¿Qué es la Psicología Ambiental? (Teorías + Ejemplos)

El término “psicología ambiental” puede resultarle un poco ambiguo o confuso; si es así, ciertamente no estás solo.

Todavía no es un campo muy grande, pero tiene el potencial de ser uno de los más impactantes hasta ahora con respecto al futuro del ser humano.

Si despierta su interés, es posible que se pregunte cómo responder preguntas como: ¿Qué significa «psicología ambiental»? ¿Qué hace por nosotros? ¿Cómo se puede aplicar?

Si estas preguntas despiertan su curiosidad, ha venido al lugar correcto. Sigue leyendo para aprender más sobre este fascinante campo.

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¿Cuál es la definición de psicología ambiental?

Según el Journal of Environmental Psychology, el campo se puede definir como:

“[T]El estudio científico de las transacciones e interrelaciones entre las personas y su entorno físico (incluidos los entornos construidos y naturales, el uso y abuso de la naturaleza y los recursos naturales, y el comportamiento relacionado con la sostenibilidad)”.

En otras palabras, la psicología ambiental tiene que ver con la interacción entre las personas y su entorno. Como campo, busca comprender cómo y por qué nuestro entorno nos afecta, cómo podemos aprovechar ese conocimiento para nuestro beneficio y qué podemos hacer para mejorar nuestra relación con el mundo que nos rodea.

Introducción y breve historia de la psicología ambiental

La psicología ambiental es un subcampo de la psicología que, como sugiere la definición anterior, se ocupa de cómo las personas interactúan y se relacionan con su entorno. Sus raíces se remontan muy atrás, pero como campo establecido es relativamente joven (Spencer & Gee, 2009).

Se podría decir que comenzó a finales del siglo XIII. Como explican los expertos Christopher Spencer y Kate Gee:

“En 1272, Marco Polo viajaba por los reinos de Asia occidental y notó que la gente de Kerman era buena, humilde, servicial y pacífica; mientras que sus vecinos inmediatos en Persia eran malvados, traicioneros y asesinos.

El rey de Kerman había preguntado a sus sabios cuál podía ser la razón, y respondieron que la causa estaba en el suelo. Espléndidamente empírico en su enfoque, el rey había ordenado que se trajeran cantidades de tierra de Isfahan (‘cuyos habitantes superaban a todos los demás en maldad’), la rociaron en los pisos de su salón de banquetes y luego la cubrieron con alfombras. Cuando comenzó el siguiente banquete, sus invitados «comenzaron a ofenderse unos a otros con palabras y hechos, y a herirse mortalmente unos a otros». El rey declaró que verdaderamente la respuesta estaba en el suelo”.

(2009)

Este experimento inicial abordó la pregunta que se encuentra en el corazón de la psicología ambiental: ¿cómo nos afecta nuestro entorno?

Esta pregunta es lo que condujo al establecimiento de la psicología ambiental como su propio subcampo de la psicología. Se encargó a un grupo de psicólogos sociales que determinara qué diseños de habitaciones eran más beneficiosos para los pacientes del hospital y cuáles podrían tener efectos adversos. Estos psicólogos se dieron cuenta de que realmente no sabían cómo responder esa pregunta y decidieron que se requería una nueva área de investigación para explorar el tema.

Aunque la primera pregunta suele ser la más destacada para las personas curiosas, la segunda pregunta que hace la psicología ambiental también es importante: ¿cómo afectamos nuestro medio ambiente?

Esa pregunta se vuelve más apremiante a medida que el problema del cambio climático se vuelve más apremiante. También ha llevado a una mayor consideración de las actitudes hacia el medio ambiente y el mundo natural (Spencer & Gee, 2009).

¿Cuáles son los temas y alcances explorados en la psicología ambiental?

Entonces, dado lo que sabemos sobre la psicología ambiental, ¿qué tipo de temas estudian realmente los psicólogos ambientales?

El Journal of Environmental Psychology enumera los siguientes temas como áreas populares dentro del campo:

  • Percepción y valoración de edificios y paisajes naturales
  • Mapeo cognitivo, cognición espacial y orientación
  • Consecuencias ecológicas de las acciones humanas.
  • Evaluación de edificios y paisajes naturales.
  • Diseño y experiencias relacionadas con los aspectos físicos de los lugares de trabajo, escuelas, residencias, edificios públicos y espacios públicos
  • Comportamiento del ocio y el turismo en relación con sus entornos físicos
  • Significado de las formas construidas
  • Aspectos psicológicos y conductuales de las personas y la naturaleza.
  • Teorías del lugar, el apego al lugar y la identidad del lugar
  • Aspectos psicológicos de la gestión de recursos y crisis
  • Riesgos y peligros ambientales: percepción, comportamiento y gestión
  • Estrés relacionado con entornos físicos
  • Uso social del espacio: hacinamiento, privacidad, territorialidad, espacio personal

Esta no es una lista exhaustiva, pero proporciona un excelente resumen de los temas que probablemente encontrará al leer sobre psicología ambiental.

Conceptos y Teorías en Psicología Ambiental

La psicología ambiental está plagada de teorías sobre cómo y por qué actuamos de la manera que lo hacemos en nuestro entorno, pero tienden a caer en una de las pocas perspectivas principales:

  1. Determinismo geográfico
  2. biología ecológica
  3. Behaviorismo
  4. Psicología de la Gestalt

El determinismo geográfico es la idea de que la base y la vida útil de civilizaciones enteras dependen de factores ambientales, como la topografía, el clima, la vegetación y la disponibilidad de agua.

Los teóricos en esta perspectiva creen que un desafío ambiental demasiado grande conduce a la destrucción de civilizaciones, mientras que un desafío insuficiente puede resultar en un estancamiento de la cultura. Además, estos factores ambientales pueden tener un gran impacto en lo que valoramos como sociedad y en cómo vivimos y trabajamos juntos.

La perspectiva de la biología ecológica se basa en las teorías de la interdependencia biológica y sociológica entre los organismos y su entorno. Desde este punto de vista, los organismos son vistos como partes integrales de su medio ambiente más que como entidades separadas. Esto abre la puerta para el estudio de las interdependencias entre los dos y en todo el sistema.

Los conductistas hicieron hincapié en el contexto de la conversación, insistiendo en que tanto el contexto ambiental como el contexto personal (p. ej., personalidad, disposiciones, actitudes, puntos de vista, experiencia) son determinantes vitales del comportamiento. Aunque el conductismo generalmente pasó de moda como la perspectiva líder en psicología, su enfoque mejorado en los factores contextuales perduró.

Finalmente, la psicología de la Gestalt fue la otra cara de la moneda del conductismo; mientras que los conductistas a menudo consideraban el comportamiento y nada más que el comportamiento, los pensadores de la Gestalt eran más propensos a considerar la percepción y la cognición. En lugar de ver los estímulos ambientales como factores 100% objetivos, la atención se centró en cómo las personas percibido y pensé en estos estímulos (Universidad Virtual de Pakistán, nd).

Para profundizar un poco más, podemos sumergirnos en algunas de las teorías más específicas de la psicología ambiental. Estos son algunos de los que pueden ayudarlo a controlar el campo, por amplio que sea.

Teoría del comportamiento planificado (TPB)

Esta teoría establece que las personas eligen la(s) opción(es) con los mayores beneficios (resultados positivos) y los costos más bajos (por ejemplo, energía, tiempo, dinero) y que el comportamiento que adoptamos es un resultado directo de nuestras intenciones. Nuestras intenciones están determinadas por nuestras actitudes hacia el comportamiento, las normas sociales sobre el comportamiento y las creencias sobre si somos capaces de controlar nuestro comportamiento y en qué medida.

El TPB ha explicado con éxito muchos comportamientos ambientales interesantes, como la elección del modo de viaje (por ejemplo, automóvil, avión, tren, bicicleta), el reciclaje y el compostaje domésticos, el uso del agua, el consumo de carne y otros, en general, favorables al medio ambiente. comportamiento (Gifford, Steg y Reser, 2011).

Modelo de activación de normas (NAM)

Este modelo fue desarrollado para explicar el comportamiento altruista y respetuoso con el medio ambiente; postula que las propias normas personales son más importantes que las normas sociales para determinar cómo elegimos nuestro comportamiento (Liu, Sheng, Mundorf, Redding y Ye, 2017).

Teoría del valor-creencia-norma (VBN)

Similar a la NAM, la teoría del valor-creencia-norma asume que las personas actúan de manera proambiental cuando se sienten moralmente obligadas a hacerlo. Esta obligación moral puede provenir de dentro (basada en la propia moral), de fuentes externas (normas sociales y la moral de los demás), o de ambas (Gifford, Steg, & Reser, 2011).

Además de estas teorías, hay seis conceptos discutidos con frecuencia en el campo: atención, percepción y mapas cognitivos, ambientes ideales, estrés ambiental y manejo, participación y comportamiento protector. Estos llamados “elementos continuos” son centrales en la exploración de cómo nos afecta nuestro entorno y viceversa.

Atención

La atención es el primer paso de cualquier interacción con el entorno; determina cómo notamos, percibimos y observamos nuestro entorno. Hay dos clases principales de estímulos: los que pedir nuestra atención (estímulos altamente atractivos o incluso que distraen) y aquellos hacia los que dirigimos nuestra atención voluntariamente o incluso con entusiasmo.

Percepción y Mapas Cognitivos

La forma en que percibimos el mundo que nos rodea finalmente se organiza y almacena en nuestras mentes en lo que se llama «mapas cognitivos». Los mapas cognitivos son redes espaciales que conectan nuestras experiencias con nuestras percepciones actuales, ayudándonos a reconocer y comprender el mundo que nos rodea y permitiéndonos navegar por él de manera efectiva.

Entornos ideales

Los entornos ideales son lugares donde las personas “se sienten seguras de sí mismas y competentes, donde pueden familiarizarse con el entorno y al mismo tiempo comprometerse con él” (Essays, Reino Unido, 2013). Hay cuatro factores que determinan si un entorno es ideal:

  1. Unidad: la sensación de que las cosas en el entorno funcionan bien juntas.
  2. Legibilidad: la suposición de que una persona puede atravesar y navegar por el entorno sin perderse.
  3. Complejidad: la cantidad de información y diversidad en un entorno que hace que valga la pena aprender sobre él.
  4. Misterio: la expectativa de poder adquirir más información sobre un entorno (Essays, UK, 2013).

Estrés ambiental y manejo

Los entornos pueden inducir estrés en las personas, lo que tiene consecuencias como mala salud, reducción del altruismo, mayor debilidad conductual y cognitiva, y falta de atención suficiente al entorno en sí.

Un beneficio importante de tener un espacio privado para vivir es que podemos controlar los estímulos entrantes que inducen estrés (al menos hasta cierto punto). También podemos intentar regular nuestro estrés relacionado con el medio ambiente “manejándolo” o ideando formas de comprender y dar sentido a dichos estímulos y compartiendo nuestras lecciones aprendidas con los demás.

Intervención

La participación se refiere a cuánto participa una persona en su entorno, interactuando y comprometiéndose con su entorno. También puede referirse a su participación en el “diseño, ajuste y organización” del entorno (Essays, UK, 2013).

Comportamiento protector

Finalmente, el comportamiento de protección son las acciones que tomamos para salvaguardar, administrar y administrar adecuadamente nuestro medio ambiente. Esto se refiere tanto a entornos naturales como construidos, que requieren diferentes tipos de comportamiento de protección para mantenerlos de manera efectiva. Este es el tipo de comportamiento que es necesario para crear un ambiente ecológicamente sostenible…