Síndrome del ala rota. ~ Raechel Kléber |

Me gustaría que todos los que me rodean tuvieran éxito.

Me gusta la idea de que todas las personas que amo y me importan sean increíblemente felices.

Mi madre ve esto como el «síndrome del ala rota». Ella piensa que me atraen los necesitados, las personas a las que puedo “arreglar”, personas en las que centrarme para que yo pueda dejar de centrarme en mí mismo.

Otras personas pueden parecernos mucho más importantes que nosotros mismos. Hacer esto nos da una sensación de control; Al ayudar a los demás creemos que nos estamos ganando el respeto, la admiración y el amor de la otra persona.

Después de todo, ¿quién no quiere sentir amor?

A veces pensamos que podemos lograrlo haciendo de otra persona nuestra propia historia de éxito personal. Al confiar nuestra identidad a otra persona, basamos toda nuestra victoria o la falta de ella en esa persona.

Sin embargo, en el proceso es fácil perder el contacto con nosotros mismos. Nos olvidamos de nuestras propias metas y ambiciones mientras defendemos las de otros.

¿Cómo ponemos límites para no perdernos?

Anhelamos aceptación, no soportamos no tener poder sobre lo que sucede en nuestras vidas; entonces, ¿por qué no centrar nuestra atención en alguien más a quien podamos dedicar todo nuestro tiempo? Es una sensación de seguridad saber que somos tan buenas personas porque aquí estamos, ayudando a alguien más a encontrar su lugar en el mundo.

Él siente como la compasión, pero en realidad a veces es una forma de proyectar nuestras propias inseguridades en otra persona; una vez que nos agotamos, en realidad no es culpa nuestra.

Cuando nos agotamos dedicando demasiada energía a otro, nos convertimos en víctimas.

De esta manera, en realidad no nos hacemos responsables de nosotros mismos. También nos da algún tipo de “retención” sobre dicha persona; después de todo, ¿quién podría dejarnos después de que hayamos hecho? entonces mucho para ellos?

No creemos que estemos haciendo cosas por esta persona para “recuperar” algo a cambio… pero tenemos que admitir que un poco de lealtad ayuda mucho.

Establecer límites es muy desafiante; Sólo quiero ayudar a todos. Sólo quiero no pensar en mí mismo, sólo quiero que esta persona admire mi buena voluntad y mi altruismo. No quiero que este sentimiento desaparezca.

Por la presente me prometo:

>> Practicar ser amable en lugar de tener razón y tener control.
>> Empezar a poner límites y depender de mí mismo para el reconocimiento y la autoafirmación.
>> Dejar de estar tan disponible y estar disponible para mí mismo.
>> Para asegurarme de poder llenar mi taza en lugar de intentar llenar la de los demás
>> Dejar de crearme expectativas poco realistas
>> Ser consciente de mi realidad y ofrecer mi apoyo de manera sostenible.
>> Para empoderarme sin dejar de cuidar de mí y de los demás
>> Dejar de sentirme culpable por atender mis propias necesidades
>> Para darme cuenta de mi valor

¿Te encanta el elefante y quieres tener una relación estable?

¡Suscríbase a nuestros boletines informativos diarios y semanales (seleccionados)!

Editor: Catherine Monkman

Foto: Tim Pierce/Flickr