El sesgo de atribución egoísta explica por qué nos atribuimos el mérito de nuestros éxitos pero atribuimos nuestros fracasos a causas externas.
Todos los días nos enfrentamos a varios acontecimientos a los que atribuimos significado y, a veces, una «fuente» de ese significado.
Atribuimos internamente (nosotros mismos) o externamente (alguien o cosa excepto nosotros mismos) la causa de estos hechos. Si tiende a atribuir los eventos internamente cuando tiene éxito, pero externamente cuando las cosas no salen como esperaba, está exhibiendo un sesgo egoísta.
Un estudio de 2017 define el sesgo egoísta como un fenómeno en el que nos damos crédito a nosotros mismos por los sucesos positivos (nuestros éxitos) pero culpamos a otros o a factores externos cuando ocurren eventos adversos (nuestros fracasos percibidos).
Por ejemplo, cuando tenemos una autopercepción positiva de recibir crédito por nuestros logros, esto puede mejorar nuestro bienestar mental.
Por el contrario, si tiene una autopercepción negativa o insegura, puede verse a sí mismo de una manera que no es realista y puede dejarlo cerrado al crecimiento personal.
¿Qué es el sesgo egoísta en la ética?
El sesgo egoísta desde un punto de vista ético se define, en parte, por anteponer sus intereses a los de los demás al tomar decisiones.
También puede influir en su capacidad para tener una perspectiva imparcial de las situaciones porque está buscando información o perspectivas que coincidan con su punto de vista.
El sesgo egoísta puede proteger su autoestima e intereses personales. Puede comportarse públicamente de maneras que sean deseables para los demás para ayudar a aumentar su autoestima y protegerse de los juicios.
Escenario de sesgo egoísta
Por ejemplo, estudias mucho para un examen en la clase de álgebra y apruebas. Puede atribuir la aprobación de la prueba a sus habilidades y trabajo duro, una atribución interna.
Sin embargo, en esa misma clase de álgebra, tienes una nota baja. Puede atribuir esa mala calificación a que el profesor no le cae bien en lugar de a su habilidad, una atribución externa.
Investigación y experimentos
Un experimento de 2022 examinó el sesgo egoísta entre 1320 corredores de maratón en un evento de carreras de larga distancia. Los investigadores propusieron que los corredores usaran el sesgo egoísta como un mecanismo de afrontamiento cuando no se desempeñaban tan bien como les hubiera gustado.
Los autores del estudio encontraron que su hipótesis era precisa. Los atletas que registraron peores tiempos oficiales de finalización tenían más probabilidades de autoinformar tiempos sesgados en una entrevista posterior a la carrera.
Un estudio de 2018 analizó cómo funciona el sesgo egoísta entre los estudiantes en China.
En este estudio, los resultados de las pruebas de algunos estudiantes fueron públicos. Otro grupo solo tuvo acceso a los resultados de sus pruebas.
Esta investigación sugirió que el sesgo egoísta puede estar presente en entornos públicos donde existe una comparación abierta con los demás. Los estudiantes de este estudio tendieron a atribuir resultados adversos en la prueba a factores externos.
Motivaciones
Investigaciones anteriores han mencionado varias motivaciones comunes para el sesgo egoísta, que incluyen:
- auto-mejora
- autopresentación
- compensando las expectativas
- conciliación del autoesquema
- justificando el comportamiento
- varios estándares de prueba
¿En qué entornos es común?
El sesgo egoísta es típico en muchos entornos.
Por ejemplo, digamos que te desempeñas bien en una tarea en el trabajo y atribuyes ese éxito a tu habilidad y trabajo duro, pero luego culpas a tus compañeros de trabajo por el mal desempeño general del equipo.
En este escenario, podría estar eludiendo la responsabilidad de su parte en el equipo para proteger su imagen.
Algunas configuraciones típicas para el sesgo egoísta:
- trabajar
- escenarios políticos
- atletismo
- escuela
El sesgo egoísta se ha relacionado con varias afecciones de salud mental.
Por ejemplo, un estudio de 2020 encontró que el sesgo de autoservicio tendía a ser mayor en personas con trastornos del espectro de la esquizofrenia en comparación con controles sanos, especialmente personas con síntomas de delirio.
Sin embargo, el sesgo egoísta podría ser un mecanismo de supervivencia para las personas con esquizofrenia. A menudo, las personas no son conscientes de un episodio psicótico y están más angustiadas por ser retiradas de sus actividades diarias y hospitalizadas.
La atribución positiva podría ser un esfuerzo por probar la verdad de una alucinación, y la atribución negativa podría estar relacionada con delirios de persecución.
La investigación de 2012 también sugiere que el sesgo egoísta está muy presente entre las personas con tendencias narcisistas.
Las personas con comportamientos de grandiosidad pueden tender a hacer más atribuciones internas de los éxitos para ayudar a aumentar su autoestima e imagen.
El sesgo egoísta puede existir para ayudarnos a celebrar nuestros logros y preservar nuestro sentido de identidad cuando las cosas no salen como queremos. El sesgo egoísta se expande a través de muchos contextos, culturas y situaciones.
Demografía
La investigación de 2004 sugiere que los niños de 8 a 11 años y las personas de 55 años o más tienen comportamientos asociados con el sesgo egoísta.
Además, algunas investigaciones de 2021 indican que el sesgo egoísta está más presente en culturas individualistas como los Estados Unidos en comparación con culturas más colectivistas como China o Japón.
Esta diferencia puede explicarse por el énfasis en la independencia en las culturas occidentales que no es prominente en las culturas orientales.
Si bien a menudo se usa como un mecanismo de protección, el sesgo egoísta también puede tener sus desventajas, que incluyen:
- relaciones tensas
- incapacidad para escuchar y aplicar comentarios constructivos
- falta de crecimiento personal por no ser consciente o aceptar las faltas
- dificultad para hacer lo mejor para el grupo o equipo
El sesgo egoísta puede limitar su capacidad de aceptar la responsabilidad de sus acciones cuando las cosas no salen según lo planeado.
Además, puede causar relaciones tensas cuando sus intereses son solo para su propio beneficio y no para el beneficio de un grupo o equipo en entornos específicos.
El sesgo egoísta cumple muchas funciones en varios contextos y entornos.
Los sesgos de atribución pueden ayudarlo a preservar su autoconcepto, especialmente en entornos públicos. También puede ayudar a aumentar la autoestima, el respeto por uno mismo y la salud mental cuando nos damos crédito por nuestros logros.
Pero también puede causar efectos perjudiciales. El uso excesivo del sesgo egoísta puede dejarlo cerrado a la crítica constructiva, inhibiendo potencialmente el crecimiento personal y disminuyendo su empatía hacia los demás, dañando las relaciones.
Saber cómo funciona el sesgo egoísta y aprender a ser consciente de él puede ayudarte a mejorar tus relaciones con los demás y fortalecer tu inteligencia emocional.