Reflejo: definición, ejemplos y psicología

Reflejo: definición, ejemplos y psicología

La imitación es cuando imitamos inconscientemente a otros durante las interacciones sociales. Conozca por qué lo hacemos y sus beneficios.

Después de hablar un rato con ella, me dijo: “Me recuerdas mucho a alguien con quien solía trabajar”. Como estábamos en una pequeña ciudad universitaria donde la mayoría de los lugareños se conocen, pensé que tal vez estaba pensando en mi hermana. Eso era: había trabajado con mi hermana años atrás, pero no se habían visto desde que dejaron ese trabajo.

Aunque mi hermana y yo nos parecemos, bueno… esa no fue la razón. Lo que le recordó a mi hermana al vendedor fueron mis patrones de habla, mi lenguaje corporal y mis gestos. Este es un ejemplo de imitación. Mi hermana y yo habíamos aprendido inconscientemente estas cosas la una de la otra.

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¿Qué es la duplicación? (Una definición)

En psicología, el término “imitación” se refiere a cuando imitamos inconscientemente el comportamiento de otra persona en las interacciones sociales. Esto puede incluir el lenguaje corporal, las expresiones faciales y el tono de voz (Chartrand y Bargh, 1999). Los investigadores creen que la imitación es un proceso automático e involuntario. Un término más técnico para la imitación es isopraxis. También puede escucharse que se refieren a ella como “el efecto camaleón” o mimetismo emocional.

Vídeo: ¿Qué es la duplicación?

Beneficios de la duplicación

Los efectos positivos de la imitación se relacionan principalmente con la creación de conexiones, empatía o afiliación con los demás. A continuación, se enumeran algunos beneficios:

  • El reflejo crea vínculos sociales y construye conexiones sociales (Chartrand y Bargh, 1999).
  • Fomenta la comunicación interpersonal y la empatía. Cuando nos reflejamos mutuamente, es más probable que se desarrolle una relación empática (Rajmohan y Mohandas, 2007).
  • La imitación aumenta la conducta prosocial. Cuando nos imitan, tendemos a ser más serviciales, y este efecto también se aplica a la persona que imita (van Baaren et al., 2004).
  • El reflejo aumenta la relación, el agrado y la confianza entre las personas (Chartrand y Bargh, 1999).
  • Ayuda a crear un sentido de similitud y experiencia compartida (Chartrand y Bargh, 1999).

¿Por qué utilizamos duplicación?

El reflejo de las emociones está integrado en el funcionamiento de nuestro cerebro a través del sistema de neuronas espejo. El sistema de neuronas espejo es un grupo de neuronas especializadas (células nerviosas) que nos impulsan automáticamente a imitar las acciones y conductas de otras personas. Por lo tanto, el simple hecho de percibir la conducta de otra persona aumenta la probabilidad de que realicemos inconscientemente la misma conducta. Estas neuronas también nos ayudan a reconocer las acciones de otras personas y nos permiten determinar su intención (Rajmohan y Mohandas, 2007).

El sistema de neuronas espejo contribuye a la capacidad de tener “teoría de la mente” (Rajmohan y Mohandas, 2007). Esto se refiere a la capacidad de reconocer que otra persona tiene un estado mental diferente al nuestro y comprender cuál podría ser ese estado mental. Es bastante fácil ver cómo la capacidad de comprender el estado mental de otra persona ayudaría a crear vínculos y empatía. Por lo tanto, es probable que la conducta de reflejo esté relacionada con nuestra necesidad humana de pertenencia y conexión social.

Los investigadores también sostienen que la imitación tiene una ventaja evolutiva: ayudó a nuestros antepasados ​​a sobrevivir al fomentar la comunicación no verbal (Lakin et al., 2003). La imitación también puede habernos ayudado a desarrollar la comunicación verbal porque las neuronas espejo están ubicadas en la zona del cerebro que se cree que es responsable del habla.

Ejemplos de duplicación

  • Postura – Al mantener una conversación, es posible que notes que estás imitando los movimientos y la postura de la otra persona. Por ejemplo, si cruza las piernas, tú también lo haces.
  • Tono de voz – Si la persona con la que interactuamos habla de forma lenta y tranquila, solemos adoptar ese tono también.
  • Acento – Si alguna vez te has mudado a un lugar donde la gente de la comunidad habla con un acento diferente al tuyo, es posible que lo hayas adquirido. Una vez, mientras estaba hablando con mi marido, de repente exclamó: «¡Deja de hacer el acento chillón!». Espera, ¿de qué está hablando? Yo no hago eso. (Por si no lo sabes, el acento chillón es cuando tu voz es muy grave y tiene un sonido chirriante). Sin que yo lo supiera, había adquirido este hábito de algunas personas con las que trabajaba. Después de que me lo señalara, tuve que admitir que tenía razón. Desde entonces, he logrado librarme de este hábito recién adquirido y algo molesto.
  • Expresiones faciales – Tenemos tendencia a imitar las expresiones faciales de los demás. Si la otra persona sonríe, nosotros también lo hacemos. Recuerdo que utilicé esta expresión intencionalmente cuando estaba en atención al cliente. Me di cuenta de que el cliente que se acercaba a mi escritorio estaba molesto. Así que lo miré directamente a los ojos y le di una gran sonrisa como si estuviera saludando a mi mejor amigo. Se suavizó un poco y me dijo que tenía una sonrisa tan bonita que le resultaba difícil seguir enfadado.
  • Gestos – Si estamos conversando con alguien que habla con las manos, tendemos a hacer lo mismo y a menudo captamos movimientos similares.
  • Ánimo – También tendemos a reflejar inconscientemente el estado de ánimo de quienes nos rodean. Si las personas con las que estamos son felices y optimistas, es posible que nos sintamos así también. O, por otro lado, ¿alguien de tu familia ha vuelto a casa después de un mal día y simplemente lo has «sentido»? Definitivamente he visto cómo mi mal día se contagia a mi marido.


Quizás te preguntes si es posible hacer algunas de estas cosas intencionalmente para generar confianza, generar empatía o generar empatía. Puede funcionar y algunos terapeutas lo utilizan de esta manera. Sin embargo, cuando se hace mal, puede tener el efecto opuesto y desanimar a las personas. Puede parecer poco sincero o falso. Además, concentrarse demasiado en imitar las acciones de alguien puede desviar la atención de la escucha activa.

Consejos para una reflexión consciente eficaz que genere confianza

  • Comience a construir una conexión escuchando primero.
  • Asiente o inclina la cabeza mientras escuchas.
  • Adapte su tono vocal y cadencia.
  • Utilice palabras similares (pero no iguales).
  • Intente reflejar gestos y posturas.
  • No imites gestos “negativos” como cruzar los brazos.
  • No intentes imitar los gestos con demasiada exactitud. Puede parecer artificial o manipulador.
  • No dediques tanta energía a reflejar lo que sientes que te estresa.

El reflejo en la psicología: investigación

  • Simpatía – En un estudio en el que los participantes fueron reflejados sutilmente por un actor, tenían más probabilidades de calificar al actor como agradable y confiable (Chartrand y Bargh, 1999).
  • Conducta prosocial – Los estudios demuestran que la imitación promueve la conducta prosocial tanto en la persona que se refleja como en la que la imita (van Baaren et al., 2004). Un experimento de 2008 descubrió que cuando los participantes imitaban las expresiones de otros en un vídeo, donaban más dinero a una organización benéfica que los que no imitaban, aunque el vídeo no tuviera nada que ver con la organización benéfica (Stel et al., 2008).
  • Creando afiliación – Un estudio indicó que cuando tenemos como objetivo establecer una afiliación con alguien, nuestra cantidad de reflejos tiende a aumentar. Y cuando no logramos establecer esa conexión, la conducta de reflejo aumenta aún más (Lakin y Chartrand, 2003).
  • Semejanza – En otro estudio, los participantes tenían más probabilidades de imitar el comportamiento de alguien cuando se les decía que compartían rasgos de personalidad. Esto sugiere que tenemos más probabilidades de imitar a los demás cuando creemos que son similares a nosotros (van Baaren et al., 2004).
  • Atención – El reflejo puede incluso mejorar algo aparentemente no relacionado: el aprendizaje de las matemáticas. En un estudio, cuando los estudiantes universitarios realizaron una actividad de reflejo de movimientos antes de aprender matemáticas, pudieron resolver problemas de exámenes más rápidamente que un grupo que no utilizó el reflejo. Los investigadores creen que esto se debe a que el ejercicio de reflejo mejoró la atención (Smyrnis y Ginns, 2016).
  • Reflejo excesivo – El reflejo excesivo puede tener un efecto perjudicial, especialmente cuando se hace con fines manipuladores. Por ejemplo, un estudio concluyó que el reflejo excesivo puede hacer que las personas se sientan incómodas o incluso amenazadas.

Reflejar expresiones faciales

Los estudios sugieren que las expresiones faciales pueden hacer que uno sienta la emoción que está mostrando (McGarry y Russo, 2011). Por lo tanto, tiene sentido que imitar las expresiones faciales de otra persona pueda ayudarnos a sentir lo que esa otra persona está sintiendo. Además de contribuir a la empatía, imitar las expresiones faciales también promueve la conexión y el agrado entre dos personas. Definitivamente, he tenido la experiencia de no sentirme muy bien cuando llegué al trabajo, pero después de interactuar con compañeros de trabajo sonrientes y optimistas, comencé a sentirme mejor.

Sin embargo, imitar intencionalmente las expresiones faciales puede ser menos eficaz. Las expresiones faciales se producen mucho más rápidamente que los movimientos y comportamientos corporales, por lo que tratar de distinguir diferencias sutiles en las configuraciones faciales puede resultar cognitivamente agotador (Kulesza et al., 2015). En otras palabras, tratar de seguir y copiar las expresiones faciales sutiles y que cambian rápidamente de alguien requiere tanto esfuerzo que la interacción ya no se siente natural. El esfuerzo adicional también puede causar estrés para la persona que imita, lo que puede manifestarse en un comportamiento no verbal.

Ejercicios de reflejo

  • El juego del espejo – Este es un ejercicio de reflejo corporal tomado de la terapia de danza/movimiento (DMT). La DMT es “el uso psicoterapéutico del movimiento para promover la integración emocional, social, cognitiva y física del individuo” (ADTA, 2020). En este ejercicio, dos personas imitan el lenguaje corporal, la postura y los gestos del otro (Feniger-Schaal et al., 2018). Se suele utilizar en sesiones de asesoramiento, coaching o actividades de formación de equipos para crear una sensación de conexión y compenetración entre los participantes. Estos son los conceptos básicos de cómo hacerlo: Dos personas se colocan una frente a la otra a unos tres pies de distancia. Una persona se mueve y la otra duplica sus movimientos exactamente sin tocarla. Luego intercambian los roles. Si se hace bien, un observador no debería poder saber quién es el líder y quién está imitando. Los estudios indican que este ejercicio mejora la sensación de unión.
  • Reflejo vocal – En este ejercicio, los participantes deben adaptar el tono, el timbre y el ritmo de la voz del orador. Se utiliza habitualmente en capacitaciones de ventas y atención al cliente para establecer una conexión con los clientes y generar confianza.
  • Reflexión – En este ejercicio, parafrasea lo que alguien ha dicho para demostrar que estás escuchando y comprendiendo su punto de vista. Por ejemplo, si alguien se queja de…