Una carta de amor a las mujeres que me eligieron cuando las necesitaba.
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Lectores, tengan en cuenta: esta historia incluye recuerdos de violencia doméstica y abuso infantil. Si necesita ayuda, comuníquese con el Línea Nacional de Violencia Doméstica.
Leí una historia recientemente que me dejó sin aliento. Una mujer dijo que el título de madre estaba reservado a quienes habían dado a luz. Sentí que ella estaba tratando de quitarme a mis madres. Tengo algunas mamás porque tengo suerte. Mis madres son las mujeres que me hicieron.
La mujer que me dio a luz es la que me rompió.
Ella fue la que insistió en que pasara los fines de semana con un hombre conocido por vender niños por cerveza y cigarrillos porque ella merecía un fin de semana libre. Ella sabía lo que estaba pasando porque se lo dije. Ella nunca dijo que no me creía. Ella simplemente dijo que tenía que irme porque necesitaba un descanso y se lo merecía. A veces también decía que yo merecía lo que pasó allí.
No, la mujer que me dio a luz nunca fue mi mamá. Ella no quería serlo. Cuando pienso en mamá, ya no veo su cara. En cambio, veo a las mujeres que me levantaron. Los que me ayudaron a crecer y tener éxito. Veo la bondad de un maestro, de un extraño al azar. El amor de las mujeres firmes que me han nutrido a lo largo de décadas. Estas son las mujeres a las que llamo mamá y se merecen ese título porque se esforzaron y se lo ganaron.
Una gran cantidad de mujeres increíbles me recompusieron y me cuidaron. Cada Día de la Madre los recuerdo y los honro. Estas son las mamás que no me dieron la vida, pero se aseguraron de que sobreviviera. ¿No es ese el objetivo de ser mamá?
Las mamás temporales son como ángeles vengadores
Ha habido dos tipos de mamás en mi vida además de la que me dio a luz. Están las mamás temporales y las mamás que puedo conservar. Ambas son mujeres increíbles.
Cuando tenía 9 años, un día fui a la escuela deprimido. Había escrito un cuento que ganó el tercer premio en una revista infantil nacional. El periódico local vino a mi escuela para fotografiarme. La mujer que me dio a luz tomó mi ejemplar del periódico, mi historia y mi premio y los arrojó a la basura. Ella dijo que no eran buenos y que yo solo estaba tratando de hacer mi…