Un terapeuta ABA responde a las preguntas más urgentes de los padres sobre la terapia ABA.
P. ¿Cómo se mide/monitorea el progreso de un niño en ABA?
R. La recopilación de datos es fundamental en la terapia ABA, ya que permite a los terapeutas acceder a comportamientos y desarrollar objetivos y un plan de tratamiento mientras monitorean constantemente el progreso. El progreso de un niño se mide y monitorea mediante la recopilación constante de datos. Se pueden utilizar varios métodos diferentes según los objetivos previstos.
- Grabación de frecuencia y tasa: contar y registrar el número de veces que se exhibe un comportamiento dentro de un período de tiempo establecido
- Duración de la grabación: el período de tiempo que ocurre un comportamiento, a veces se usa en lugar del registro de frecuencia cuando un comportamiento varía o es demasiado rápido para contarlo, es decir, rabietas
- Grabación de latencia: medir el tiempo entre una señal verbal y la realización de una conducta
- Datos ABC (Antecedente-Comportamiento-Consecuencia): monitorear los eventos que ocurren antes de un comportamiento, el comportamiento de respuesta y las consecuencias del comportamiento para ayudar a definir correlaciones
- Análisis de diagrama de dispersión: Ayuda a correlacionar la hora del día y los comportamientos.
- Grabación a intervalos: puede resultar útil cuando no se puede completar el registro constante de datos
- Muestreo de tiempo: una variación de la grabación a intervalos que implica dividir intervalos de tiempo más grandes en bloques más pequeños, es decir, 1 minuto de cada bloque de 15 minutos
P. ¿Cuánto dura normalmente el tratamiento?
R. El tratamiento ABA varía según las necesidades específicas de cada niño. Normalmente, se recomiendan de 30 a 40 horas por semana para optimizar los resultados del tratamiento. Las recomendaciones de tratamiento siempre se determinan después de su evaluación inicial con un BCBA. Durante esta evaluación, la BCBA utiliza una serie de herramientas como VB-MAPP (Programa de colocación y evaluación de hitos del comportamiento verbal) y ABLLS (Evaluación de habilidades básicas de aprendizaje y lenguaje) para determinar los objetivos de la terapia.
No existe un cronograma ni una fecha de finalización establecida para la terapia ABA. El objetivo es que su hijo alcance los hitos del desarrollo de sus compañeros típicos sin exhibir conductas desadaptativas. Cada niño es diferente, cada familia es diferente y cada entorno es diferente.
Ningún plan funciona para todos los niños y no hay una fecha de finalización fija para la terapia porque el entorno cambia al igual que las personas. Algunos niños reciben terapia ABA a nivel intensivo durante varios años y reducen las horas para mantener los niveles de funcionamiento. Otros pueden estar en terapia durante toda su vida.
La duración de la terapia está determinada por las regulaciones del seguro, los resultados exitosos del tratamiento, la intervención temprana versus tardía, la gravedad de los déficits de desarrollo y la gravedad de las conductas desadaptativas.
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P. ¿Cómo se determina cuándo los servicios ya no son necesarios?
R. Determinar cuándo los servicios ABA ya no son necesarios depende de la evaluación del progreso de su hijo. Su analista de comportamiento debe proporcionarle informes de estado periódicos para mantenerlo informado sobre el progreso de su hijo hacia los objetivos del tratamiento.
La mayoría de los analistas revisan semanalmente la recopilación de datos sobre las intervenciones. Estos datos garantizan que los objetivos establecidos sean alcanzables y que el plan de intervención conductual reduzca los comportamientos desadaptativos al tiempo que aumenta los comportamientos prosociales.
La mayoría de los seguros requieren una reautorización cada seis meses. En este momento, su analista de comportamiento revisará y actualizará el plan de tratamiento, agregará nuevas metas según sea necesario y discutirá con su familia si el tratamiento ha sido beneficioso y se mantendrá.
Es vital que la terapia sea significativa tanto para su hijo como para su familia. Los cuidadores deben trabajar con el analista de conducta para establecer metas que impactarán significativamente la calidad de vida de la familia.
A menudo, la terapia ABA finaliza antes de tiempo debido a la falta de comunicación entre el analista de conducta y la familia. Es importante no renunciar a la terapia. Como ocurre con cualquier tratamiento, es un proceso largo, pero las investigaciones demuestran una y otra vez que esta intervención es exitosa.
P. ¿Cuál es el papel de los padres en ABA?
R. Los padres desempeñan un papel fundamental en la terapia ABA. Los terapeutas deben trabajar en conjunto con los padres, cuidadores, educadores y proveedores de diagnóstico para elaborar un plan de tratamiento, establecer metas y producir resultados mensurables para su hijo y su familia.
No necesitas ser un experto. A medida que trabaje con el terapeuta de su hijo e incorpore un plan en las rutinas diarias de su hijo, aprenderán juntos y tendrán más confianza en su conocimiento de qué habilidades/tratamientos benefician a su hijo. Lo ideal es que usted y el terapeuta de su hijo trabajen como un equipo; Su opinión es valiosa para la recopilación de datos y para proporcionar el mejor plan para las necesidades individuales de su hijo.
Si descubre que no está involucrado en la terapia de su hijo y solo recibe informes de estado, es esencial que se siente con su analista de conducta. Hágales saber que le gustaría recibir educación y capacitación adicionales para garantizar que su hijo tenga éxito tanto con usted como con el equipo de análisis del comportamiento.
P. ¿Cómo trabajan juntos los OT y los BA?
R. Las funciones de los terapeutas ocupacionales, terapeutas del habla y analistas de conducta pueden superponerse y, a menudo, trabajan en conjunto para ayudar a los pacientes a lograr objetivos específicos. La terapia ocupacional, la terapia del habla y la terapia ABA comparten algunas características clave y, a menudo, se combinan con el habla, la OT y la BA trabajando juntos hacia un objetivo común. Los niños diagnosticados con autismo pueden tener una variedad de necesidades que pueden beneficiarse de múltiples terapias.
P. ¿Cómo se estructuran las sesiones?
R. La estructura de la sesión variará según los objetivos de desarrollo específicos de su terapeuta junto con sus comentarios. Algunas sesiones pueden incluir una combinación de trabajo y juego, mientras que otras pueden estructurarse como juego incorporando objetivos en el tiempo de juego.
Inicialmente, en los primeros días de la terapia, conocida como “emparejamiento”, muchas de las sesiones incluirán juegos como parte de la construcción de relaciones y como medio de recopilación de datos para que su terapeuta descubra lo que le gusta y lo que no le gusta a su hijo. A medida que la terapia avanza y su hijo se familiariza con su terapeuta, el tratamiento se intensificará para maximizar el potencial de su hijo mientras se controla la fatiga del tratamiento.
P. ¿Cómo se decide qué habilidades se deben enseñar?
R. La terapia ABA tiene como objetivo mejorar las habilidades de adaptación, sociales y de comunicación y proporcionar a los padres/cuidadores las herramientas necesarias para mejorar la calidad de vida del día a día. La decisión sobre qué habilidades se deben enseñar a través de la terapia ABA se determina mediante una consulta con los padres/cuidadores y terapeutas junto con una evaluación exhaustiva del niño. La evaluación ayuda a identificar con qué comportamientos el niño puede necesitar ayuda y qué habilidades se pueden enseñar.
P. ¿Por qué los padres querrían considerar un enfoque ABA para sus hijos?
R. El análisis conductual aplicado (ABA) es una terapia comprobada y basada en investigaciones que ayuda a mejorar las habilidades sociales, de aprendizaje y de comunicación. Aunque también se utiliza en el tratamiento de otras afecciones, muchos expertos consideran que la terapia ABA es el tratamiento principal y más eficaz para las personas diagnosticadas con trastorno del espectro autista (TEA).
La terapia ABA tiene muchos beneficios, que incluyen, entre otros, proporcionar a los padres/cuidadores técnicas y herramientas para mejorar las interacciones dentro de la familia, manejar y ajustar conductas desafiantes y enseñar habilidades funcionales.
Este artículo apareció en Número 125 – Desenvolviendo la terapia ABA