Sal con alguien que se sienta como en casa

Foto de João Silas en Unsplash

Sal con alguien que no te haga cuestionar quién eres. Constantemente nos muestran imágenes de cómo podemos lucir mejor, actuar mejor y parecer más juntos. Se nos muestra activamente que, por alguna razón, no importa lo que hagamos, nunca seremos lo suficientemente buenos. Sal con alguien que no te haga sentir que necesitas cambiar. Sal con alguien que vea las pequeñas cosas de ti y las ame. Sal con alguien que te haga darte cuenta de que tú, tal como eres, es suficiente.

Sal con alguien que se presente por ti. Todos tenemos días malos. Todos tenemos momentos en los que no somos tan estelares. Todos tenemos esos momentos en los que queremos tirar la toalla y simplemente volver a la cama. Sal con alguien que esté ahí en esos días realmente malos. Sal con alguien que venga a traerte un helado y te permita desahogarte. Sal con alguien que esté ahí cuando lo necesites.

Sal con alguien que te permita estar quieto. Todo en la vida avanza a un ritmo constante y a medida que envejecemos casi parece que las cosas van aún más rápido. Un día estás en la universidad estudiando teorías médicas y al día siguiente parece que en realidad eres médico. La vida no se detiene incluso cuando realmente lo deseas. Sal con alguien que te permita simplemente sentarte y ponerte al día contigo mismo. Sal con alguien que permita esos momentos de tranquilidad y entienda que es para recargar energías. Sal con alguien que pueda sentarse contigo en un cómodo silencio y simplemente tomar tu mano.

Sal con alguien que te haga sentir como si no estuvieras loco. ¿Levanta la mano si alguna vez te han tachado de loco? Probablemente todos nosotros. Pero la locura es subjetiva. La definición de locura de una persona no es igual a la de otra. Podrían haberte etiquetado como loco por algo que en realidad es totalmente normal. Sino porque alguien más no le devolvió los mismos sentimientos; BOOM loco. Sal con alguien que quiera tu versión de «loco». Sal con alguien que te permita decir lo que sea y no te juzgue por ello.

Sal con alguien en quien puedas confiar. Con el uso de aplicaciones de citas y el miedo constante a perderse algo, es difícil saber si tu pareja estará contigo a largo plazo. Debido a que todo está tan disponible hoy en día, si buscas constantemente la mejor opción, es probable que puedas encontrarla muy fácilmente. Sal con alguien que sabes que está ahí para ti. Sal con alguien que haga que la confianza parezca algo natural. Sal con alguien que nunca te haga preguntarte si está buscando algo mejor porque para él no hay nada mejor que tú.

Sal con alguien que se sienta como en casa. Conoces esa sensación cálida que sientes en el pecho cuando cruzas la puerta después de un largo día. La sensación de pura y absoluta alegría de poder ponerte el pijama y ver lo que quieras en Netflix. Es una sensación de seguridad que tienes porque estás en tu espacio y tiene todas tus cosas. Sal con alguien así. Sal con alguien que sienta como refugio después de un día muy largo. Sal con alguien que te brinde la misma seguridad.

Porque si sales con alguien así, nunca pondrás tu corazón en las manos equivocadas.