Conviviendo con las cañas
Desde el momento en el que decimos aquello de 'vale, tengo canas' empieza nuestro mano a mano con los tintes de cada mes y aquí surgen varios problemas. Aunque hay tintes sin amoníaco, que dañan menos el cabello, tenemos que teñir igualmente toda la melena, con el desgaste que eso conlleva. Pero es que igual nos encanta nuestra base de color natural y estamos irremediablemente condenadas a llevar otro color de pelo. Además, tampoco podemos permitirnos ir a la peluquería a teñirnos cada pocas semanas… Pero, ¿sabes qué? Hay opciones y más de moda: ¡las mechas!