Relajación: definición, técnicas y vídeos

Relajación: definición, técnicas y vídeos

Puede parecer que relajarse es un lujo, pero las investigaciones demuestran que es esencial para nuestra salud y bienestar. Obtenga más información sobre la relajación y las técnicas para bajar el ritmo.

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¿Qué es la relajación? (Una definición)

La relajación es la ausencia de tensión. Cuando estamos relajados, nuestra respiración es profunda, nuestro ritmo cardíaco es constante y nuestra mente está despejada. Fisiológicamente, la relajación es la activación de nuestro sistema nervioso parasimpático.

Nuestro sistema nervioso se divide en dos ramas: el sistema nervioso central, que incluye el cerebro y la médula espinal, y el sistema nervioso periférico, que incluye todo lo demás. El sistema nervioso periférico también se puede subdividir en dos ramas: el sistema nervioso somático, que facilita los movimientos voluntarios y las sensaciones físicas como el tacto, y el sistema nervioso autónomo, que regula las contracciones musculares involuntarias (como los latidos del corazón) y las sensaciones internas (como la sensación que siente el estómago cuando tiene hambre).

Dentro del sistema nervioso autónomo se encuentran los sistemas simpático y parasimpático. El sistema simpático es el sistema de “lucha o huida”. Es el que se activa cuando estás emocionado, asustado o estresado. El sistema nervioso parasimpático es lo que a veces se denomina el sistema de “descanso y digestión”. Es el que se activa cuando te sientes tranquilo y relajado.

La activación del sistema nervioso simpático no es algo malo en sí mismo. Se activa cuando nos enamoramos, practicamos nuestro deporte favorito o mantenemos una conversación interesante. De hecho, las investigaciones sugieren que el “estrés bueno” (también llamado eustrés), es decir, la activación simpática en respuesta a una experiencia favorable, es en realidad bueno para ti. Sin embargo, la activación crónica de este sistema es donde empezamos a meternos en problemas. Cuando el sistema nervioso simpático está activo, nuestros cuerpos liberan hormonas del estrés que aumentan nuestra frecuencia cardíaca y presión arterial y, en general, preparan nuestros cuerpos para responder a una amenaza. Cuando estas hormonas se acumulan, pueden causar daños a nuestros cuerpos a nivel celular (McEwen, 2008).

La activación parasimpática realiza la función opuesta: reduce el ritmo cardíaco, la presión arterial, el tono muscular, la respiración y prepara el cuerpo para el descanso y el rejuvenecimiento. En otras palabras, el sistema nervioso parasimpático nos ayuda a relajarnos. Afortunadamente, existen diversas formas de activar el sistema nervioso parasimpático y ayudar al cuerpo a recuperarse de los daños causados ​​por el estrés de nuestra vida.

Técnicas de relajación

Existen muchos métodos de relajación diferentes y no todos funcionan bien para todo el mundo, así que si tienes problemas para calmar tu cuerpo y tu mente, puede que te resulte útil probar un par de métodos diferentes para ver cuál funciona mejor para ti. A continuación, se muestran algunos ejemplos del Equipo de Bienestar Estudiantil de la Universidad de Cardiff:

Vídeo: Técnicas de relajación

Profundicemos un poco más en algunas de estas técnicas.

Relajación muscular progresiva

La relajación muscular progresiva (PMR) es una técnica que nos ayuda a aprender qué se siente cuando nuestros músculos están tensos en comparación con cuando están relajados, para que podamos notar la tensión cuando estamos estresados ​​y liberarla voluntariamente (Cawthorn y Mackereth, 2010).

En general, los pasos para realizar una PMR son los siguientes:

  1. Minimiza las distracciones e interrupciones (por ejemplo, apaga tu teléfono celular y busca un lugar tranquilo).
  2. Acuéstese y póngase lo más cómodo posible.
  3. Comience con un grupo muscular, como los pies. Inhale mientras contrae los músculos de los pies y mantenga la tensión durante 6 a 10 segundos, luego relájese y exhale durante 6 a 10 segundos. Asegúrese de no apretar tan fuerte que le provoque calambres o malestar.
  4. Repita este paso una vez más antes de pasar a otro grupo de músculos (como las pantorrillas).
  5. Repita los pasos 3 y 4 a medida que avanza por su cuerpo a través de diferentes grupos musculares (pies, pantorrillas, muslos, abdomen, manos, brazos, espalda y luego cara).

Si quieres que te guíen en un ejercicio de PMR, puedes ver este vídeo:

Vídeo: Relajación muscular progresiva guiada

Meditación de relajación

La meditación se ha utilizado como herramienta de relajación durante siglos y actualmente hay una gran cantidad de investigaciones que respaldan los beneficios positivos de la meditación. Algunos de los efectos observados de la meditación incluyen una frecuencia cardíaca más lenta, relajación muscular, aumento del flujo sanguíneo cerebral, aumento de la producción de melatonina y una mayor activación de las regiones cerebrales asociadas con el procesamiento no verbal, intuitivo y espacial (Pérez-De-Albéniz y Holmes, 2000). Existen muchos tipos de meditación, entre ellos la meditación de atención plena, la meditación de bondad amorosa, la meditación del movimiento, la meditación de conciencia de la respiración y la exploración corporal. Cada tipo de meditación se beneficia de forma diferente para cada persona, por lo que puede ser útil probar más de un tipo para ver cuál funciona mejor para usted.

Meditación y trauma
Los beneficios de la meditación están bien documentados y son difíciles de refutar, pero investigaciones recientes sugieren que la meditación, especialmente la meditación de atención plena, podría no ser para todos. Para las personas con trastorno de estrés postraumático, sumergirse de lleno en la meditación podría hacer más daño que bien. La hipótesis es que la meditación podría abrumar a algunos sobrevivientes de traumas al crear «una ventana de conciencia demasiado fuerte» antes de que estén listos (Burrows, 2016). Esto no quiere decir que si tienes un trauma no debas meditar, solo que es mejor abordar la meditación con cuidado, ser consciente de cómo responde tu cuerpo y tomar un descanso tan pronto como lo necesites.

Relajación y Masaje

El masaje suele considerarse un lujo especialmente indulgente, pero los estudios demuestran que es una técnica terapéutica muy eficaz. Por ejemplo, el masaje se ha asociado con reducciones del dolor y la ansiedad, y mejoras en el estado de ánimo, la relajación y el sueño en poblaciones de pacientes (Dreyer et al., 2015; Jane et al., 2011).

Como alguien que sufre de tensión crónica en el cuello y los hombros, he notado que una de las principales barreras para la relajación es el dolor que provoca esta tensión muscular. La relajación hace que el dolor sea más notorio, por lo que me veo obligada a mantenerme ocupada para distraerme. Los masajes me brindan el alivio que necesito para permitirme realmente dejar de lado las distracciones y relajarme.

Existen muchas formas de terapia de masajes y cada una de ellas es adecuada para distintas necesidades. Por ejemplo, si su objetivo es simplemente relajarse, un masaje sueco podría ser lo mejor para usted. Mientras que si necesita aliviar el dolor, un masaje de tejido profundo podría ser la mejor opción. Antes de programar una sesión de masajes, puede ser útil comprobar cuáles son sus opciones y hablar con su masajista sobre qué tipo de masaje se adapta mejor a sus necesidades.

Relajación y Yoga

El yoga es otra técnica de relajación muy eficaz que se practica desde hace siglos. Se ha descrito como una «hábil calma de una mente distraída y reflexiva» (De Benedittis, 2015). El yoga se utiliza a veces como ejercicio, pero no tiene por qué serlo necesariamente. A menudo, el yoga funciona más como una meditación en movimiento, que le da a tu mente un enfoque específico para ayudar a calmar el parloteo interno mientras te absorbes en la sincronización de tus movimientos con tu respiración.

Las investigaciones han demostrado que el yoga puede ayudar a reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial, dos cambios fisiológicos importantes para la relajación (Jain et al., 2010). También se ha demostrado que el yoga reduce otros síntomas fisiológicos del estrés, como la inflamación y la producción de hormonas del estrés (Ross y Thomas, 2010).

Aceites esenciales para la relajación

Los aceites esenciales se han utilizado con fines medicinales desde la Edad Media. Estos aceites se extraen de plantas aromáticas que obtienen su aroma de compuestos químicos complejos que forman odorantes. Cuando inhalamos, estos odorantes se unen a los receptores de la nariz que luego envían señales al cerebro que se traducen en el característico aroma agradable de los aceites (Bakkali et al., 2008).

Los mecanismos biológicos precisos por los que funciona la aromaterapia aún no están del todo claros. Una hipótesis es que los compuestos odorantes liberados por los aceites se unen a los receptores de la nariz y luego se difunden en el torrente sanguíneo, donde pueden comenzar a afectar diferentes aspectos del sistema nervioso. Otra hipótesis es simplemente que aprendemos a asociar los olores con experiencias emocionales particulares (Herz, 2009). Independientemente de cómo funciona la aromaterapia, hay pruebas sólidas que sugieren que es una estrategia simple y eficaz para reducir el estrés psicológico (Liu et al., 2013).

Lista de aceites esenciales para la relajación

Música y sonidos de relajación

También se ha demostrado que escuchar música es una técnica terapéutica útil para reducir el estrés. Por ejemplo, se ha demostrado que escuchar música afecta aspectos de la fisiología, como la reducción de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la limitación de los niveles de la hormona del estrés (de Witte et al., 2022).

Los mecanismos neuronales por los que la música mejora el estado de ánimo, la relajación y el bienestar no se comprenden bien. Una posibilidad es la sincronización de nuestro cuerpo y nuestra actividad cerebral con cualidades musicales como el ritmo y el tempo (Kim et al., 2018). Por ejemplo, probablemente te hayas dado cuenta de que, involuntariamente, mueves el pie al ritmo de una canción. Este fenómeno se conoce como “entrenamiento” y consiste esencialmente en que el ritmo de la música influye en la actividad rítmica de tu sistema motor.

En el caso del estrés, se plantea la hipótesis de que, al escuchar música, la actividad del sistema nervioso autónomo (la rama del sistema nervioso que contiene los sistemas simpático y parasimpático) se sincroniza con el ritmo de la música. Los musicoterapeutas pueden ayudar a sus pacientes a lograr una frecuencia cardíaca y respiratoria lentas y constantes al reproducir música a un ritmo lento (Kim et al., 2018).

Al utilizar la música para facilitar la relajación, el mejor tipo de música para escuchar es el que te hace sentir mejor. No todo el mundo responde a la música de la misma manera, por lo que es bueno explorar lo que te brinda la mayor sensación de calma. Por ejemplo, algunas personas…