Respuesta de lucha o huida: definición, síntomas y ejemplos
¿Qué es la reacción de lucha o huida? Siga leyendo para saber qué es la reacción de lucha o huida, cómo funciona la reacción de lucha o huida en el cuerpo y cómo calmar la reacción de lucha o huida.
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¿Qué es la lucha o huida? Definición
¿Por qué tenemos una respuesta de lucha o huida?
Desde el punto de vista evolutivo, tiene sentido que tengamos una respuesta eficaz de lucha o huida. Si pensamos en los primeros humanos que vivían al aire libre en una naturaleza prácticamente intacta, era mucho más probable que se enfrentaran a amenazas de depredadores. Nuestra respuesta de lucha o huida es una gran adaptación para este tipo de amenazas: si un león va a atacarnos, queremos que nuestra respiración y frecuencia cardíaca aumenten para que nuestras extremidades tengan más oxígeno y podamos luchar o huir lo más rápido y eficazmente posible.
¿Cómo encaja la congelación en la lucha o huida?
Congelar se refiere a la respuesta inicial a una amenaza, como un depredador, en la que un animal se vuelve hipervigilante y se queda quieto. Esta respuesta es adaptativa porque las criaturas que están quietas tienen menos probabilidades de ser detectadas por un mamífero carnívoro. Como destacan Bracha et al., quedarse quieto es el equivalente a que un soldado adopte una respuesta de “detenerse, mirar y escuchar” ante cualquier señal de amenaza.
Mientras tanto, el aún menos conocido susto Se refiere al último intento de un animal de responder a la amenaza. El miedo también se conoce como “inmovilidad tónica” o, más coloquialmente, “hacerse el muerto” y se relaciona con el hecho de que un depredador no seguirá atacando a un animal que ya está muerto.
Vídeo: La respuesta de lucha, huida y congelamiento
Síntomas de lucha o huida
- Respiración más rápida y superficial
- Frecuencia cardíaca más rápida
- Necesidad de orinar
- Boca seca
- Náuseas
- “Mariposas” en el estómago
- Manos frías
- palmas sudorosas
- Piernas y manos temblorosas o débiles
- Tensión en muslos, cuello y hombros.
- Centrarse en los recuerdos negativos
- Visión de túnel
- Mareos/aturdimiento
El papel de la amígdala en las respuestas de lucha o huida
Hormonas de lucha o huida
Las siguientes hormonas intervienen en la respuesta de lucha o huida:
- Hormona liberadora de corticotropina (CRH): El hipotálamo en el cerebro libera esta hormona, que reduce el apetito y aumenta la ansiedad y la atención selectiva. También desencadena la liberación de ACTH de la glándula pituitaria.
- Hormona adrenocorticotrópica (ACTH): La ACTH envía señales a la glándulas suprarrenales en la parte superior de los riñones para liberar cortisol.
- Cortisol:El cortisol, a veces denominado “hormona del estrés”, aumenta la energía, el estado de alerta y la inmunidad, todo lo cual resulta útil para responder a una amenaza inmediata. Puede medir sus niveles de cortisol con este kit casero.
- Adrenalina:Las glándulas suprarrenales también liberan adrenalina, que aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria.
¿Qué sucede con el sistema nervioso durante la respuesta de lucha o huida?
1. Sistema nervioso simpático
Por lo general, cuando hablamos de la respuesta de lucha o huida, nos centramos primero en el sistema nervioso simpático. Uno de mis profesores compartió la regla mnemotécnica de que el sistema nervioso simpático siente “simpatía” por ti cuando tienes miedo, lo que aumenta las respuestas corporales que te permiten manejar lo que te asusta. Por ejemplo, para que tu cuerpo pueda luchar o huir de un estímulo, el sistema nervioso simpático aumenta tu frecuencia cardíaca y respiratoria y disminuye la digestión.
2. Sistema nervioso parasimpático
El sistema nervioso parasimpático desempeña un papel cuando la amenaza percibida ya no es relevante. Se producen varios cambios, como una disminución de la frecuencia cardíaca y de la respiración. Básicamente, el cuerpo vuelve a su estado de reposo, lo que le da a esta rama del sistema nervioso autónomo la frase descriptiva de “descansar y digerir”.
Ejemplos de lucha o huida
Nuestra respuesta de lucha o huida puede desencadenarse por diversas amenazas percibidas o reales, tanto físicas como psicológicas. A continuación, se presentan algunos ejemplos de situaciones que pueden desencadenar su respuesta de lucha o huida.
Amenazas físicas
1. Animales salvajes
2. Desastres naturales
3. Otros humanos
Amenazas psicológicas
1. Hablar en público
2. Situaciones sociales
3. Fobias
¿Es posible tener una respuesta hiperactiva de lucha o huida?
Probablemente hayas notado que cada persona responde de forma diferente al estrés. Por ejemplo, si tú y un amigo se encuentran con un oso mientras caminan, uno de ustedes puede permanecer tranquilo y sereno mientras que el otro comienza a entrar en pánico. Existen muchas teorías sobre por qué ciertas personas tienen respuestas de lucha o huida más fuertes o más frecuentes que otras. Por ejemplo, una teoría es que estamos genéticamente predispuestos a tener ciertas respuestas al estrés. Los neurocientíficos han identificado un gen particular, la catecol-O-metiltransferasa (COMT), ciertas variaciones del cual están asociadas con una respuesta de sobresalto más fuerte (Montag et al., 2008). Otros investigadores destacan el efecto de los eventos estresantes durante la infancia en la alteración del eje HPA involucrado en la respuesta al estrés (Gillespie et al., 2008).
¿Cómo se relaciona la reacción de lucha o huida con la ansiedad?
La experiencia subjetiva de la respuesta de lucha o huida es la de sentir ansiedad (Robinson, 1990). Si la respuesta al estrés es particularmente fuerte o frecuente, es más probable que experimente ansiedad crónica y problemas de humor (Gillespie et al., 2008). En el extremo de un sistema de lucha o huida desregulado, las personas pueden experimentar ataques de pánico, que son básicamente respuestas de lucha o huida ante una amenaza no identificable.
Se trata de un círculo vicioso, ya que la ansiedad crónica y los problemas de humor pueden, a su vez, desregular aún más la respuesta de lucha o huida. Los médicos también reconocen desde hace tiempo los efectos perjudiciales del estrés crónico sobre la salud física, incluidos los eventos cardiovasculares (Curtis y O'Keefe, 2002).
6 maneras de calmar tu respuesta de lucha o huida
2. Observa tus patronesPuede resultar útil prestar atención a cuándo se activa más la respuesta de lucha o huida. Por ejemplo, he notado que tengo más probabilidades de estar nervioso y nervioso si he consumido demasiado café. Observar este patrón me ayudó a modificar mi comportamiento, de modo que ahora limito mi consumo de cafeína y calmo mi respuesta de lucha o huida.
3. AceptaciónPreocuparse por su respuesta de lucha o huida mientras está sucediendo podría enviar más señales al cerebro de que usted está…