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Si le das una casa a una mujer, ella la convertirá en su hogar.
Dadle una semilla, ella os dará hijos.
Dale alegría, ella te dará paz.
Dale el infierno, ella hará de tu vida un infierno.
Dale respeto, ella te reconocerá como el jefe.
Dale apoyo, ella te será leal.
Hazle un cumplido, ella tendrá confianza y te hará sentir orgulloso.
Dale tu amor, tendrás su amor eterno.
Las mujeres no quieren amor, necesitan ser amadas.
Las mujeres harán todo lo posible para encontrar el amor; son como un reproductor de DVD; cualquier cosa que pongas dentro se reproducirá para ti.
Ten cuidado con lo que siembras porque lo cosecharás en abundancia. Una mujer amargada es peligrosa, pero una mujer feliz te entregará su mundo.
Aprecia a tu esposa y a las buenas mujeres que te rodean.
Las mujeres no son tu control remoto. Debes cubrirla, no exponer su debilidad y aprovecharte de su sensibilidad. Las buenas mujeres son raras, si encuentras una, asegúrate de adorarla.
Las mujeres son complejas, pero serás el hombre más feliz del mundo si te tomas el tiempo para conocerla.
El cuerpo y la inmunidad de una mujer cambian. Una transición de mujer soltera a madre es mucho; pasar de la menstruación a la menopausia es drástico y lo cambia todo, así que ten paciencia con tu mujer.
Hay una recompensa para un esposo que se preocupa y ama a su esposa de la misma manera que Dios ama a su iglesia.
Escribí este artículo para animar a nuestros hombres.
A nosotras, las mujeres, a veces puede resultar difícil amarnos, pero como dice la Biblia: “Dos son mejores que uno porque obtienen una buena recompensa por su trabajo”. ~ Eclesiastés 4:9-12
Nos necesitamos unos a otros para sobrevivir.
~
autor: Misericordia Balogun
Imagen: oh_long_leslie/Instagram
Editora: Anjelica Ilovi.