Un miedo intenso a perder el control puede llevar a las personas a microgestionar, criticar o manipular a los demás.
Todo el mundo necesita tener algún sentido de control sobre sus vidas. Este es un deseo humano natural. El control da una sensación de orden, estabilidad y seguridad.
Pero, ¿y si esta necesidad de control sale mal? ¿Qué sucede cuando el deseo de control de una persona es tan fuerte que infringe los derechos o el bienestar de otras personas?
Saber cómo y cuándo responder a una persona controladora requiere entender por qué lo hace.
La investigación de 2021 sugiere que una sensación de control está asociada con una mejor salud física y psicosocial. En otras palabras, el control conduce a comportamientos que pueden mejorar el bienestar general.
Pero como cualquier otro rasgo humano, el control existe en un amplio espectro y puede moverse a territorio insalubre en ambos extremos.
Una persona con una “personalidad controladora” está impulsada por altos niveles de ansiedad para sentirse segura. Aunque la necesidad de control puede ser un sentimiento inconsciente, la ansiedad puede crear un fuerte deseo de controlar el entorno y a otras personas para mantener una sensación de orden.
Una personalidad controladora también puede ser causada por condiciones de salud mental, como:
¿Cómo es el comportamiento controlador?
Existen numerosas formas de ejercer control sobre los demás. Aquí hay algunos signos comunes de comportamiento controlador:
- apretado con el dinero
- dando el «tratamiento silencioso» cuando las cosas no salen como ellos quieren
- criticar el comportamiento o la apariencia de otros para hacerlos cambiar
- dominar las conversaciones o interrumpir constantemente a los demás
- no permitir que una pareja tenga amigos del sexo opuesto
- microgestión de empleados o incluso miembros de la familia
- manipular a otros o mentir para que las cosas salgan bien
- sentir la necesidad de tener información completa y específica sobre otra persona (como dónde se encuentra en todo momento)
- deseo extremo de impresionar a los demás
- falta de voluntad para adaptarse a nuevas circunstancias
Detrás de casi todas las acciones de control está el miedo, como el miedo a ser rechazado, a estar solo oa la pobreza.
Aún así, el miedo no excusa el comportamiento controlador, pero ofrece cierta perspectiva sobre el manejo del comportamiento controlador.
Aquí hay algunos consejos sobre cómo hacer frente al comportamiento controlador:
- Trate de mantener la calma. Ya sea tu jefe, tu madre o tu pareja, trata de no perder la calma cuando se comporte de manera controladora. Si siente que se acerca una discusión, tómese un breve descanso para calmarse, si puede, antes de discutir el problema.
- Trate de entender qué está impulsando el comportamiento.. Por ejemplo, si tu pareja quiere saber dónde estás en todo momento, ¿cuál es el miedo subyacente? ¿Tienen miedo de que los engañes? ¿O tienen miedo de que te lastimen físicamente? Considere hablar con ellos y trate de ser abierto cuando escuche sus razones.
- Exprese en términos sencillos cómo se siente acerca de su comportamiento. Podrías decir “Tu comportamiento me hace sentir que no confías en mí. Me hace sentir muy incómodo”.
- Establece tus límites. Establecer límites claros sobre cómo desea que lo traten y qué lo hace sentir cómodo puede ayudarlo a controlar el comportamiento controlador. Considere hablar con la persona controladora para reflexionar sobre cómo sus acciones pueden afectarlo o cruzar sus límites.
- Saber cuándo salir de la situación si no cambia. Si el comportamiento continúa y afecta su autoestima o autonomía, considere abandonar la situación. Por ejemplo, si su jefe constantemente lo microadministra o lo menosprecia, probablemente sea hora de hablar con su gerente o buscar otro trabajo.
- Examine su propia razón para quedarse. Aunque la mayoría de las personas terminan en situaciones de control sin culpa propia, algunas optan por quedarse incluso cuando podrían irse. Considere reflexionar sobre sus razones para quedarse sin juicio para determinar si esta situación controladora respalda sus necesidades.
El comportamiento controlador viene en muchas formas. Comprender los signos puede protegerlo de daños y ayudarlo a ver cómo se ve afectado.
Aunque nada de eso es aceptable, algunos tipos de conductas controladoras son más peligrosas que otras. El control juega un papel importante en los siguientes tipos de abuso:
Si usted o alguien que conoce está experimentando violencia doméstica, puede llamar a la línea directa nacional de violencia doméstica las 24 horas del día al 800-799-7233.
La Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica también ofrece una función de chat en línea y la opción de enviar mensajes de texto enviando «START» al 88788.
El comportamiento controlador es un patrón basado en el miedo que debe abordarse.
En algunos casos, el comportamiento puede ser ocasional o específico de ciertas circunstancias. Si la persona está dispuesta a cambiar, hablar de ello o recibir terapia puede mejorar el comportamiento.
En otras situaciones, el miedo de una persona a perder el control es tan fuerte que puede llevar a la manipulación o al abuso.
Si se encuentra en una situación de vida peligrosa, considere buscar ayuda de inmediato. La ayuda está siempre disponible para usted. No estás solo.
Dar ese primer paso para abordar el comportamiento controlador es un acto de empoderamiento para ayudarlo a recuperar el control de su propia vida.