Como el remolino de la aurora con tonos ahumados y dorados, la labradorita es uno de los cristales más místicos que puedes encontrar. Esta piedra curativa tiene muchos beneficios hermosos, pero una de sus fortalezas sublimes es saber cómo mantenerte estable y fuerte incluso cuando saltas a niveles más altos y desapareces en la madriguera del conejo de la exploración de tu propia alma.
La labradorita se conecta con el chakra de la garganta y también con el chakra del tercer ojo. El uso de estos aretes de aro de labradorita acerca la piedra al ojo de su mente y asegura que las vibraciones curativas de la gema tengan un contacto más cercano con su imaginación artística. Esta cercanía puede ayudar a calmar la mente del mono, mejorar la claridad mental y eliminar cualquier exceso de energía o basura que esté pesando mucho en la cabeza.
El brillo del oro también trae sus propios elementos curativos. El oro es sagrado, iluminador, cálido y brilla con su propia luz espiritual. Todo esto conecta con la filosofía y el poder de la gema labradorita. Juntos, los elementos terrenales y cósmicos de la labradorita y el oro pueden llevarlo a la transformación, la conexión y la comprensión luminosa.