Perdí a mi mejor amigo de 20 años y (finalmente) estoy bien con eso

El pasado mes de julio fue la última vez que hablamos.

Foto de Lucas Lenzi en Unsplash

Nosotros Nos hicimos amigos a los 15 años. Hacíamos viajes en tren de 4 horas para pasar tiempo juntos durante la universidad. Planeamos las bodas y baby showers de cada uno. Estuvimos ahí el uno para el otro durante las muertes en la familia. Nunca imaginé mi vida sin ella. A menudo bromeábamos diciendo que estaríamos causando estragos en el mismo asilo de ancianos.

Pero ahora no hablamos. Y no sé si lo volveremos a hacer.

En algún momento de los últimos cinco años, las cosas cambiaron. Cada encuentro con ella me dejaba molesto. Ella hablaba sobre su marca, cómo aumentar su número de seguidores en Instagram y, a veces, levantaba su teléfono y se desplazaba mientras hablábamos. Lo encontré extraño.

Intenté retomar la conversación. De vuelta a nosotros. Volvamos a algo que teníamos en común. Pero con el paso de los años ya no quedaba mucho.

Hablé sobre mis pasatiempos esperando que ella me dijera algo sobre los suyos. No tenía más que un trabajo secundario en el que estaba trabajando.

Perdí el interés por las reuniones. Quería saber sobre otras cosas en las que ella estaba enfocada. Quería saber sobre su crecimiento como persona. Quería saber sobre sus hijos. Pero conversación tras conversación se centró en los seguidores de las redes sociales.

Simplemente ya no encajamos bien.

Al reflexionar sobre esto durante el año pasado, descubrí que necesitas invertir en tus amistades. Si hubiéramos invertido tiempo en conocernos a medida que envejecimos, podríamos haber crecido juntos. Quizás las cosas hubieran sido diferentes.

Te debes a ti mismo tener amigos que te hagan mejor. A menudo hablo de invertir en el matrimonio, pero también es necesario hacerlo con los amigos.

La cena y las bebidas no son suficientes, al igual que no es suficiente salir a cenar con tu cónyuge.

Necesitas crear nuevos recuerdos. Caminata. Escalar rocas. Pintar. Cualquier tipo de clase. Si pasan tiempo haciendo algo juntos, pasarán tiempo hablando de lo que hicieron. Es posible que alguno de ustedes incluso descubra su amor por el nuevo pasatiempo. No hay recuerdos creados saliendo a cenar tras cena, trago tras trago. Creas recuerdos haciéndolo. Los recuerdos del pasado no son suficientes; necesitas hacer algo nuevo…