Síntomas específicos de la fobia: los efectos mentales y físicos de las fobias

Una fobia específica es un miedo intenso a un objeto o situación. Las fobias implican síntomas tanto de ansiedad como de evitación.

Las fobias no son solo miedos extremos, son miedos irracionales. Esto significa que los sentimientos de ansiedad son mayores que el verdadero peligro que plantea el objeto o la situación.

Por ejemplo, si le temen a las alturas, es posible que sienta ansiedad extrema o pánico si sube al décimo piso de un edificio de oficinas. Este sería un miedo irracional, ya que el edificio tendría múltiples medidas de seguridad para mantenerlo a salvo.

Las fobias específicas están muy extendidas. De hecho, son uno de los trastornos de ansiedad más comunes en los Estados Unidos y afectan a aproximadamente 19 millones de adultos, o el 8,7 por ciento de la población.

Este artículo analiza los síntomas de las fobias específicas, los tipos más comunes y otras afecciones relacionadas con las fobias.

Si tienes una fobia específica, probablemente te des cuenta de que tus miedos son irracionales. Sin embargo, enfrentar o incluso pensar en enfrentar el objeto o la situación puede provocar un ataque de pánico o una ansiedad intensa.

Los síntomas de las fobias específicas suelen aparecer por primera vez en la adolescencia o la edad adulta, con un inicio medio a los 7 años. Los miedos de los niños a menudo desaparecen por sí solos, pero en algunos persisten hasta la edad adulta.

Según la última edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), los síntomas asociados con las fobias específicas (miedo, ansiedad y evitación) persisten durante 6 meses o más. Sin tratamiento, pueden persistir durante años o décadas.

Sus síntomas pueden variar de leves a severos. La frecuencia con la que surgen depende en parte de la frecuencia con la que te encuentres con el objeto o la situación temidos. Incluso si los encuentros son raros, la anticipación de este evento puede provocar una respuesta ansiosa.

Al igual que con otros trastornos de ansiedad, los síntomas de las fobias específicas pueden ser tanto físicos como psicológicos.

En las personas con fobia, ver o pensar en un objeto o situación temida activa el sistema de defensa del cuerpo, conocido como respuesta de lucha o huida.

Esta es una respuesta natural en humanos y animales. Su objetivo es preparar el cuerpo para el peligro. Esta respuesta se activa cuando el cuerpo cree que detecta una amenaza.

Los síntomas físicos comunes relacionados con las fobias específicas incluyen:

  • Palpitaciones del corazón
  • transpiración
  • sacudida
  • escalofríos o sofocos
  • dificultad para respirar o sensación de asfixia
  • dolor o malestar en el pecho
  • sintiendo náuseas
  • mareo
  • sentirse mareado
  • desmayo

Los niños pueden expresar su ansiedad de manera diferente a los adultos con comportamientos que incluyen:

  • llanto
  • rabietas
  • congelarse o quedarse muy quieto a pesar de sentirse muy ansioso por dentro
  • aferrarse a un cuidador

Los síntomas psicológicos de las fobias específicas incluyen:

  • una sensación de peligro inminente o fatalidad
  • sintiendo la necesidad de escapar
  • incomodidad intensa
  • miedo a perder el control
  • una sensación de que las cosas son irreales, conocida como despersonalización

Algunas personas a menudo evitan situaciones o lugares donde pueden encontrar su miedo.

Las fobias pueden afectar significativamente su vida laboral, social y familiar, y sus relaciones.

Por ejemplo, una fobia puede impedirle visitar parques por miedo a los perros, o puede rechazar un ascenso porque el nuevo puesto implica viajar en tren o avión.

La evitación y la anticipación ansiosa de la situación temida pueden conducir a una angustia significativa por tener la fobia en primer lugar.

Incluso puede conducir a la vergüenza y la culpa, especialmente si descubre que los demás no entienden sus sentimientos.

Los trastornos de ansiedad, que incluyen fobias específicas, son muy comunes. De hecho, los Institutos Nacionales de Salud Mental (NIMH) estiman que casi un tercio de los adultos en los Estados Unidos experimentarán un trastorno de ansiedad durante su vida.

Algunas fobias específicas son más comunes que otras. Las mujeres tienen el doble de probabilidades de tener fobias específicas que los hombres.

Según la Asociación Estadounidense de Ansiedad y Depresión (ADAA) y el NIMH, las fobias específicas comunes incluyen el miedo a:

  • animales, como arañas, serpientes, perros o insectos
  • alturas
  • volador
  • recibiendo inyecciones
  • sangre
  • gérmenes
  • trueno
  • conduciendo
  • transporte público
  • ascensores
  • procedimientos dentales o médicos

Es común que las personas tengan múltiples fobias específicas. Según el DSM-5, alrededor del 75 por ciento de las personas con fobia específica temen a más de una situación u objeto, con un promedio de tres miedos.

No todas las fobias son fobias específicas. El NIMH describe las siguientes condiciones como trastornos relacionados con la fobia:

  • El trastorno de ansiedad social, anteriormente conocido como fobia social, es un miedo intenso a las situaciones sociales o situaciones de desempeño.
  • La agorafobia es el miedo a estar en una situación en la que puede resultarle difícil escapar. Esto puede incluir espacios abiertos, espacios cerrados o transporte público.
  • El trastorno de ansiedad por separación implica una ansiedad intensa por estar separado de una figura de apego importante en su vida.

Para algunas personas, los síntomas pueden explicarse por un trastorno de ansiedad diferente, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) o el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Tener una fobia específica puede predecir el desarrollo de otros trastornos de ansiedad, estado de ánimo o uso de sustancias. Dicho esto, las fobias específicas son tratables y el tratamiento temprano puede reducir el riesgo de otras afecciones de salud mental.

La buena noticia es que las fobias se pueden tratar fácilmente con métodos de relajación y terapias conductuales.

Aunque no siempre podemos evitar que nuestra ansiedad aparezca, podemos tomar medidas para notar nuestros síntomas y recuperar el control cuando surjan.

Muchas personas encuentran que hablar con un terapeuta puede ayudar. Puede hacerlo de la manera que mejor le convenga, ya sea en persona, por teléfono o mediante un chat de video.

Además, muchas personas consideran que la terapia cognitiva conductual (TCC) y la terapia de exposición son eficaces para superar sus miedos y reforzar la idea de que la situación temida es segura.

Infórmese sobre los tratamientos para las fobias específicas aquí.