Sesgo: definición, ejemplos y tipos
¿Qué son los prejuicios, por qué se desarrollan y cómo nos afectan? Descubra formas de descubrir y desafiar sus propios prejuicios.
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Todos tenemos prejuicios: son parte de la naturaleza humana. Los prejuicios pueden aprenderse, es decir, se nos enseñan en el contexto de nuestra sociedad y cultura, o pueden ser innatos, es decir, nacemos con ellos. Ya sean conscientes o inconscientes, los prejuicios pueden ser lo suficientemente fuertes como para afectar nuestros pensamientos, comportamientos y decisiones. Por ese motivo, es importante explorar los diferentes tipos de prejuicios, ejemplos de prejuicios y cómo podemos volvernos más conscientes de nuestros propios prejuicios.
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¿Qué son los sesgos? (Una definición)
El sesgo puede definirse como una predisposición o preferencia por una persona, un grupo o una perspectiva en particular. Por lo general, no se basan en hechos ni en razones, sino en una combinación de factores como la edad, el género, la raza, la cultura, la experiencia personal y otros. Como no se basan en hechos, los sesgos a menudo pueden dar lugar a un trato injusto hacia una persona o un grupo de personas. Gordon Allport, autor de “La naturaleza del prejuicio”, explica que el sesgo es el resultado de nuestra tendencia muy humana a clasificar a las personas en categorías para procesar rápidamente la información y dar sentido al mundo que nos rodea (Allport, 1954).
¿De dónde surgen los sesgos?
La experiencia personal es otro medio a través del cual podemos formar prejuicios. Por ejemplo, si tenemos experiencias negativas con una persona perteneciente a un grupo en particular, esas experiencias pueden influir en nuestras percepciones y comportamientos hacia otra persona de ese grupo que conozcamos en el futuro.
Por último, los procesos cognitivos también pueden conducir al desarrollo de sesgos. Los sesgos cognitivos, que se analizarán con más detalle más adelante, a veces pueden hacer que ignoremos información que contradice nuestras creencias existentes en favor de “atajos” mentales. Los sesgos cognitivos pueden conducir a juicios y tomas de decisiones propensos a errores que no se basan en hechos.
Tipos de sesgos
Sesgo implícito
El término “sesgo implícito” se refiere a nuestras actitudes hacia personas o grupos que actúan sin nuestro conocimiento consciente (Perception Institute, sf). Lamentablemente, esto significa que nuestros sesgos implícitos a menudo pueden preceder a nuestro comportamiento consciente, que normalmente se basa en nuestros valores. Ser conscientes de los riesgos de nuestros sesgos implícitos puede ayudarnos a evitar actuar de una manera que no se alinee con nuestros valores.
Sesgo explícito
El sesgo explícito puede considerarse como la noción típica de sesgo, es decir, que una persona es consciente de sus percepciones y actitudes hacia ciertos grupos (Fridell, 2013). Los sesgos explícitos pueden ser perjudiciales porque conducen a un comportamiento discriminatorio, perpetúan desigualdades sistémicas y tienen un impacto negativo general en la salud mental y el bienestar de quienes son objeto de discriminación.
Ejemplos de sesgos
- Sesgo de género se refiere al acto de favorecer a un género sobre otro, basándose en la identidad de género real o percibida de la persona.
- Prejuicio racial consiste en emitir juicios sobre una persona basándose únicamente en su raza y a menudo se basa en estereotipos raciales.
- Sesgo de edad Es la tendencia a preferir un grupo de edad sobre otro y, a menudo, implica discriminación contra las personas mayores. Sin embargo, puede ocurrir en ambos sentidos.
Sesgos inconscientes
- Sesgo de afinidad, o sesgo de similitud, es la tendencia a preferir a personas que tienen antecedentes, intereses y creencias similares.
- Sesgo de belleza Es cuando una persona que se considera atractiva o atractiva recibe un trato especial.
- El Efecto halo ocurre cuando permitimos que las impresiones positivas de una persona en un área influyan en nuestra opinión sobre ella en otras áreas.
- El Efecto cuernos Está relacionado con el efecto Halo porque ocurre cuando permitimos que nuestra percepción de alguien se vea injustamente influenciada por un solo rasgo negativo.
Algunos de estos prejuicios pueden ser inofensivos en general. Sin embargo, cuando estos prejuicios inconscientes se aplican a la raza, el género, la orientación sexual, etc., pueden volverse problemáticos y afectar la forma en que tratamos a ciertos grupos a nivel social e institucional. Vea el video a continuación para aprender cómo explorar y superar nuestros prejuicios puede ayudarnos. Sé más compasivo.
Vídeo: All of Us, un vídeo premiado de nuestro curso sobre sesgos inconscientes
Sesgos cognitivos
- Sesgo de confirmación es La tendencia a buscar intencionalmente información que confirme nuestras creencias existentes mientras ignoramos la que las contradice. Este sesgo puede ser particularmente fuerte cuando tenemos sentimientos fuertes sobre un tema o tenemos un interés personal en el resultado.
- Sesgo de disponibilidad Es cuando nos basamos en información a la que se puede acceder fácilmente o que está disponible de inmediato. Esto puede llevarnos a sobrestimar la probabilidad de que ocurran eventos poco frecuentes o a subestimar la probabilidad de que ocurran eventos más comunes.
- Sesgo de anclaje Se produce cuando nos basamos demasiado en la primera información que recibimos a la hora de tomar decisiones. Esto puede llevarnos a confiar demasiado en las primeras impresiones o en datos que no siempre son precisos.
- Sesgo de encuadre Esto ocurre cuando nos dejamos influenciar por la forma en que se presenta o enmarca la información. Esto puede llevarnos a tomar decisiones en función de si las opciones se presentaron con connotaciones positivas o negativas.
- Sesgo de retrospección Es la tendencia a creer que los acontecimientos pasados eran más predecibles de lo que realmente fueron. Es posible que hayas oído el dicho “la retrospectiva es perfecta”, lo que significa que cuando miramos atrás las respuestas parecen más claras que en su momento.
Vídeo: 12 sesgos cognitivos explicados: cómo pensar mejor y de forma más lógica Cómo eliminar los sesgos
Investigación sobre sesgos
Los psicólogos se han preguntado durante mucho tiempo sobre las formas en que los prejuicios afectan nuestras percepciones y comportamientos. Varios estudios han analizado las formas en que los prejuicios influyen en el lugar de trabajo. Por ejemplo, es bien sabido que las personas que se consideran convencionalmente atractivas tienen más probabilidades de ser entrevistadas para trabajos y, posteriormente, contratadas (Busetta et al., 2013), e incluso de avanzar más rápido en sus carreras (Chung y Leung, 1988; Hosoda et al., 2003) y ganar salarios más altos (Fletcher, 2009) que aquellas que se consideran poco atractivas. Diferentes tipos de psicólogos tienen diferentes teorías sobre por qué ocurre esto.
Los psicólogos sociales afirman que las personas atractivas son percibidas como más inteligentes, más amigables y más saludables, mientras que las personas poco atractivas son percibidas como aburridas, introvertidas y menos confiables (Langlois et al., 2000). Por otro lado, los psicólogos evolucionistas sostienen que este sesgo se reduce a la preferencia sexual. Debido a que los humanos normalmente tenemos una preferencia sexual por alguien que consideramos físicamente atractivo, es más probable que lo elijamos y discriminemos a las personas que no nos resultan atractivas, es decir, por las que tenemos una preferencia sexual (Langlois et al., 2000). Independientemente del razonamiento, este es un sesgo importante que debemos tener en cuenta, porque en realidad no se puede juzgar el carácter o las habilidades de una persona en función de su atractivo percibido.
Es importante señalar que incluso la investigación en sí misma puede estar sesgada. Por ejemplo, la población que se representa con mayor frecuencia en las investigaciones es WEIRD: blanca, educada, industrializada, rica y democrática. Esto nos lleva a preguntarnos si los resultados de los estudios son generalizables a otras culturas, grupos étnicos, grupos socioeconómicos y más. Es fundamental que la investigación se realice con muestras diversas para que podamos entender mejor nuestras diferencias y similitudes.
Sesgo vs prejuicio
Los términos sesgo y prejuicio suelen usarse indistintamente, pero en realidad se refieren a cosas diferentes. El sesgo se refiere a una preferencia o inclinación hacia una determinada persona, cosa o idea, mientras que el prejuicio se refiere a una opinión o actitud preconcebida sobre un grupo de personas. Por ejemplo, una persona puede tener un sesgo hacia la contratación de candidatos que hayan ido a la misma universidad que ella, mientras que tiene un prejuicio contra las personas que pertenecen a un determinado grupo racial o étnico.
Sesgo vs. estereotipo
Sesgos en la atención sanitaria
Los sesgos en la atención sanitaria se refieren a las formas en que las creencias, los prejuicios y los estereotipos personales pueden influir en la calidad de la atención que reciben las personas. Estos sesgos pueden surgir en distintos niveles del sistema de atención sanitaria, desde los proveedores de atención sanitaria individuales hasta las políticas y prácticas institucionales.
Un ejemplo de sesgo en la atención médica es el sesgo racial, que puede generar disparidades en la calidad de la atención que reciben las personas en función de su raza o etnia. Por ejemplo, los estudios han demostrado que los pacientes negros tienen menos probabilidades de recibir un tratamiento adecuado para el dolor (Sabin y Greenwald, 2012) en comparación con los pacientes blancos, incluso cuando se controlan factores como la gravedad del dolor y otras afecciones médicas. Esto puede dar lugar a peores resultados de salud para los pacientes negros y perpetuar las desigualdades sistémicas en la atención médica.
El sesgo de género también se manifiesta en el ámbito de la atención sanitaria, lo que puede dar lugar a disparidades en la calidad de la atención que reciben las personas en función de su presentación de género. Por ejemplo, las mujeres pueden tener menos probabilidades de recibir pruebas de diagnóstico adecuadas para ciertas enfermedades, como las cardiopatías, debido a la suposición de que tienen menos probabilidades de padecerlas que los hombres (Kent et al., 2012). Esto puede dar lugar a diagnósticos tardíos y resultados sanitarios negativos para las mujeres.
Es importante que los proveedores y las instituciones de atención médica sean conscientes de estos sesgos y tomen medidas para abordarlos. Esto puede incluir la implementación de capacitaciones…