando a una persona, sugirió que la terapia EMDR ayudaría a eliminar la emotividad asociada con estos recuerdos y que el cerebro podría almacenar el evento de una forma más lógica.
Al eliminar los sentimientos y sensaciones asociados con la memoria traumática, la persona podría recordar el evento sola sin las emociones angustiosas. EMDR se usa a menudo en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático, trauma o fobias.
¿Como funciona?
EMDR se basa en el modelo de procesamiento de información adaptativo, que postula que los pensamientos y sentimientos negativos se deben a recuerdos no procesados (Shapiro, 2002; Shapiro, 2007; van den Hout & Engelhard, 2012).
La estimulación bilateral se combina con recuerdos angustiosos para cambiar las creencias sobre el evento activando alternativamente cada mitad del cerebro para crear nuevas conexiones neuronales (van den Hout & Engelhard, 2012).
Aunque EMDR originalmente comenzó con movimientos oculares, ahora se pueden usar varios tipos de información sensorial bilateral (Parnell, 2013).
Estos pueden incluir pedirle a un cliente que siga el dedo en movimiento del practicante con sus ojos, una máquina con luces que se mueven hacia adelante y hacia atrás, toques alternos en las rodillas del cliente o cápsulas vibratorias de mano que alternan la vibración y tienen velocidades e intensidades ajustables. El tipo de estimulación bilateral generalmente depende de la preferencia del profesional y del cliente.
El modelo de procesamiento adaptativo sugiere que el cuerpo tiene una inclinación natural a curarse a sí mismo, como una herida que forma una costra. Sin embargo, los recuerdos traumáticos pueden almacenarse en forma sensorial en bruto en el sistema límbico, en lugar de una memoria semántica (Shapiro, 2002; van den Hout & Engelhard, 2012).
Mientras el recuerdo se almacene en su forma original, la persona seguirá sintiéndose angustiada. Cuando la memoria sensorial se combina con la estimulación bilateral del cuerpo, disminuye la excitación fisiológica y permite que el cuerpo mueva la memoria de una forma emocional a una forma más lógica (van den Hout & Engelhard, 2012).
Después del tratamiento EMDR, un cliente debe poder recordar los hechos de un recuerdo traumático sin sentir las sensaciones, pensamientos o sentimientos angustiosos previamente asociados.
Los clientes informan que comenzaron un curso con un bajo sentido de sí mismos, debido a sentimientos de desesperanza y pérdida de control sobre el evento traumático. Después del tratamiento con la terapia EMDR, los clientes suelen reportar una mayor sensación de control y una mayor autoestima (Shapiro, 2002; Shapiro, 2007; van den Hout & Engelhard, 2012).
¿Es eficaz EMDR? Una mirada a la investigación
Dado que es un modelo de tratamiento relativamente nuevo, todavía hay dudas sobre la eficacia de EMDR.
La investigación actual sugiere que EMDR es tan eficaz como algunos tipos de terapia de exposición, tan eficaz como la terapia conductual cognitiva centrada en el trauma y más eficaz que los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina solos (van der Kolk et al., 2007; Seidler & Wagner, 2006).
Actualmente, la Sociedad Internacional para Estudios de Estrés, la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EE. UU. y los Departamentos de Defensa y Asuntos de Veteranos de EE. UU. recomiendan EMDR para el tratamiento del PTSD.
¿Hay peligros o efectos secundarios?
EMDR debe ser administrado por un profesional capacitado y certificado para reducir la posibilidad de efectos secundarios.
Los efectos secundarios potenciales incluyen sueños vívidos o pesadillas después de una sesión, ya que la mente puede continuar procesando la información durante la etapa REM del sueño (Parnell, 2013). Los clientes deben ser advertidos de la posibilidad de sueños vívidos.
Otros peligros potenciales incluyen la angustia emocional durante una sesión cuando el cliente está reviviendo el evento traumático (Taylor et al., 2003).
Se espera cierta angustia emocional en tipos similares de terapia de exposición, y la angustia suele ser de corta duración. Durante una sesión de EMDR, un cliente puede sentirse peor temporalmente, pero un profesional capacitado podrá utilizar los protocolos de seguridad instalados para evitar una angustia abrumadora en el cliente.
Las sesiones de EMDR tienden a durar el doble que las sesiones de terapia tradicional para que el cliente tenga tiempo de procesar completamente un recuerdo durante una sesión (Shapiro, 2002). Un cliente debe salir de cada sesión sintiéndose más empoderado y más tranquilo de lo que se sintió inicialmente.
¿Funciona para los niños?
EMDR funciona muy bien para los niños, con alguna adaptación.
Los médicos deben explicar el proceso de una manera apropiada para el desarrollo. Sin embargo, dado que EMDR es una terapia basada en los sentidos, puede usarse incluso con niños que no hablan o con diagnóstico de trastornos del espectro autista (Gomez, 2012; Shapiro, 2007).
Los médicos que estén interesados en EMDR para niños deberían considerar leer Terapia EMDR y enfoques complementarios con niños: Trauma complejo, apego y disociación por la Dra. Ana Gómez (2012).
Cómo hacer una sesión de EMDR + proceso
EMDR es un modelo de tratamiento de ocho fases (Shapiro, 2002; Shapiro, 2007; Parnell, 2013).
Las sesiones suelen durar 90 minutos, en lugar de la tradicional sesión de psicoterapia de 45 minutos. Algunos clientes pueden sentir alivio en tan solo seis sesiones de EMDR (Shapiro, 2007).
El modelo de tratamiento incluye la elaboración del historial del cliente, la preparación del cliente, la evaluación, la desensibilización, el escaneo corporal, el cierre y la reevaluación del tratamiento (Shapiro, 2002; Shapiro, 2007). Durante la fase de preparación del cliente, el clínico se asegurará de abordar los protocolos de seguridad de EMDR mediante el establecimiento de imágenes o recuerdos a los que el cliente pueda regresar cada vez que la terapia del trauma se vuelva abrumadora (Parnell, 2013).
Fase uno
La primera fase es tomar la historia del cliente y planificar el curso del tratamiento (Shapiro, 2002; Shapiro, 2007; Parnell, 2013). El clínico está buscando un objetivo adecuado para comenzar la terapia EMDR y cualquier información de fondo que pueda estar causando que continúe el comportamiento desadaptativo (ganancias secundarias).
El médico querrá identificar el recuerdo más angustioso y apuntar a eso primero, ya sea un recuerdo de la primera infancia o un trauma actual. EMDR funciona como un procesamiento secuencial, por lo que cuando se procesa el objetivo correcto, también se abordarán los factores estresantes posteriores.
Fase dos
La segunda fase trata sobre la preparación del cliente (Shapiro, 2002; Shapiro, 2007; Parnell, 2013). Dado que EMDR es un tipo de terapia de trauma, la alianza terapéutica entre el médico y el cliente es crucial. Esta es la fase en la que el clínico involucrará al cliente en el proceso terapéutico y establecerá una relación.
Durante esta fase, el terapeuta explica el proceso EMDR al cliente y le enseñará técnicas para cerrar una sesión incompleta.
fase tres
La tercera fase es la fase de evaluación, cuando el terapeuta y el cliente deciden juntos cuál será el primer recuerdo al que apuntan (Shapiro, 2002; Shapiro, 2007; Parnell, 2013). A menudo, este es el recuerdo más angustioso, pero durante una discusión sobre el trauma, es posible que descubran que un recuerdo de la infancia anterior es la causa principal de la angustia, en cuyo caso ese recuerdo sería el objetivo en su lugar.
El cliente identificará la imagen más angustiosa del evento traumático (como una fotografía) y las creencias negativas asociadas a ese recuerdo. Las creencias positivas, como meta, también pueden incluirse en esta fase. El cliente y el terapeuta discutirán la validez de las cogniciones (VOC), que identifica qué tan realistas son realmente sus creencias negativas.
A menudo, el VOC se omite cuando se trabaja con niños, ya que pueden tener dificultades con este concepto abstracto (Gomez, 2012; Parnell, 2013). También identificarán las unidades subjetivas de perturbación (SUD), que es una medida subjetiva de cuán angustioso es el recuerdo.
El SUD se medirá nuevamente más adelante en el proceso, y así es como el terapeuta podrá identificar cómo el cliente está progresando en el tratamiento. En esta fase se discuten los protocolos de seguridad (identificación de un lugar seguro, persona sabia, etc.) que luego el cliente puede evocar mentalmente durante la cuarta fase.
Fase cuatro
La cuarta fase es la fase de desensibilización, cuando se le pide al cliente que empareje el recuerdo angustioso con la estimulación bilateral dirigida por el terapeuta (Shapiro, 2002; Shapiro, 2007; Parnell, 2013).
Esto es para cambiar el evento traumático de una experiencia sensorial a una experiencia puramente fáctica para que se elimine la emotividad del evento y el cliente pueda recordar los hechos sin sentirse abrumado por sus sentimientos.
En esta fase también se abordan la autoeficacia, la sensación de control y el empoderamiento. El terapeuta debe asegurarse de que el cliente permanezca dentro del lugar de control mientras desafía sus creencias.
Aquí es cuando pueden entrar en juego los protocolos de seguridad; si el cliente comienza a sentirse angustiado por sus recuerdos, puede «traer» a una persona sabia, un animal espiritual u otro avatar para ayudarlo a calmarlo y ayudarlo a navegar con seguridad en su memoria.
Fase cinco
La quinta fase es la fase de instalación, cuando se aborda nuevamente la VOC, para reemplazar las creencias negativas sobre uno mismo por otras más positivas (Shapiro, 2002; Shapiro, 2007).
Fase seis
La sexta fase es el escaneo corporal, cuando se le pide al cliente que recuerde la imagen angustiosa original y ver si todavía hay algún recuerdo sensorial asociado con la imagen (Shapiro, 2002; Shapiro, 2007; Parnell, 2013).
Si todavía hay sensaciones corporales asociadas con la memoria, cualquier memoria somática, la imagen de destino aún no se ha procesado por completo. El cliente y el terapeuta identificarán si el recuerdo simplemente necesita más procesamiento o si hay otro recuerdo objetivo que es más destacado y debe abordarse primero.
Fase siete
La séptima es la fase de cierre. En esta fase se revisan y reinstalan las técnicas de autocontrol aprendidas en una sesión anterior (Shapiro, 2002; Shapiro, 2007; Parnell, 2013). El propósito es devolver al cliente de un estado de inquietud a un estado de equilibrio.
Durante esta fase, se revisan las técnicas de auto-tranquilidad y calma, en caso de que el cliente tenga sentimientos no procesados o para ayudar cuando surgen nuevos factores estresantes. Se le pide al cliente que mantenga un registro de cualquier perturbación, sueño,…