Rutina: definición, ejemplos y consejos
Tener una rutina puede ser enormemente beneficioso para el bienestar y el logro de objetivos. Conozca más sobre qué es una rutina y cómo puede comenzar a desarrollarla.
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Desarrollar rutinas saludables puede ayudarnos a mejorar nuestro bienestar, facilitar el logro de nuestras metas y ayudarnos a alcanzar nuestro máximo potencial. Muchas de las personas más exitosas, como Jeff Bezos, Stephen King y Beyoncé, atribuyen su éxito a sus rutinas. Veamos qué es exactamente una rutina y qué puedes hacer para cultivar tus propias rutinas óptimas.
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¿Qué es la rutina? (Una definición)
Una rutina puede definirse como una secuencia repetida de comportamientos que no requieren esfuerzo consciente ni pensamiento y que minimizan la variabilidad impredecible de la vida cotidiana. En otras palabras, una rutina es una serie de acciones que realizas automáticamente todos los días. Por ejemplo, puedes tener una rutina matutina en la que te levantas de la cama, te preparas una taza de café, te duchas y te estiras, todo ello sin tener que tomar ninguna decisión sobre qué acciones realizarás y en qué orden.
Por qué es importante la rutina
La rutina aumenta la previsibilidad
Los seres humanos deseamos de manera innata la previsibilidad. Quizá conozcas el viejo dicho de que las personas somos “criaturas de hábitos”. Tendemos a encontrar estresantes el caos y la imprevisibilidad, y nos sentimos más seguros cuando podemos predecir con cierta certeza lo que va a suceder. Las investigaciones han demostrado que la previsibilidad y el control percibido ayudan a mitigar los síntomas de ansiedad (Schmidt y Lerew, 2002). Desarrollar una rutina añade previsibilidad a nuestras vidas. Por ejemplo, si tenemos una rutina matutina, sabemos con cierto nivel de certeza exactamente cómo van a empezar nuestros días. Esta previsibilidad nos ayuda a regular nuestro estado de ánimo y la forma en que respondemos a nuestro entorno.
La rutina conserva la energía mental
La rutina también es importante porque nos ahorra energía mental. A medida que transcurre el día, nos encontramos con una enorme cantidad de opciones sobre qué acción podríamos llevar a cabo en un momento determinado. Por ejemplo, imagina que te acabas de despertar por la mañana y necesitas decidir qué hacer primero. Podrías ducharte, hacer ejercicio, desayunar, preparar café, escribir en un diario o quedarte en la cama un rato más navegando por las redes sociales. Las investigaciones muestran que tomar decisiones como estas requiere el gasto de algunos de nuestros recursos finitos de energía mental (Baumeister et al., 1994). Las rutinas, por otro lado, no requieren un esfuerzo consciente ni un pensamiento (Arlinghaus y Johnston, 2019) y, por lo tanto, requieren significativamente menos energía mental.
La rutina promueve la consistencia y la disciplina
Las rutinas son fundamentales para adoptar de forma constante conductas saludables y orientadas a objetivos y resistir las tentaciones. Como se mencionó anteriormente, tomar decisiones (especialmente cuando la decisión requiere que reprimamos un impulso o resistamos una tentación) cuesta energía mental, que es un recurso limitado. Cuando tenemos una rutina, estas decisiones que requieren un alto consumo de energía se toman con anticipación, lo que mejora la probabilidad de que mantengamos conductas que sean coherentes con nuestras metas (Duckworth et al., 2018). Por ejemplo, las investigaciones han demostrado que las personas con buena salud tienen rutinas que incluyen conductas que promueven la salud, como el ejercicio y horarios de comidas regulares que consisten en gran medida en los mismos alimentos (Arlinghaus y Johnston, 2019).
Beneficios de tener una rutina
- Cumplimiento de obligaciones
- Niveles de actividad constantes
- Salud física
- Sentirse en control de la vida
- Equilibrar el trabajo, el descanso y la diversión
- Alcanzar objetivos
- Mejora la autoestima
- Dándole sentido a la vida
Las investigaciones sobre los beneficios de las rutinas para las familias han demostrado que tener una rutina está asociado con (Arlinghaus y Johnston, 2019):
- Aumento del funcionamiento familiar
- Sueño mejorado
- Habilidades sociales mejoradas
- Éxito académico
- Resiliencia en tiempos de crisis
Ejemplos de rutinas
Rutinas de entrenamiento
- Calentamiento de 10 minutos en la cinta de correr
- 10 burpees
- 10 flexiones
- 10 dominadas
- 20 sentadillas con peso corporal
- 3 rondas de plancha de 1 minuto
- 20 abdominales
- 3 series de 10 elevaciones de piernas colgando
- 20 minutos de cardio en la bicicleta estática
- 10 minutos de enfriamiento en la bicicleta estática
- 20 minutos de estiramiento
Rutinas de cuidado de la piel
- Limpiador
- Virador
- Suero antioxidante
- Tratamiento localizado
- Crema para ojos
- Hidratante
Rutinas matutinas
- Haz tu cama
- Beber un vaso de agua
- 10 minutos de yoga
- Desayunar
- 10 minutos de diario
- Cepíllate los dientes
- Revisa o crea tu lista de tareas pendientes para el día.
Para obtener más información sobre las rutinas matutinas, mira este video del neurocientífico de Stanford, Andrew Huberman:
Vídeo: La rutina matutina óptima
- Apaga la televisión
- Escribe una lista de cosas por hacer para el día siguiente.
- Toma una taza de té de hierbas.
- Tomar un baño caliente
- Cepíllese los dientes y use hilo dental
- Escucha música relajante mientras te estiras.
- Haz una meditación consciente de 5 minutos
Rutina y salud mental
Tener una rutina diaria saludable puede desempeñar un papel importante en el mantenimiento de una buena salud mental. Los estudios han demostrado que las interrupciones en las rutinas diarias están asociadas con la depresión y la ansiedad (Sabet et al., 2021). Esto probablemente se debe a que las interrupciones en las rutinas diarias conducen a una mayor sensación de incontrolabilidad e imprevisibilidad. Sentir que uno vive en un entorno caótico sobre el que tiene poco control es un síntoma distintivo tanto de la ansiedad como de la depresión (Shear et al., 1994). También se ha demostrado que la falta de una rutina constante está asociada con los trastornos del sueño (Sabet et al., 2021).
Para obtener más información sobre rutinas y salud mental, mira este video de Psych2Go:
Vídeo: Rutina diaria para combatir la depresión
Rutina vs hábito
Cómo iniciar una rutina
Una vez que hayas identificado las rutinas que te gustaría incorporar a tu vida diaria, escribe todas las actividades que ya realizas con regularidad y las conductas que te gustaría incorporar. Intenta pensar en qué orden tiene más sentido para cada actividad. Por ejemplo, tendría más sentido desayunar antes de cepillarte los dientes que después.
Una vez que tengas una idea del orden en el que deben realizarse las actividades elegidas, o de la estructura de tu rutina, piensa en qué parte del día es mejor incorporar esta rutina. Puede resultarte útil tomar nota de las partes de tu horario que son fijas y crear tu rutina en torno a ellas. Por ejemplo, si tienes reuniones entre el mediodía y las cuatro todos los días, probablemente quieras desarrollar rutinas que se realicen antes del mediodía y después de las cuatro. Si aún no tienes un horario consistente, será útil pensar en formas de hacerlo más consistente. Intentar incorporar rutinas a un horario errático puede ser extremadamente difícil.
Por último, crea un cronograma que incluya qué rutinas/actividades se realizarán en qué momento. A continuación, se muestra un ejemplo de cómo podría ser tu cronograma de rutinas:
Rutina matutina (7:00 – 9:00 am)
- Piensa en una cosa por la que estoy agradecido
- Beber un vaso de agua
- Meditar
- 10 minutos de yoga
- Desayunar
- Ducha
- Prepárate para el día
Trabajo (9:30 am – 5:30 pm)
Relájese (de 18 a 19 h)
Cena (19.00 a 20.00 h)
Rutina para la hora de dormir (8:00 p. m. a 10:00 p. m.)
- Organízate y crea una lista de tareas para mañana
- 20 minutos de estiramiento
- Tómate una taza de té de hierbas y lee durante 20 minutos.
- Higiene antes de dormir (cepillarse los dientes, lavarse la cara, etc.)
- Meditación antes de dormir
Una vez que hayas elaborado tu cronograma, es hora de probarlo. Haz lo posible por ser flexible y estar dispuesto a revisarlo según sea necesario. A veces subestimamos cuánto tiempo llevarán las cosas o nuestros cronogramas cambian de manera imprevista e incontrolable, por lo que es importante revisarlo y volver a intentarlo en lugar de simplemente desechar todo el plan.
Consejos para mantener una rutina
Prepárese para los obstáculos
A menudo, podemos identificar de antemano qué eventos o situaciones podrían alterar nuestras rutinas. Por ejemplo, podemos anticipar que nos costará mantener nuestras rutinas cuando sabemos que tendremos una semana de trabajo especialmente ajetreada o si planeamos irnos de vacaciones durante unos días. Podemos prepararnos para estos obstáculos con antelación adaptando nuestras rutinas a estas circunstancias.
Por ejemplo, imagina que estás implementando la rutina matutina descrita anteriormente, pero sabes que estarás fuera de la ciudad durante varios días. Podrías seleccionar algunas de las actividades de tu rutina que sabes que podrás hacer mientras estás fuera. Incluso mantener solo una parte de tu rutina puede hacer que sea más fácil volver a la normalidad cuando regreses a tu horario habitual.
Practica la autocompasión
Cuando comenzamos a cultivar una rutina que nos funcione, puede resultar difícil cumplir con nuestros planes. Las interrupciones en la vida, tanto buenas como malas, pueden desbaratar nuestro…