Permanencia de objetos: definición, ejemplos y desarrollo cognitivo
El dicho “ojos que no ven, corazón que no siente” tiene mucha relevancia para el desarrollo cognitivo. Sigue leyendo para aprender sobre la permanencia de los objetos y conceptos relacionados.
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La permanencia de los objetos es algo que, en la edad adulta, solemos dar por sentado. Por ejemplo, cuando guardamos los platos en la alacena, tenemos la seguridad de que siguen existiendo aunque ya no los podamos ver. De hecho, puede resultar difícil imaginar cómo es posible que no hayamos nacido con esa comprensión. Sin duda, el conocimiento de que los objetos existen independientemente de nuestra capacidad para percibirlos es innato, ¿no es así?
Sin embargo, las investigaciones realizadas a principios de la década de 1950 por Jean Piaget establecieron que la permanencia de los objetos es en realidad una capacidad cognitiva importante que debemos desarrollar durante la infancia. Profundicemos en el fascinante concepto de la permanencia de los objetos.
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¿Qué es la permanencia de un objeto? (Una definición)
Como se mencionó, la permanencia de los objetos se refiere esencialmente a la comprensión de que los objetos y las entidades existen continuamente en el tiempo y el espacio, incluso cuando no se perciben directamente. En otras palabras, es el reconocimiento de que el hecho de que un objeto pueda o no percibirse no tiene efecto sobre su existencia o no (Santrock, 2008).
Ejemplos de permanencia de objetos
- Jugando al escondite: En las primeras etapas del desarrollo, los bebés pueden reaccionar con sorpresa o deleite cuando un objeto o una persona reaparecen después de haber estado ocultos, lo que demuestra su comprensión evolutiva de la permanencia de los objetos.
- Buscando un juguete escondido: Cuando un cuidador esconde un juguete debajo de una manta o detrás de un objeto, un niño con habilidades desarrolladas de permanencia de objetos buscará activamente el objeto escondido, reconociendo que todavía existe aunque esté temporalmente fuera de la vista.
- Encontrar objetos ocultos: A medida que los niños crecen, se vuelven más hábiles para encontrar objetos ocultos. Por ejemplo, si un padre esconde su juguete favorito en una habitación, el niño lo buscará activamente porque sabe que el juguete sigue existiendo aunque no lo pueda ver.
- Jugando con juguetes que desaparecen y reaparecen: Los juguetes que pueden desaparecer y reaparecer, como los que se encuentran en los juegos de escondite o los que se encajan entre sí, pueden ayudar a reforzar el concepto de permanencia de los objetos. Los niños aprenden que la parte oculta sigue estando presente incluso cuando no es visible.
- Entender a alguien que se va y que regresa: Los niños pequeños pueden mostrar signos de permanencia de los objetos cuando reaccionan cuando un cuidador abandona la habitación. Al principio pueden sentirse molestos, pero luego mostrar alivio o alegría cuando el cuidador regresa, lo que indica que comprenden que la persona sigue existiendo a pesar de estar fuera de la vista temporalmente.
Permanencia de los objetos y desarrollo cognitivo
Los bebés que estaban empezando a desarrollar esta comprensión respondían con frustración, sugiriendo que sospechaban que existía pero no podían entender dónde había ido. Por último, los bebés que aún no habían desarrollado la permanencia de los objetos se comportaban de manera más inconsciente, como si pensaran que el objeto había dejado de existir (Santrock, 2008).
Se cree comúnmente que la permanencia de los objetos comienza a surgir alrededor de los 9 meses; sin embargo, investigaciones más recientes sugieren que esta capacidad cognitiva puede surgir mucho antes. Por ejemplo, un estudio encontró evidencia de que los bebés de tan solo 3,5 meses de edad pueden tener cierta comprensión de la permanencia de los objetos (Baillargeon, 1987).
Permanencia de objetos en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
La relación entre la permanencia de los objetos y el TDAH parece reducirse a la capacidad de la memoria de trabajo. La memoria de trabajo es básicamente la capacidad de retener y manipular temporalmente información en la cabeza (Diamond, 2013). Dado que la permanencia de los objetos requiere retener el conocimiento de la existencia de un objeto en la cabeza mientras está fuera de la vista, se entiende que la memoria de trabajo es un componente esencial de la permanencia de los objetos. De hecho, algunas tareas de permanencia de objetos se utilizan a veces como una forma de medir el desarrollo de la memoria de trabajo en los bebés (Lowe et al., 2009).
La capacidad de la memoria de trabajo suele verse alterada en las personas con TDAH (Willcutt et al., 2005). Esto probablemente se deba a que la atención es importante para la memoria de trabajo y la capacidad de mantener la atención es uno de los principales déficits en el TDAH (Fukuda y Vogel, 2009). Por lo tanto, puede resultar difícil para las personas con TDAH recordar la existencia de un objeto (o, a veces, incluso de otras personas) cuando no lo perciben de inmediato.
Permanencia de objetos en el trastorno límite de la personalidad
Por ejemplo, saber que tu madre todavía existe cuando está en la otra habitación es permanencia de objeto, pero saber que ella todavía te ama cuando no ha llamado durante una semana sería constancia de objeto.
Los problemas con la constancia de los objetos pueden ser la fuente de algunas de las inestabilidades comunes en el TLP. Por ejemplo, se sugiere que los déficits en la constancia de los objetos contribuyen a la autoimagen inestable que se observa a menudo en las personas con TLP (Fuchs, 2007).
También se cree que la constancia del objeto puede ser la base de los problemas interpersonales que suelen experimentar las personas con TLP (Seiffert et al., 2023). Por ejemplo, las personas con TLP son especialmente sensibles al rechazo percibido y suelen tener un miedo intenso al abandono (Seiffert et al., 2023). La inseguridad en torno a las relaciones es más frecuente cuando la otra persona no está físicamente presente. Es decir, a las personas con TLP les cuesta sentirse cercanas a otra persona y creer que los sentimientos de esa persona hacia ellas se han mantenido constantes cuando no están allí con ellas.
La permanencia de los objetos y Piaget
La permanencia de los objetos es uno de los conceptos fundamentales de la teoría del desarrollo cognitivo de Piaget. Piaget descubrió la permanencia de los objetos a través de una serie de observaciones y experimentos con bebés. En sus estudios, observó que los bebés muy pequeños no parecían buscar objetos que estaban ocultos a su vista. Sin embargo, a medida que los bebés crecían, comenzaron a demostrar conductas que sugerían una comprensión de que los objetos seguían existiendo incluso cuando estaban fuera de la vista (Berger, 2014). Piaget diseñó experimentos para investigar sistemáticamente este fenómeno. Por ejemplo, podía mostrarle un juguete a un bebé y luego esconderlo debajo de una manta. Si el bebé alcanzaba el juguete o lo buscaba después de que estaba escondido, Piaget lo interpretaba como evidencia de la permanencia de los objetos. A través de estas observaciones y experimentos, Piaget concluyó que la permanencia de los objetos surge en los bebés alrededor de los 8 a 12 meses de edad, lo que marca un hito significativo en su desarrollo cognitivo.
Psicología de la permanencia de los objetos
A continuación se presentan algunos aspectos clave de la psicología de la permanencia de los objetos (Berger, 2014; Santrock, 2008):
- Etapa sensoriomotora: Piaget identificó una serie de etapas de desarrollo, y la permanencia de los objetos es particularmente prominente en la etapa sensoriomotora, que abarca los dos primeros años de vida. Durante esta etapa, los bebés pasan gradualmente de un comportamiento reflexivo e instintivo a acciones más intencionales y con un propósito.
- Emergencia de la permanencia del objeto: En las primeras subetapas de la etapa sensoriomotora, los bebés carecen inicialmente de una comprensión clara de la permanencia de los objetos. Cuando un objeto está fuera de la vista, el bebé puede comportarse como si ya no existiera. Sin embargo, a medida que avanzan a través de las subetapas, generalmente alrededor de los 8 a 12 meses de edad, comienzan a desarrollar la permanencia de los objetos.
- Representación de imágenes mentales: La permanencia de los objetos está estrechamente vinculada a la capacidad de representarlos mentalmente. A medida que los bebés desarrollan la capacidad de crear imágenes mentales de objetos, pueden comprender que estas representaciones mentales persisten incluso cuando los objetos reales no son visibles.
- Un hito cognitivo notable: La adquisición de la permanencia de los objetos se considera un hito cognitivo importante en el desarrollo del niño. Marca el comienzo de capacidades más avanzadas para la resolución de problemas, la formación de la memoria y una comprensión más matizada del mundo.
- Impacto en el aprendizaje: La comprensión de la permanencia de los objetos tiene implicaciones para diversos procesos cognitivos. Permite a las personas comprender la continuidad del mundo externo, recordar la existencia de objetos y abordar tareas de resolución de problemas más complejos.
- Estudios de investigación y desarrollo: La permanencia de los objetos ha sido ampliamente estudiada…