La vida de las personas con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) puede parecer contradictoria y caótica. Suelen ser muy emotivos y tienen dificultad para regular la expresión de sus emociones, lo que les lleva a sentirse fuera de control. Sin embargo, a menudo no confían en sus respuestas emocionales y tienen expectativas altas e inalcanzables para sí mismos. En un momento, pueden estar desesperados por recibir ayuda y querer darse por vencidos, mientras que en otros momentos parecen hábiles y capaces. A menudo, las personas con TLP experimentan un estrés constante con reacciones emocionales inmediatas y extremas, pero reprimen la expresión de pena y tristeza.
Hay muchas teorías que se han desarrollado a lo largo de los años para explicar las experiencias conductuales y emocionales de las personas con TLP. Los dilemas dialécticos descritos por Marsha Linehan, Ph.D., en su libro Tratamiento Cognitivo-Conductual del Trastorno Límite de la Personalidad, no se consideran universales. Sin embargo, en su desarrollo de DBT, encontró tres dilemas dialécticos comunes que experimentan las personas con TLP. Estos 3 dilemas están definidos cada uno por sus polos opuestos. El proceso de investigar y sintetizar estas características y comportamientos aparentemente contradictorios a menudo ayuda a las personas con TLP a comprender comportamientos problemáticos como las autolesiones.
Las tres dimensiones dialécticas incluyen la vulnerabilidad emocional frente a la autoinvalidación, la pasividad activa frente a la competencia aparente y la crisis implacable frente al duelo inhibido.
Vulnerabilidad emocional versus autoinvalidación
La vulnerabilidad emocional es una sensibilidad extrema a los estímulos emocionales. Esta es la persona que tiene reacciones emocionales fuertes y persistentes incluso ante eventos pequeños. Las personas emocionalmente vulnerables tienen dificultades con cosas como la modulación de las expresiones faciales, la acción agresiva y las preocupaciones obsesivas. En el otro extremo del polo dialéctico está la autoinvalidación. La auto invalidación implica descartar las propias experiencias emocionales, buscar en los demás reflejos precisos de la realidad y simplificar demasiado los problemas y sus soluciones. La combinación de estas dos características lleva a simplificar demasiado los problemas y cómo lograr las metas y a la vergüenza extrema, la autocrítica y el castigo cuando las metas no se cumplen.
Pasividad activa versus competencia aparente
La pasividad activa es la tendencia a abordar los problemas de la vida con impotencia. Bajo estrés extremo, un individuo exigirá que el entorno y las personas del entorno resuelvan sus problemas. La competencia aparente, por otro lado, es la capacidad de manejar muchos problemas de la vida cotidiana con destreza. A menudo, las personas con TLP son apropiadamente asertivas, capaces de controlar las respuestas emocionales y exitosas para hacer frente a los problemas. Estas competencias, sin embargo, son extremadamente inconsistentes y dependen de las circunstancias. El dilema de la pasividad activa y la competencia aparente deja al individuo sintiéndose impotente y desesperanzado con necesidades impredecibles de asistencia y miedo a quedarse solo para fracasar.
Crisis implacable versus duelo inhibido
Con la crisis implacable, los eventos estresantes repetitivos y la incapacidad de recuperarse completamente de uno antes de que ocurra el otro, dan como resultado comportamientos urgentes como intentos de suicidio, autolesiones, beber, gastar dinero y otros comportamientos impulsivos. El duelo inhibido es la tendencia a evitar las reacciones emocionales dolorosas. La crisis constante conduce a traumas y emociones dolorosas, que el individuo intenta evitar frenéticamente.
Estos tres dilemas dialécticos comunes pretenden ayudar al terapeuta a comprender y relacionarse con la experiencia del individuo. Aunque Linehan desarrolló originalmente el concepto de estos dilemas en su trabajo con personas con TLP, la DBT se usa actualmente con éxito con personas con una amplia variedad de problemas. Es probable que estos dilemas sean relevantes para una amplia variedad de personas.
Linehan M. Tratamiento cognitivo conductual del trastorno límite de la personalidad. Nueva York: Guilford Press, 1993.