Predisposición genética muy fuerte en el autismo

Durante un tiempo, la comunidad médica ha estado tratando de responder una pregunta singular: ¿Es el autismo genético? Según las últimas investigaciones, los científicos creen ahora que el autismo está relacionado con una predisposición genética muy fuerte y es casi seguro que en la mayoría de los casos es hereditario.

En un estudio en el que participaron hasta 258 gemelos de orígenes étnicos y demográficos diversificados, se estimó que la influencia genética en el TEA (trastorno del espectro autista) oscilaba entre 74% a 98%.

También se encontró que algunos de los factores de riesgo hereditarios para el autismo tienen una fuerte superposición con genes que influyen en los síntomas de autismo menos extremos o límite que están disponibles en la población general.

Este estudio reciente fue realizado por el Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres. Desde entonces, el artículo se publicó en la revista JAMA Psychiatry.

Beata Tick, investigadora principal, explica: “El hallazgo clave de nuestra investigación fue que la heredabilidad del trastorno del espectro autista es mucho mayor de lo que pensábamos originalmente. Al analizar los resultados, también pudimos concluir que los factores genéticos pueden conducir a una amplia gama de síntomas autistas y rasgos de comportamiento en la población general.

Es de destacar que los resultados parecen indicar que la herencia genética bien podría estar entre las causas clave del autismo a pesar del dramático aumento en la prevalencia del TEA en los últimos 20 años.

La fuente de datos para esta investigación se compiló a partir de la base de datos poblacional diversificada TEDS (Estudio de desarrollo temprano de gemelos). La investigación fue financiada por el Consejo de Investigación Médica (MRC).

«Un enfoque bien establecido para aclarar el alcance de las influencias sociales, ambientales y genéticas en el autismo es comparar los puntos en común entre gemelos idénticos y no idénticos», dice el profesor Patrick Bolton, coautor y miembro del King’s College.

Los investigadores creen que el ingenio de este estudio radica en el hecho de que incluyó a gemelos independientemente de si habían pasado por un diagnóstico clínico de autismo. Esto proporcionó a los teóricos una imagen holística del tipo de influencias que la sociedad, la composición genética y el medio ambiente tienen en el desarrollo de un niño y cómo diferencias más sutiles pueden manifestarse en tendencias autistas pronunciadas.

Sus hallazgos añaden más peso a la opinión de que la manifestación extrema de rasgos y comportamientos autistas, observada en la población general, eventualmente conduce al TEA.