¿Por qué las luces intermitentes provocan convulsiones? –

¿Alguna vez ha visto una advertencia que advierta a los espectadores fotosensibles sobre las luces estroboscópicas? Estas advertencias pueden aparecer antes de un programa de televisión o publicarse fuera de un concierto de rock. Lo que quizás no sepa es que esas advertencias se crean para evitar que las personas sufran convulsiones.

No te preocupes. Si nunca antes ha experimentado una convulsión, sepa que se trata de una afección poco común. ¡Es incluso raro entre personas con epilepsia! Pero es posible que sienta curiosidad por saber por qué existen estas advertencias. Analicemos la epilepsia fotosensible y por qué las luces intermitentes pueden provocar convulsiones.

¿Por qué las luces intermitentes provocan convulsiones?

Las luces intermitentes provocan convulsiones porque las neuronas que responden a estos estímulos reaccionan de forma exagerada. Ciertos patrones de luz también pueden poner a las personas en riesgo de sentirse enfermas o mareadas por el mismo motivo. Sus neuronas envían una respuesta desfavorable a esos estímulos.

Quizás le sorprenda saber que una de cada diez personas experimentará una convulsión en algún momento de su vida. Sin embargo, experimentar una convulsión no significa necesariamente que una persona tenga epilepsia. Para poner esto en perspectiva, aproximadamente el 1,2% de la población estadounidense ha sido diagnosticada con epilepsia, y el 0,6% son niños. Esta estadística ayuda a aclarar que, si bien las convulsiones pueden ser comunes, las enfermedades crónicas como la epilepsia lo son menos.

La epilepsia es un trastorno neurológico caracterizado por convulsiones recurrentes no provocadas. Las convulsiones, en sentido amplio, pueden tener muchos desencadenantes, incluidas enfermedades, lesiones cerebrales y, en algunos casos, luces intermitentes. Esta sensibilidad a los patrones visuales, especialmente a las luces intermitentes, se conoce como epilepsia fotosensible (PSE).

¿Qué es una convulsión?

Una convulsión ocurre cuando las neuronas del cerebro envían señales incontroladas al resto del cuerpo.

El trabajo de una neurona es emitir señales, pero normalmente estas señales nos ayudan a formar respuestas «normales». Por ejemplo, podemos entrecerrar los ojos al ver el sol o evocar un recuerdo al ver algo que no habíamos visto en mucho tiempo. Cuando demasiadas neuronas se activan a la vez, hacen que el cuerpo responda de manera involuntaria y, a veces, dañina.

No todas las convulsiones tienen el mismo aspecto. Las convulsiones de gran mal pueden parecerse a las convulsiones «típicas» que se ven en la televisión. La persona que sufre la convulsión pierde el conocimiento y varias partes del cuerpo se contraen y se sacuden. Pero hay otros tipos de convulsiones en las que la persona parece «desconectarse».

Puede resultar sorprendente descubrir que una de cada diez personas experimentará una convulsión en algún momento. Sin embargo, es importante señalar que esto no implica que una de cada diez personas tenga epilepsia.

Las convulsiones pueden ocurrir por diversas razones:

  • Nivel alto o bajo de azúcar en la sangre
  • Uso de sustancias controladas
  • Fiebre
  • Medicamentos faltantes
  • Lesión
  • La falta de sueño
  • Infecciones
  • Ataque
  • Alta salinidad en la sangre.
  • Tumores

Las convulsiones también pueden ocurrir «al azar». Todavía hay mucho que los científicos no saben sobre las convulsiones, y es difícil estudiarlas cuando ocurren al azar.

Cuando una persona experimenta múltiples convulsiones, se le puede diagnosticar epilepsia. Las personas que sufren convulsiones debido a luces intermitentes tienen «epilepsia fotosensible».

Tu cerebro y las luces intermitentes

Nuestras neuronas se activan constantemente mientras el cerebro procesa los estímulos visuales que tenemos delante. Nuestros ojos, particularmente los receptores de bastones y conos de la retina, convierten la luz y las sombras en señales neuronales. Los bastones son más numerosos y son responsables de la visión en niveles bajos de luz, mientras que los conos son menos abundantes pero son cruciales para detectar colores y detalles finos. Estos dos tipos de células fotorreceptoras trabajan juntas para interpretar el mundo visual en diferentes condiciones de iluminación.

Una vez que estos fotorreceptores detectan y convierten la luz, las señales viajan a través del nervio óptico hasta el tálamo y finalmente hasta la corteza visual en la parte posterior del cerebro. Este complejo viaje ofrece información crítica sobre el entorno en el que navegamos.

Para las personas con epilepsia fotosensible, los cambios rápidos y constantes en la intensidad de la luz pueden resultar abrumadores. El proceso habitual de conversión de luz y transmisión de señales, que implica que bastones y conos se adapten a las fluctuaciones, se convierte en una tarea intensiva. En aquellos susceptibles, esta intensa actividad neuronal es suficiente para desencadenar una convulsión.

Curiosamente, si bien las luces intermitentes pueden suponer un riesgo de convulsiones en algunas personas, también pueden servir como herramienta terapéutica para otras. La investigación sobre la enfermedad de Alzheimer ha explorado la posibilidad de que el uso de luz para estimular la actividad cerebral pueda prevenir la acumulación de placas dañinas que causan el deterioro cognitivo. Esto sugiere que, en condiciones controladas, la estimulación lumínica dirigida puede potencialmente fortalecer ciertas vías neuronales y ayudar a mantener la función cognitiva.

¿Cuántas personas sufren convulsiones debido a las luces intermitentes?

La epilepsia fotosensible afecta al 3% de todas las personas que padecen epilepsia. Eso es aproximadamente una de cada 10.000 personas. Los niños tienen más probabilidades de sufrir epilepsia fotosensible (y epilepsia en general).

Si bien es posible que un adulto experimente epilepsia, muchos niños que sufren convulsiones superan el trastorno cuando sus cerebros están completamente desarrollados.

¿Cuánto dura una convulsión?

Las convulsiones pueden durar tan sólo 30 segundos, pero generalmente duran hasta dos minutos. Una convulsión que dura más de cinco minutos se considera una emergencia médica y requiere atención inmediata.

¿Se puede tratar la epilepsia fotosensible?

Algunas personas superan un trastorno convulsivo con el tiempo, pero no se puede aplicar una cura única a todas las personas que experimentan convulsiones. Afortunadamente, algunos medicamentos pueden prevenir todo tipo de convulsiones.

Las personas con epilepsia fotosensible pueden prevenir las convulsiones evitando las luces intermitentes. Es por eso que las salas de conciertos o los fabricantes de videojuegos emiten estas advertencias: ¡para ayudar a las personas que necesiten saber si existen riesgos potenciales!

Estudio de caso: El incidente del episodio Pokémon

Un ejemplo ilustrativo de luces intermitentes que provocan convulsiones es el incidente del episodio Pokémon de 1997 en Japón. El episodio en cuestión, “Dennou Senshi Porigon”, presentó una escena con luces que parpadeaban rápidamente y que provocó que 618 niños fueran llevados a hospitales con síntomas que iban desde náuseas y dolores de cabeza hasta convulsiones. Este evento masivo llevó al reconocimiento generalizado de los peligros potenciales asociados con las imágenes parpadeantes, particularmente en personas con epilepsia fotosensible (PSE).

Sin embargo, este caso también abrió discusiones sobre los aspectos psicológicos de eventos similares a convulsiones. Las investigaciones indicaron que muchos de los síntomas informados eran atípicos del PSE, que clásicamente incluye babeo, rigidez y pérdida del conocimiento. La magnitud del fenómeno también fue inconsistente con la prevalencia estimada de PSE, que afecta aproximadamente al 0,02% de la población.

Análisis posteriores sugirieron una posible influencia de la histeria colectiva. La mayoría de los espectadores afectados mostraron síntomas después de la transmisión inicial, influenciados por la cobertura de los medios y las discusiones entre pares más que por el episodio en sí. Esto apunta a la compleja interacción entre los desencadenantes neurológicos y los factores sociales en los incidentes convulsivos. Comprender tales eventos requiere un enfoque multidisciplinario, considerando la ciencia médica y la dinámica psicológica.

El pánico Pokémon es una advertencia sobre los efectos de las luces intermitentes en el cerebro y subraya la importancia de las advertencias de contenido. También demuestra la necesidad de una evaluación epidemiológica y psicológica cuidadosa después de tales eventos para discernir entre reacciones neurológicas directas y respuestas socialmente inducidas.

Qué hacer si alguien tiene una convulsión a su alrededor

No hay forma de decirle a las neuronas de una persona que dejen de dispararse o que lo hagan a un ritmo menos intenso. Lo que puede hacer es asegurarse de que esté seguro y tranquilo durante y después de que se produzca la convulsión.

Si una persona sufre una convulsión en un concierto o mientras mira televisión, ayúdela suavemente a tumbarse en el suelo. Limpia el área de objetos punzantes y pon algo suave debajo de su cabeza. También puede ser útil poner a la persona de su lado. Quítese los anteojos y cualquier cosa que pueda ponerlos en riesgo (p. ej., una corbata apretada, una pulsera con puntas, etc.)

Es un cuento de viejas que dice que una persona puede tragarse la lengua durante una convulsión. No intente sujetar la lengua de una persona ni ponerle nada en la boca durante la convulsión. ¡Tampoco necesitan el boca a boca!

Una vez que sepa que la persona está a salvo, verifique si tiene un brazalete médico. Estas pulseras pueden ofrecer más información sobre si esta persona tiene un trastorno convulsivo.

A menos que la persona experimente una convulsión durante más de cinco minutos o nunca haya tenido una convulsión antes, no será necesario llamar al 911. Espere junto a la persona hasta que recupere el conocimiento y pregúntele con calma si necesita comida o bebida. Si estás en un concierto o jugando un videojuego que pudo haber causado la convulsión, ayuda a la persona a retirarse y entrar en un ambiente más tranquilo.

Las luces intermitentes pueden ser una de las causas de las convulsiones, pero saber qué hacer y por qué ocurre esto es crucial para mantener a las personas seguras. Si organiza un evento con luces estroboscópicas, asegúrese de informar a las personas que están en riesgo.