¿Qué se entiende por estabilidad psicológica? –

Este artículo explorará el concepto de estabilidad psicológica y explicará cómo algunos de nuestros comportamientos pueden entenderse a la luz de la estabilidad psicológica.

Casi todos los sistemas del mundo interactúan con algún otro sistema para lograr la estabilidad. Todo fenómeno que ocurre en la naturaleza es resultado de intercambios de energía entre dos o más sistemas.

Ya sea la dinámica física del movimiento o la combinación química de dos sustancias, el objetivo de los componentes del sistema es siempre reducir su energía y volverse más estables.

Hay una excitación y desexcitación constante en todos los sistemas del universo. Lo mismo ocurre con los fenómenos psicológicos: todo se reduce a la energía.

Nuestro comportamiento, la mayoría de las veces, es resultado directo de los intercambios de energía entre nosotros y nuestro entorno. Este ‘entorno’ no sólo incluye cosas fuera de nuestro cuerpo sino también cosas que forman el cuerpo mismo (órganos, tejidos, células, etc.).

Su mente vigila sus funciones corporales tanto como monitorea el entorno externo. Incluso los pensamientos que tienes son considerados como «ambiente» por la mente porque responde a ellos de manera similar a como lo hace con el entorno externo.

Recibimos energía de nuestro entorno externo a través de los cinco sentidos. Esta energía (información) es procesada por nuestra mente e interpretada de cierta manera.

Esta interpretación a menudo ocurre de manera subconsciente, a menos que una persona haya elevado su nivel de conciencia. La forma en que interpretamos esta información determina qué tipo de emociones experimentamos y las acciones que tomamos.

Como dije antes, nuestra mente también recibe información de nuestro entorno interno, es decir, de nuestro cuerpo y de nuestros pensamientos. Esto explica por qué sentimos la emoción del hambre y por qué incluso los pensamientos (y no sólo las circunstancias) tienen el poder de desencadenar emociones.

En el primer caso, nuestra mente nos advierte que nuestras calorías se han agotado y, en el segundo caso, está tratando de darle sentido a las imágenes que tenemos en la mente.

Energía adicional y estabilidad psicológica.

Todas las emociones nos motivan a realizar acciones. ¿Cómo lo hacen? Aportándonos un extra de energía. Tan pronto como tomamos medidas, nos liberamos de esta energía extra y alcanzamos estabilidad psicológica.

Nuestra mente es básicamente un generador de energía que genera energía en forma de emociones. ¿Siempre actuamos cuando se genera una determinada emoción?

La respuesta es un no obvio. Existe un cierto umbral hasta el cual podemos tolerar la energía extra que genera nuestra mente.

Este umbral varía de persona a persona y de emoción a emoción. Una vez que se alcanza este umbral, la energía extra de las emociones se vuelve insoportable y nos vemos obligados a actuar.

Si debido a alguna presión circunstancial no podemos actuar, aún podemos canalizar la energía de otras maneras, como hablar, cantar, escribir, etc. O podemos terminar reprimiendo nuestras emociones, pero al final tienen que salir, incluso si eso sucede a través de los sueños que vemos por la noche.

Cuando nos deshacemos de la energía extra que nos cargan nuestras emociones, nos volvemos psicológicamente estables. Eso es por lo que nos esforzamos. Ese es el propósito para el que están diseñadas la mayoría de las acciones que realizamos a lo largo del día.

Si bien todos siempre intentamos lograr la estabilidad psicológica, la verdad es que no podemos lograrla por completo mientras interactuemos con nuestro entorno. En otras palabras, mientras estemos vivos.

Sí, a veces podemos ser más estables que otras, pero no se puede alcanzar el 100% de estabilidad psicológica mientras recibamos información del entorno.

Ejemplos de cómo intentamos alcanzar la estabilidad psicológica

A continuación se presentan algunos de los comportamientos que ilustran cómo intentamos alcanzar cierto grado de estabilidad psicológica:

Cuando tenemos hambre, comemos. El hambre nos proporciona la energía y la motivación para ir a buscar algo de comida. Una vez que hagamos eso, volvemos a ser estables. Los biólogos llaman homeostasis a esta tendencia de los organismos a alcanzar la estabilidad.

Cuando alguien que tiene baja autoestima te odia o tiene celos de ti, su odio lo vuelve inestable. Tienen ganas de menospreciarte. Al criticarte o chismear sobre ti, alivian un poco sus emociones y se estabilizan psicológicamente.

Si alguien viola tus derechos o te trata injustamente, te enojas. La ira te carga de energía para motivarte a recuperar tus derechos y buscar un trato justo para poder estabilizarte.

Cuando tenemos sueños y metas, la idea de alcanzarlos nos motiva enormemente. Esta motivación es simplemente nuestra mente proporcionándonos energía para que podamos tomar acciones para lograrlas.

Una vez que los logramos nos volvemos estables, a menos que encontremos nuevos objetivos que perseguir, por supuesto. Y el ciclo de inestabilidad, luego estabilidad y luego inestabilidad continúa.