Por qué tocar fondo puede ser bueno para ti –

Tocar fondo es una de las experiencias más desagradables de la vida. Cuando estás en el punto más bajo de tu vida, te bombardean todo tipo de emociones desagradables: miedo, inseguridad, duda, frustración, desesperanza y depresión.

Las razones comunes por las que las personas tocan fondo son:

  • Perder un trabajo/negocio
  • Fallar en la escuela/universidad
  • Pasando por una ruptura/divorcio
  • Perder un miembro de la familia
  • Enfermarse o lesionarse gravemente
  • Experimentar abuso
  • Luchando contra una adicción

Tocamos fondo cuando enfrentamos problemas o pérdidas importantes en la vida. Estos problemas o pérdidas sofocan nuestro progreso y felicidad, liberando una avalancha de emociones negativas.

Como explicaré más adelante, si te recuperas o no de tocar fondo depende completamente de cómo manejas estas emociones negativas. Pero primero, comprendamos las fuerzas que operan en nuestra mente cuando los acontecimientos adversos de la vida sofocan nuestro progreso.

Dinámica de tocar fondo

Hay altibajos en la vida de todos. Por lo general, estos altibajos no son muy pronunciados. Cuando hay un ‘arriba’, te sientes feliz. Estás progresando. Te sientes a gusto.

Cuando hay una «caída», sientes que algo anda mal. Te pones ansioso y preocupado. O arreglas las cosas o las cosas se arreglan solas con el tiempo.

Así es como se ve este ritmo normal de vida:

Cuando estamos en un punto bajo de nuestra vida, una fuerza restrictiva ascendente en nuestra psique nos motiva a mantener un nivel de felicidad y progreso. Se activa para empujarte hacia arriba.

Esta fuerza se manifiesta en emociones negativas como el miedo, la desesperanza y la depresión. Estas emociones son dolorosas porque la mente sabe que el dolor es la mejor manera de alertarte.

Pero como los puntos bajos no son demasiado bajos, las emociones negativas en este nivel no son tan intensas. Es fácil calmarse con actividades placenteras para amortiguar el dolor o dejar que el tiempo solucione los problemas menores.

¿Qué pasa cuando los mínimos son extremadamente bajos?
¿Qué pasa cuando tocas fondo?

Cada acción tiene una reacción igual y opuesta. La fuerza restrictiva ascendente de las emociones negativas cuando se ha tocado fondo es mucho más fuerte. Es difícil ignorar la presión que se crea en tu mente: la presión para recuperarte.

En este punto, muchas personas todavía optan por negar sus emociones negativas y tratar de escapar de su dolor. Como el dolor es más intenso ahora, utilizan métodos de afrontamiento más drásticos, como las drogas.

Por otro lado, aquellos que reconocen la tormenta de sus furiosas emociones negativas se ven empujados a un estado de alerta máxima. Se dan cuenta de que las cosas han ido terriblemente mal. Reflexionan sobre su vida y se ven obligados a actuar.

Sus mecanismos de supervivencia se activan. Sienten un impulso y energía para arreglar cosas que nunca antes habían sentido. Están dispuestos a hacer todo lo posible para arreglar las cosas.

Es como cuando la alarma matutina de tu teléfono está en volumen bajo, es poco probable que te despiertes. Pero cuando hay mucho ruido, vuelves a estar despierto y lo apagas.

¿El resultado?

Según la tercera ley de Newton, el progreso que se obtiene al tocar fondo es mucho más notable. Es directamente proporcional a la intensidad de la fuerza restrictiva ascendente.

Si quieres un progreso significativo, tienes que tocar fondo

Tener demasiados puntos bajos moderados en la vida puede ser una amenaza para su progreso. Te vuelves complaciente y no sientes la urgencia de progresar. Permaneces en el mismo nivel seguro durante demasiado tiempo.

«La facilidad es una amenaza mayor para el progreso que las dificultades».

– Denzel Washington

Todos escuchamos historias de personas que lograron grandes cosas después de tocar fondo. Su punto más alto en la vida llegó después de su punto más bajo. No son especiales ni bendecidos. Simplemente respondieron apropiadamente a sus emociones negativas.

No se escondieron de sí mismos ni de su situación de vida. Asumieron la responsabilidad y tomaron medidas. Lucharon y se abrieron camino hasta la cima.

Lo mejor de recuperarse más alto después de tocar fondo es que desarrollas tu músculo de resiliencia. Ganas confianza y tu autoestima aumenta.

Eres como:

«Hombre, si puedo superar eso, puedo superar cualquier cosa».

Compare esto con una persona que nunca sintió ninguna incomodidad significativa en la vida. Hay un programa constante de «todo está bien» ejecutándose en su mente. No sienten una sensación de urgencia. Es matemáticamente irreal esperar de ellos un progreso significativo.

Todo se reduce a conocerse a uno mismo, a la capacidad de reflexionar y a ser emocionalmente inteligente.

Qué hacer cuando tocas fondo

El primer paso es sentir y reconocer tu dolor. Evitar el dolor es fácil, pero sus costos son demasiado altos. Cada vez que tengas una sensación que no puedas deshacerte, no lo hagas. La mente está tratando de decirte algo importante. En lugar de intentar sacudirlo, siéntate con él y escúchalo.

El segundo paso es la reflexión. Reflexiona sobre por qué tu mente hace saltar las alarmas. ¿Qué serie de circunstancias de la vida te llevaron a donde te encuentras?

El último paso es actuar. A menos que hagas algo, las cosas no cambiarán. Si bien el tiempo puede ayudarle a superar inconvenientes menores, no ayuda mucho a tocar fondo.

Su recuperación será proporcional a las acciones masivas que realice, impulsadas por una ráfaga de intensas emociones negativas.

Un hack mental para seguir progresando

Una vez que hayas alcanzado un cierto nivel de progreso, empezarás a sentirte cómodo. Como puedes ver, esta es una posición peligrosa.

Siempre quieres tener nuevas montañas que escalar.

Dado que en realidad no has tocado fondo, ¿cómo te convences de que sí lo has hecho?

Esto va en contra de la sabiduría convencional, pero la forma de hacerlo es asumir que sucederá lo peor. Piensa en qué es lo peor que te puede pasar. Imagínese que esto realmente está sucediendo.

Cuando llegues allí mentalmente, las alarmas empezarán a sonar de nuevo. Sentirás ese impulso y hambre nuevamente. Saldrás de la tentadora trampa de la comodidad y seguirás esforzándote, avanzando y escalando nuevas montañas.

Esta es la razón por la que las personas que previamente han tocado fondo parecen estar en una espiral ascendente de éxito. Uno se pregunta cómo logran hacer tanto. Algo sucedió en su pasado que encendió sus alarmas mentales que no se han calmado del todo desde entonces.