(Versión tradicional 730 kcal | Versión ligera 420 kcal)
¿Quién no ha soñado alguna vez con un plato de Tallarines a la carbonara estando de dieta? Nosotras tenemos que reconocer que sí. Pero desde que descubrimos esta receta de pasta a la carbonara ultraligera, dejó de ser un sueño y se hizo realidad. ¡Ñam!
Sí, es que tiene 310 calorías menos por ración que en la receta tradicional sin perder ni una pizca de sabor, por lo tanto, es una receta 100% libre de culpa y apta para todos los públicos…
Sustituyendo unos ingredientes por otros, conseguimos que tenga 310 calorías menos por ración
¿El secreto? Sustituir la crema de leche por leche desnatada; el parmesano por queso rallado bajo en grasa; y el beicon por jamón o pavo cocido que son mucho más magros que la panceta de toda la vida y, por lo tanto, ¡mucho más ligeros!
Y, por si fuera poco, también tenemos versión vegetariana de nuestra pasta a la carbonara ligera. Si quieres pasar de la carne, sustituyela puedes por unas setas salteadas, que, además de ser muy ligeras, son súper saciantes.
Cómo realizarlo paso a paso
- Preparar la salsa. Por un lado, bate los huevos. Agregue un chorrito de leche desnatada, el queso bajo en grasa y sal y pimienta al gusto. Y reserva.
- Hacer el acompañamiento. Por otro lado, en una sartén con una cucharada de aceite, saltea los ajos pelados y cortados en láminas y la cebolla pelada y picada hasta que queden doraditos. Y luego incorpora el jamón o el pavo en taquitos y sáltealo todo unos minutos más.
- Cocer la pasta. Mientras tanto, pon a hervir agua y, cuando falte el tiempo necesario para cocer los tallarines según las indicaciones del productor, échalos al agua.
- El toque final. Una vez cocidos los tallarines, escúrrelos y añádelos a la sartén donde se ha salteado los ajos, la cebolla y el jamón. Rehoga unos instantes más e incorpora la salsa mezclando todos los ingredientes y sus sabores durante unos 3 minutos más. ¡Y listo para gustar!
Para que la pasta esté al punto
Es la salsa que espera a la pasta y no al revés. Por lo tanto, procura empezar con la salsa y el acompañamiento mientras va hirviendo el agua y, cuando solo falten los minutos que la pasta requiere para su cocción, échala a hervir. Así tendrás al mismo tiempo la salsa y la pasta, y no se te pasará nunca.