¿Son los ojos una ventana al cerebro? La investigación sugiere que ciertos movimientos oculares pueden indicar esquizofrenia.
Durante más de un siglo, los investigadores en el campo de la psiquiatría han observado movimientos oculares alterados en personas con esquizofrenia, una condición de salud mental compleja que a menudo implica psicosis.
En la última década, estas diferencias en el movimiento de los ojos han salido a la luz, lo que demuestra que pueden tener un potencial diagnóstico.
Los estudios que utilizan pruebas de movimiento ocular para detectar la esquizofrenia han mostrado resultados prometedores. Los hallazgos sugieren que estas pruebas podrían usarse algún día en el consultorio del médico.
Podemos pensar en los ojos y el cerebro como partes separadas del cuerpo, pero están muy conectados. Los ojos son una extensión del cerebro y los dos órganos envían constantemente mensajes importantes de un lado a otro.
Cuando hay un problema en el cerebro, a menudo se puede ver en los ojos.
Las personas con esquizofrenia muestran diferencias en la forma en que sus ojos se mueven y buscan objetos. Esto incluye dificultades con los siguientes movimientos oculares típicos:
- Persecución suave: la forma en que el ojo se mueve mientras sigue un objeto en movimiento
- Control sacádico: un movimiento rápido de los ojos de un punto a otro
- Búsqueda visual: el escaneo activo del entorno para encontrar un objetivo específico
Por ejemplo, si una persona con esquizofrenia observara un pájaro volar por el cielo, sus movimientos oculares podrían no seguir el ritmo del pájaro y luego tratar de alcanzarlo con movimientos rápidos y entrecortados (sacadas).
A medida que los investigadores obtienen una mejor comprensión de la salud del ojo y el cerebro, se han encontrado con una creciente evidencia de que los cambios en los ojos pueden indicar trastornos neurológicos.
Además, con las mejoras recientes en las tecnologías de imágenes, los científicos han desarrollado herramientas mínimamente invasivas para realizar exámenes de la vista, lo que facilita mucho el proceso.
Investigación temprana
Un estudio de 2012 fue el primero en demostrar que los movimientos oculares pueden actuar como biomarcadores (una señal en el cuerpo de que existe una afección) para identificar a las personas con y sin esquizofrenia.
Los investigadores monitorearon y registraron los movimientos oculares de 88 participantes con esquizofrenia y 88 sujetos de control. Con esta información, desarrollaron modelos matemáticos que podían diferenciar a las personas con esquizofrenia de las que no la tenían.
Los participantes con esquizofrenia diferían de los sujetos de control en casi todas las pruebas de movimiento ocular. El estudio incluyó tres tipos de pruebas:
- búsqueda suave
- visualización libre
- fijación de la mirada
En la prueba ocular de persecución suave, los participantes con esquizofrenia tuvieron problemas para seguir objetos que se movían lentamente. Su punto de enfoque cayó detrás del objeto y luego hizo rápidos movimientos bruscos para alcanzarlo.
En la tarea de visualización libre, las personas con esquizofrenia mostraron un patrón anormal de mirar una imagen en comparación con las personas sin esquizofrenia. La mirada de las personas sin esquizofrenia tiende a cubrir uniformemente toda la imagen, mientras que la mirada de las personas con esquizofrenia se limita a una porción más pequeña de la imagen.
En la prueba de fijación, las personas con esquizofrenia tuvieron problemas para mantener una mirada fija en un solo objetivo estacionario.
Cuando los investigadores combinaron todos los datos, uno de los modelos mostró una precisión del 98,3 %.
Este fue el primer estudio que mostró que las diferencias en el movimiento de los ojos entre las personas con esquizofrenia son lo suficientemente sensibles como para usarse como biomarcadores.
Investigaciones más recientes
Otra diferencia en la vista que se observa entre las personas con esquizofrenia es que tienen problemas para detectar las expresiones faciales. Los estudios de seguimiento ocular han demostrado que exploran menos visualmente y se fijan menos veces en las características que aquellos sin el trastorno.
Una investigación de 2019 encontró que dar a las personas con esquizofrenia una dosis de oxitocina intranasal puede mejorar su atención visual. Se ha demostrado previamente que la oxitocina, conocida como la «hormona de los abrazos», tiene efectos prosociales.
Otro indicador importante de la esquizofrenia es la retina, una capa de tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo. La evidencia sugiere que la retina es más delgada y que las venas pequeñas de la retina (vénulas) son más anchas en las personas con esquizofrenia.
Una de las pruebas más prometedoras desarrolladas para ayudar a identificar a las personas con riesgo de esquizofrenia es la electrorretinografía. Esta sencilla prueba mide cómo responde el ojo a la luz a través de las células sensibles a la luz de la retina llamadas bastones y conos.
La señal se detecta a través de un pequeño electrodo colocado en la mejilla o debajo del párpado.
En un estudio de 2017, los investigadores que usaron electrorretinografía encontraron diferencias en la forma en que las retinas respondían a la luz en personas con riesgo o diagnosticadas con esquizofrenia o trastorno depresivo mayor.
Los hallazgos de este estudio agregan evidencia adicional de que la electrorretinografía puede ayudar a identificar a las personas en riesgo de trastornos psiquiátricos, como la esquizofrenia, antes de que aparezcan los síntomas.
Varias investigaciones desde 2012 han demostrado que ciertos movimientos oculares pueden indicar esquizofrenia.
Estos hallazgos prometedores son solo el comienzo. A medida que los científicos continúan explorando el vínculo ojo-cerebro en los trastornos neurológicos, es posible que finalmente veamos una prueba predictiva precisa para la esquizofrenia en clínicas y hospitales.
Esta herramienta de diagnóstico actuaría como complemento de otros criterios basados en síntomas que ya se utilizan para detectar la esquizofrenia.