Hay un momento en tu vida que no te lo esperas, te golpeará como un golpe y notarás lo sucedido. Pensarás en el tiempo que se acabó y que nunca podrás recuperar. Pensarás en la mujer que hace tiempo que se fue y a quien has dejado escapar como si no hubiera nada en ello.
Pensaste que sería mejor así. Pensaste que ella no era suficiente para ti y era una de muchas. No viste lo que tenías hasta que desapareció y te diste cuenta de que nunca volverías a encontrar algo tan grandioso.
Estarás despierto en tu cama por la noche, solo. Quizás una mujer desnuda duerma a tu lado. Ella lucirá hermosa, lucirá perfecta. Pero estarás solo. Tu apariencia no te importará. Todo lo que anhelas y lo que puedas tener ahora no valdrá nada para ti. Todos tus sueños anteriores, que cumplirás ahora, no te darán nada. Porque lo más importante en tu vida, te darás cuenta, no es lo que siempre quisiste, lo que pensaste que extrañarías si te quedabas con ella. Lo más importante, amigo mío, hace tiempo que está a tu lado y no lo reconocías.
Y no podrás dormir porque estás pensando en ella. La única mujer que alguna vez te tocó. Tu piel, tu alma, tu corazón. Nadie jamás te tocará como ella lo hace. La idea te hará deambular inquieto por los bares y discotecas de esta ciudad noche tras noche, buscando algo con qué reemplazar. Este pensamiento te mantendrá mirando el techo de tu dormitorio con los ojos abiertos toda la noche. Este pensamiento nunca te dejará ir en tu vida y estarás constantemente buscando algo que sientas que podría haberlo tocado.
Pero ya sabes la verdad. Y esa verdad te hará infeliz. Porque lo cierto es que nada podrá sustituirlos jamás, y que tu búsqueda será en vano.
Tenías a esa mujer maravillosa. Esta mujer perfecta para ti, que era mejor en su imperfección que cualquier mujer que jamás hayas conocido. Semejante…