Psicología social: definición, teoría y ejemplos
La psicología social es el estudio de cómo las personas interactúan, piensan y se influyen entre sí. La psicología social ha dado forma a gran parte de nuestra comprensión actual del comportamiento humano.
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Me he formado tanto en psicología clínica como en psicología social, y he aprendido que ningún campo de la psicología tiene el monopolio del trabajo significativo. Los psicólogos clínicos se centran de cerca en los trastornos de salud mental, intentando comprender plenamente cómo se desarrollan y cómo se pueden prevenir, tratar y, con suerte, resolver. Por el contrario, los psicólogos sociales suelen centrarse en comportamientos sociales no patológicos pero muy comunes y, por lo tanto, igual de importantes de entender.
Por ejemplo, la mayoría de las personas pasan poco tiempo con personas que padecen esquizofrenia, pero todos hacemos una serie de juicios sociales inmediatos e intuitivos a lo largo del día, y estos juicios influyen en nuestro comportamiento hacia otras personas. Ese tipo de experiencia cotidiana y común (conocer a alguien nuevo, por ejemplo, y formar juicios sobre esa persona que dan forma a la conversación que mantenemos) es precisamente lo que los psicólogos sociales quieren estudiar y comprender. La gran variedad de interacciones y comportamientos sociales en los que podemos participar como seres humanos es difícil de describir, por lo que los psicólogos sociales tienen mucho trabajo por delante.
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¿Qué es la psicología social? (Una definición)
Los psicólogos sociales utilizan una variedad de métodos para estudiar estas experiencias sociales. Se puede encontrar a psicólogos sociales utilizando software de seguimiento ocular para comprender mejor cómo percibimos a otras personas, realizando experimentos en los que se pide a las personas que interactúen entre sí e incluso haciendo que las personas completen tareas computarizadas que capturan los sesgos ocultos que no admitirían conscientemente ante sí mismos o ante los investigadores. Los psicólogos sociales colaboran con psicólogos clínicos, investigadores en neurociencia y psicólogos cognitivos para fusionar la experiencia en otros campos con su enfoque en las interacciones sociales (Bordens y Horowitz, 2013).
¿Por qué es importante la psicología social?
Una forma de desglosar ampliamente el enfoque de la psicología social es saber que a menudo considera que el comportamiento social está influenciado por las características del individuo, las características de la situación y cómo estos factores interactúan entre sí (Bordens y Horowitz, 2013). Por ejemplo, cuando conozco a una nueva persona, cómo pienso, siento y me comporto con ella estará influenciado por quién soy yo (mi personalidad, mi estado de ánimo ese día, mis objetivos y prioridades personales) y por la situación (cuántas otras personas hay alrededor, cuánto tenemos en común esta persona y yo, si se trata de un entorno profesional o personal).
Teorías de la psicología social
Los psicólogos sociales consideran que nuestro pensamiento se produce en un contexto social; por lo tanto, tenemos una teoría de la cognición social (Augoustinos et al., 2014) que describe cómo procesamos la información social. Una idea central de la teoría cognitiva social es que nuestros cerebros son relativamente perezosos: no quieren tener que prestar plena atención en cada momento social. Eso sería agotador, ¿verdad? Por lo tanto, para ser más eficientes, nos basamos en información y experiencias previas para crear categorías y expectativas de personas y situaciones con anticipación.
Psicología social: esquemas
A veces, llamamos a estas categorizaciones y expectativas esquemas, que son como los planos de cómo pensamos que es otra persona y cómo serán nuestras interacciones con ella (Bordens y Horowitz, 2013). Tenemos esquemas para todo tipo de situaciones y personas, desde cómo será la compra en el supermercado hasta qué comportamientos son apropiados o no en una primera cita. Tenemos esquemas que varían según todo tipo de marcadores de estatus e identidad social, desde esquemas de género hasta esquemas que difieren según la clase social.
Estos esquemas nos ahorran tiempo y energía (imagínate si tuvieras que abordar cada interacción con un cajero como si fuera una experiencia completamente nueva), pero también nos hacen prestar menos atención y abordar las situaciones con menos flexibilidad y curiosidad. En otras palabras, muchas de nuestras conductas de cognición social son eficientes, pero a costa de perder potencialmente alguna información clave. Por ejemplo, los prejuicios y los estereotipos son dos tipos de cognición social que surgen de este estilo de procesamiento eficiente pero excesivamente simplificado.
Psicología social: teoría de la identidad social
Otra teoría fundamental de la psicología social es la teoría de la identidad social (Tajfel y Turner, 1986). Esta teoría propone que nos definimos tanto por nuestras características personales únicas como por los grupos a los que pertenecemos o con los que nos afiliamos. De un contexto a otro, nuestras características únicas o nuestras identidades grupales pueden ser más o menos influyentes a la hora de determinar nuestros pensamientos, sentimientos y conductas. Por ejemplo, mi pertenencia a un grupo en la categoría de “hombres” parece influirme menos cuando estoy en un grupo de hombres que cuando estoy en un grupo de mujeres.
Como nos gusta sentirnos bien con nosotros mismos, es más probable que hagamos juicios e interpretaciones favorables sobre los grupos a los que pertenecemos que sobre los grupos a los que no pertenecemos (Deaux, 1993). Ésta es otra forma de ver cómo pueden surgir fenómenos como los estereotipos: la posibilidad de que personas que no son como nosotros puedan ser buenas puede generar miedo. ¿Y si esto significa que no somos buenas personas o que las personas que no son como nosotros son mejores que nosotros? De esta manera, podemos llegar a menospreciar a otros grupos para sentirnos bien con nuestra propia identidad.
También podemos llegar a identificarnos mucho con los roles que desempeñamos en nuestras vidas (Stryker, 1980). Por ejemplo, me identifico como científico, terapeuta y miembro de una cooperativa de vivienda. Cada una de estas identidades conlleva su propio conjunto de expectativas de comportamiento; apuesto a que tienes una idea de cómo “debería” comportarse un terapeuta, igual que yo. Al mismo tiempo, algunas de estas identidades pueden entrar en conflicto entre sí, como cuando mis prioridades en casa y en el trabajo parecen diferentes. La forma en que elijo presentarme, dados estos roles en competencia, cambiará de un contexto a otro, pero también estará impulsada por mi deseo de quedar bien frente a los demás, lo que un psicólogo social llama gestión de la impresión (Goffman, 1959).
Ejemplos de investigación en psicología social
En el resto de este artículo, describiré ejemplos de varios experimentos famosos de psicología social. Por ahora, es importante saber que la investigación en psicología social suele ser experimental. La mayoría de las investigaciones en psicología social intentan comprender cómo se relacionan o influyen entre sí los distintos aspectos de las situaciones sociales y, para ello, suelen crear lo que se denomina experimentos factoriales (Bordens y Horowitz, 2013).
He aquí un ejemplo de un experimento factorial: supongamos que queremos saber si el género de las personas y el género del grupo al que pertenecen influyen en su comportamiento en una situación particular. Podríamos diseñar un estudio en el que se invita a personas de distintos géneros a imaginarse a sí mismas en una situación social. A algunas de esas personas les diríamos que todos los que las rodean son de su mismo género, mientras que a otras les diríamos que la sala está llena de personas de un género diferente. Al asignar aleatoriamente a las personas a estas condiciones, podríamos intentar determinar si las personas de distintos géneros responden de manera diferente a la misma situación social y si el hecho de que se las empareje en género con las personas que las rodean también marca una diferencia.
Temas de psicología social
El refuerzo social se refiere a la idea de que siempre reaccionamos a la forma en que las personas interactúan con nosotros. El hecho de que te siga contando una historia de mi día depende en gran medida del contacto visual que establezcas, de si sonríes o no y de si pareces distraerte con frecuencia. Los psicólogos sociales han desarrollado muchas teorías para describir los patrones en nuestras experiencias de refuerzo social.
Por último, como hemos señalado anteriormente, el yo en sí mismo es un tema central de la psicología social. Por ejemplo, el hecho de que me considere bueno y digno de la atención de los demás influirá en gran medida en mi relación con desconocidos en una fiesta.
Conceptos de psicología social
Otro concepto interesante en psicología es el de ejemplar o prototipo (Messick y Mackie, 1989). Los prototipos son el ejemplo “más típico” de una categoría dada, que posee la mayoría o la totalidad de las características que consideramos esenciales para esa categoría. Por ejemplo, el terapeuta prototípico puede ser una mujer en la mente de muchas personas, por lo que, aunque poseo muchos rasgos típicos de terapeuta, podría no ser el ejemplo que viene a la mente de la mayoría de las personas. A su vez, se podría esperar que esto influyera en cómo las personas reaccionan ante mí.
Experimentos famosos de psicología social
Hay tantos experimentos fascinantes de psicología social que no puedo describirlos todos aquí. Para una reseña…