En el lapso de tres meses, no puedo creer cómo mi vida ha dado un giro completo de 180 grados: apartamento nuevo, trabajo nuevo, gente nueva. Pasar por tantos cambios en tan poco tiempo puede ser mucho para procesar. Y aunque sé que estos cambios son emocionantes y serán buenos para mí a largo plazo, siguen siendo abrumadores.
A veces se le impone el cambio, incluso si no está preparado para ello. Es fácil perder el equilibrio, pero cuanto antes entres en lo desconocido, antes entrarás en tu potencial.
Para ser honesto, antes de todos estos cambios, sentía que vivía en piloto automático. Por un lado, me sentía seguro y protegido. Pero yo no estaba feliz. En absoluto.
Sé que estos cambios tenían que suceder y eventualmente estaré agradecido. Pero en este momento, todavía estoy en la etapa de transición, y decir que es incómodo sería quedarse corto.
Al comenzar un nuevo capítulo, aquí hay algunos consejos que he encontrado útiles.
Ya sea meditación, visualización, yoga o salir a correr, haz algo para conectarte con el presente. Los estudios muestran que cuando comienzas la mañana con un estado mental tranquilo, es más probable que lleves ese sentimiento contigo y te mantengas centrado durante todo el día.
Nunca pierdas de vista todo lo bueno en tu vida. Cuando se trata de practicar la gratitud, los investigadores han encontrado una amplia variedad de beneficios mentales y físicos. Esto va de la mano con la práctica diaria de mantras positivos y autoafirmaciones, que son herramientas efectivas para controlar el estrés y mantener una mentalidad sana y feliz.
También recomendaría leer una lista de gratitud como parte de su ritual matutino. Anota todo por lo que estás agradecido y léelo todos los días.
No esperes. Procrastinar solo te hará sentir peor. Durante una transición, mantenerse motivado y mantener altos sus niveles de energía será su mayor desafío.
A medida que se fije metas pequeñas y alcanzables y las cumpla, se sentirá mejor consigo mismo. Esto le dará el impulso que necesita para seguir adelante. Lo más importante, concéntrese en su progreso, no en el objetivo final.
Es fácil dejarse llevar por el estrés diario, pero debe aceptar que puede empeorar antes de mejorar. Sea paciente y no se castigue cuando tenga un momento de debilidad. Piense en la gratificación a largo plazo y en lo bien que se sentirá cuando supere esto.
En estas sabias palabras de Robin Sharma, “El cambio es difícil al principio, complicado en el medio y hermoso al final”.