Si bien el estrés puede afectar un diagnóstico de cáncer existente, hay poca evidencia de que pueda causar cáncer.
El estrés puede tener un impacto serio en nuestro estado de ánimo, haciéndonos pasar por una variedad de emociones a medida que sigue su curso. Puede crear una sensación de malestar, ansiedad, frustración o incluso irritación.
Pero el estrés también puede tener un efecto físico. Puede hacer que su pulso se acelere, su respiración se vuelva superficial y su tensión aumente. También puede bajar las defensas internas de su cuerpo.
Cuando tus defensas están bajas, tu cuerpo podría estar recibiendo enfermedades u otras condiciones. Lo que podría hacer que te preguntes: ¿Puede el estrés causar cáncer?
La respuesta no es tan simple. Si bien es probable que el estrés no cause cáncer, podría desempeñar un papel en su desarrollo, así como afectar a quienes ya viven con la afección.
Los efectos del estrés son de gran alcance. El estrés no solo puede afectar su bienestar mental, sino que también puede afectar gravemente su salud física.
Su cuerpo activa la respuesta de lucha, huida o congelación cuando se detecta estrés. Las hormonas del estrés, la adrenalina y el cortisol, se liberan y envían mensajes por todo el cuerpo, preparándolo para defenderse.
Este llamado a la acción puede afectar todos los sistemas principales de su cuerpo, incluidos los siguientes:
- sistema nervioso central (SNC)
- sistema endocrino
- sistema muscular
- sistema digestivo
- sistema inmunitario
- sistema cardiovascular
- sistema reproductivo
- Sistema respiratorio
A medida que su cuerpo se pone a la defensiva, puede experimentar músculos tensos, un aumento del ritmo cardíaco y una respiración más rápida, entre otras reacciones. Estos generalmente mejoran una vez que pasa el estrés.
Sin embargo, cuando se trata de largos períodos de estrés, estas reacciones pueden aumentar o incluso persistir a largo plazo. El estrés crónico también puede causar muchos otros síntomas, entre ellos:
Comprender cómo el estrés afecta su bienestar físico puede ayudarlo a encontrar formas de controlar o superar el estrés y reducir sus efectos en su cuerpo.
Al examinar el vínculo entre el estrés y el cáncer, la investigación es mixta. Algunos expertos sugieren que el estrés puede causar cáncer, mientras que otros creen que solo puede contribuir a la condición.
Aunque no está claro si el estrés puede causar cáncer directamente, un estudio de 2021 sugiere que puede promover y facilitar su desarrollo.
Por ejemplo, el estrés puede hacer que participemos en comportamientos poco saludables, como beber, fumar o hacer elecciones dietéticas no nutritivas. Estos hábitos pueden conducir a una variedad de problemas de salud, incluido el cáncer y otras afecciones.
El estrés crónico (a largo plazo) en particular ha sido examinado en cuanto a cómo puede contribuir a la enfermedad. Una revisión de 2020 encontró que el estrés prolongado puede promover el desarrollo de cáncer porque puede debilitar la respuesta inmune del cuerpo y otras funciones necesarias.
Un estudio de 2021 encontró que el estrés puede tener un mayor impacto en las personas que han sido tratadas con éxito contra el cáncer. En el estudio, los investigadores encontraron que el estrés puede reactivar las células tumorales latentes, lo que hace que el cáncer regrese en aquellos en remisión.
Los investigadores creen que otros factores pueden haber contribuido a por qué el cáncer regresó a los pacientes del estudio, pero se necesita más investigación para comprender completamente estos hallazgos.
Si bien es posible que el estrés no cause cáncer, es probable que tenga un impacto en quienes ya tienen cáncer.
Un estudio anterior de 2010 sugiere que el estrés puede aumentar el crecimiento y la metástasis (propagación) de los tumores. Esto significa que el estrés no solo puede aumentar el tamaño de los tumores existentes, sino que también puede afectar la forma en que las células cancerosas se diseminan a otras partes del cuerpo.
Los estudios en animales respaldan estos hallazgos. Un estudio de 2019 encontró que las hormonas del estrés pueden haber causado metástasis en ratones implantados con células tumorales de mama humanas, mientras que un estudio de 2016 encontró que el estrés crónico puede haber causado un sistema inmunológico debilitado y un mayor crecimiento tumoral en ratones con cáncer de páncreas.
Los efectos mentales y físicos de vivir con cáncer también pueden pasar factura, lo que en sí mismo puede causar estrés. Este estrés puede afectar su bienestar general, creando un estado persistente de defensa en su cuerpo, debilitando las funciones esenciales y permitiendo que el cáncer se desarrolle aún más.
Este ciclo de estrés puede generar sentimientos de desesperanza o hacer que deje de cuidarse adecuadamente después de recibir el diagnóstico, según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI).
Participar activamente en formas de manejar el estrés es clave cuando se vive con cáncer. Eliminar o reducir el estrés puede promover un sistema inmunológico más saludable y potencialmente reducir la posibilidad de que las células cancerosas se propaguen o recurran.
Las estrategias para sobrellevar el estrés cuando se tiene cáncer pueden incluir:
El estrés puede tener un impacto serio en su bienestar general al afectar tanto su bienestar físico como mental. Se ha relacionado con muchas condiciones de salud, incluido el cáncer.
Si bien hay poca evidencia que sugiera que el estrés puede causar cáncer directamente, la investigación muestra que el estrés puede desempeñar un papel en la facilitación de la condición. Debido a que el estrés puede debilitar el sistema inmunológico y otras funciones esenciales, puede potencialmente promover el desarrollo de cáncer y otras enfermedades.
Sin embargo, el estrés se puede controlar, ya sea que tenga cáncer o que tenga una mayor probabilidad de desarrollar la afección. La búsqueda activa de formas de controlar o reducir el estrés puede ayudarlo a vivir un estilo de vida más saludable en general.