El trastorno depresivo de la personalidad describe la tristeza o el mal humor que dura tanto tiempo que parece ser parte de su personalidad. El término ya no se utiliza en el diagnóstico.
Para algunos, los episodios depresivos van y vienen. Para otros, la depresión se siente como una presencia constante que ha estado en su vida desde que tienen memoria.
El trastorno depresivo de la personalidad es un término obsoleto para la depresión crónica, también llamado trastorno depresivo persistente (PDD) o distimia. Aquí es donde tiene un estado de ánimo deprimido la mayoría de los días durante al menos 2 años.
Debido a que la depresión crónica puede durar tanto tiempo, algunas personas pueden preguntarse: ¿Es la depresión crónica un tipo de personalidad? Los expertos todavía están investigando esta cuestión. Miramos lo que dice la investigación.
El trastorno depresivo de la personalidad es un término diagnóstico obsoleto. Describió la experiencia de características depresivas a largo plazo, como tristeza persistente, pesimismo o baja autoestima.
La afección se consideró un trastorno de la personalidad debido a la naturaleza crónica (a largo plazo) de los síntomas y a que el estado de ánimo depresivo parecía ser una parte permanente de la personalidad de la persona.
Por el contrario, las personas diagnosticadas con trastorno depresivo mayor (MDD) experimentan episodios depresivos que van y vienen con el tiempo.
El trastorno depresivo de la personalidad ya no se usa en el diagnóstico porque los diagnósticos más nuevos, como el PDD, definen y organizan más adecuadamente estos síntomas.
¿Qué dice el DSM?
El trastorno depresivo de la personalidad se incluyó en varias ediciones anteriores del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM). Se incluyó en el DSM-2 y el DSM-4, pero no en el DSM-3, debido a la controversia sobre si el manual debería incluirlo como una condición separada.
El trastorno depresivo de la personalidad no está incluido en la edición actual, la revisión del texto del DSM-5 (DSM-5-TR), porque se superpone significativamente con el diagnóstico de PDD.
Los investigadores no comprenden completamente las causas de la depresión crónica, y su clasificación está en constante evolución. Actualmente, PDD es el diagnóstico más utilizado para la depresión leve crónica.
El trastorno depresivo de la personalidad se describió en el DSM-4 como “un patrón generalizado de cogniciones depresivas [thinking styles] y comportamientos que comienzan en la adultez temprana”.
Para un diagnóstico, la persona habría cumplido con cinco o más de los siguientes criterios la mayoría de los días durante al menos 2 años:
- estado de ánimo típico dominado por la tristeza y la falta de alegría
- perspectiva pesimista
- propenso a la culpa o al remordimiento
- autocrítico y autocrítico
- baja autoestima, o un autoconcepto que se centra en creencias de inutilidad
- melancólico o dado a preocuparse
- crítico y crítico con los demás
El trastorno depresivo de la personalidad se diferenciaba del MDD en que describía características a largo plazo que se consideraban parte de la personalidad de la persona.
En las personas con MDD, la depresión generalmente se presenta en episodios en lugar de persistir durante un período prolongado.
Varios tipos de depresión ocurren episódicamente, incluyendo:
El diagnóstico actual más cercano al trastorno depresivo de la personalidad sería PDD.
Al igual que el trastorno depresivo de la personalidad, el PDD es una condición crónica de síntomas depresivos de leves a moderados, que incluyen baja autoestima, dormir demasiado, fatiga y dificultad para tomar decisiones, todo por más de 2 años.
Los investigadores no entienden completamente qué causa la depresión crónica.
Según la evidencia de personas con PDD, la depresión a largo plazo o una «personalidad depresiva» puede ser causada por varios factores, que incluyen:
- genética
- actividad química cerebral (neurotransmisor), incluyendo serotonina y dopamina
- diferencias estructurales en el cerebro
- condiciones previas de salud mental
- estrés de la vida o trauma pasado
- factores sociales que afectan la salud de una persona
La terapia cognitiva conductual (CBT) y la terapia interpersonal (IPT) son las dos formas de psicoterapia más basadas en la evidencia para tratar a las personas con depresión:
- La TCC lo ayuda a identificar patrones de pensamiento y comportamientos disfuncionales que contribuyen a su depresión
- IPT lo ayuda a abordar cualquier relación interpersonal y habilidades sociales poco saludables.
Un nuevo tipo de tratamiento, el sistema de psicoterapia de análisis cognitivo-conductual (CBASP, por sus siglas en inglés), es la única psicoterapia desarrollada específicamente para tratar la depresión crónica. Es un tratamiento integrador que combina varios aspectos de otras terapias, incluidos los siguientes enfoques:
- cognitivo
- conductual
- interpersonales (relaciones y factores sociales)
- psicodinámica (las raíces psicológicas de las dificultades de salud mental)
CBASP lo ayuda a desarrollar un sentimiento de seguridad personal en sus relaciones, sanar traumas interpersonales y mejorar cualquier patrón de evitación interpersonal.
Su médico también podría sugerir medicamentos si corresponde. Los medicamentos antidepresivos modernos se dividen en dos categorías principales:
- inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
- Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN)
El trastorno depresivo de la personalidad es un trastorno de la personalidad con características depresivas, como tristeza crónica, baja autoestima o pesimismo. Las características depresivas son crónicas y parecen más rasgos de personalidad que depresión que ocurre en episodios.
El trastorno depresivo de la personalidad ya no figura como diagnóstico en el DSM-5, en parte debido a su superposición con el trastorno depresivo persistente.
Si se siente crónicamente deprimido, a menudo ayuda hablar con un profesional de la salud mental. Un terapeuta puede ayudarlo a superar los pensamientos y comportamientos inútiles que podrían contribuir a su depresión, y un psiquiatra puede recomendarle medicamentos, si corresponde.
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