Meditación: definición, beneficios y tipos
La meditación se refiere a técnicas que aumentan nuestra conciencia de nuestros propios pensamientos y sentimientos a medida que se manifiestan. ¿La meditación es tan buena para ti como has oído?
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En el verano de 2022, pasé diez días en meditación silenciosa en un centro de retiro en Delaware. Afuera, hacía calor y estaba húmedo y apenas quería moverme. Dentro, todo estaba aún más tranquilo. Nos sentábamos en silencio hasta doce horas al día, concentrados en obedecer las sencillas instrucciones que nos habían dado nuestros maestros. Observaba mi respiración y las sensaciones que recorrían todo mi cuerpo durante horas.
Incluso sin practicar la meditación con regularidad en mi vida actual, esas lecciones siguen presentes en mí. Según tengo entendido, muchas personas, si no la mayoría, tienen una relación compleja y difícil con la meditación, pero la siguen practicando porque les aporta beneficios para el resto de su vida diaria. Veamos qué dice la ciencia sobre el poder de la meditación.
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¿Qué es la meditación? (Una definición)
La meditación suele tener un contexto u origen religioso, pero puede practicarse sin ninguna base o inspiración religiosa. En los entornos actuales, muchas personas que aspiran a experimentar un mayor bienestar ven la meditación simplemente como una práctica primaria de atención plena. Esto es parte de lo que hace que la meditación, como el yoga, sea una práctica poderosa y común, aunque no exenta de controversia. La meditación tal como la entendemos comenzó como una práctica religiosa realizada por seguidores de Buda, cuyo objetivo era reconocer la impermanencia de todas las experiencias y la importancia de renunciar al apego a esas experiencias (Hickey, 2008). Idealmente, uno se desapega tanto de intentar aferrarse a los deseos y sueños, así como de resistirse a los momentos dolorosos, que alcanza un estado de absoluta liberación, felicidad y paz interior.
La mayoría de los meditadores actuales tienen un objetivo menos elevado: solo quieren estar más separados de sus pensamientos y sentimientos y tener más acceso a una experiencia pacífica. En su forma contemporánea y occidental, la meditación se entiende generalmente como un proceso de concentración en la respiración y las sensaciones internas, al mismo tiempo que se distancia conscientemente de los pensamientos y sentimientos, especialmente los negativos en los que normalmente nos quedamos atascados (Hickey, 2008). Cuando nuestra mente se aquieta, nos conocemos a nosotros mismos en un nivel más profundo y experimentamos una mayor liberación de la ansiedad y el dolor psicológico en general.
Beneficios de la meditación
Por otra parte, algunos investigadores, al revisar la evidencia, han encontrado argumentos más sólidos a favor de los efectos positivos de la meditación en la salud mental. En concreto, Goyal y sus colegas (2014) encontraron evidencia de mejoras moderadas en la ansiedad, la depresión y las experiencias de dolor en general, simplemente como resultado de participar en programas de meditación consciente. Observaron que la meditación consciente no se distinguía por ser mejor o peor que otras terapias para la depresión y la ansiedad.
Los resultados de la investigación pueden subestimar los beneficios de la meditación porque muchas intervenciones son necesariamente de naturaleza breve, por lo que los participantes no muestran los beneficios de una práctica más profunda o de largo plazo. Martin y sus colegas (2023) descubrieron que las personas que experimentaron una sensación más persistente de autotrascendencia (un objetivo importante de la meditación) fueron las que mostraron los mayores beneficios psicológicos de sus prácticas de meditación.
Si nos ponemos muy quisquillosos con el funcionamiento de la investigación, es probable que algunos de los rasgos que hacen que las personas sean meditadoras dedicadas y persistentes también sean responsables de que obtengan mejores resultados que los meditadores menos persistentes. Piénsalo: si tienes la capacidad de mantenerte comprometido con una práctica como esta, probablemente estés demostrando ese nivel de determinación o fuerza de voluntad también en otras áreas de tu vida.
La meditación puede influir de forma más directa y poderosa en otras áreas de nuestra vida. Por ejemplo, otro estudio descubrió que cuanto más meditan las personas, más compasión demuestran al responder a los demás (Condon et al., 2013). ¿A qué se debe esto? Cuando experimentamos los efectos desestresantes de la meditación, cuando nos volvemos más relajados y menos reactivos al mundo, probablemente seamos más capaces de ver más allá de nosotros mismos y de preocuparnos por lo que les sucede a las personas que nos rodean (Hussain y Bhushan, 2010).
También es importante señalar que la investigación sobre la meditación ha considerado muchos tipos diferentes de meditación, y que las prácticas involucradas tienen diferentes efectos en quienes las practican y en los participantes de la investigación (Sedlmeier et al., 2012). Dada esta variación entre las prácticas de meditación, se necesita más atención por parte de los psicólogos para determinar qué aspectos particulares de la meditación son más útiles.
Tipos de meditación
Una forma de diferenciar estos tipos de meditación es considerarlos centrados en la atención plena, la concentración o la autotrascendencia (Chiesa y Malinowski, 2011). La MBSR, por ejemplo, no se centra en alcanzar el nirvana, sino en volverse más consciente del momento presente. La meditación de bondad amorosa, por el contrario, intenta centrar la mente en pensamientos y sentimientos positivos. Y algo como el yoga, que también puede considerarse una práctica meditativa, combina la concentración y la atención plena para llevarnos a nuestro cuerpo tanto como sea posible.
Meditación y gratitud
Paseos de meditación
La mayoría de las prácticas meditativas implican un movimiento mínimo, pero algunas, como el yoga y las caminatas meditativas, incorporan movimientos corporales deliberados que se cree que aumentan la conciencia (Srisoongnern et al., 2021). En particular, las meditaciones caminando pueden tener efectos positivos en nuestro sistema nervioso; a medida que nos movemos lenta y deliberadamente por el mundo, observando pacíficamente nuestras experiencias, podemos sentirnos menos estresados y más centrados.
Meditación Respiración
Casi todos los tipos de meditación implican un componente de concentración en la experiencia de la respiración o de respiración intencional de una determinada manera (Brown y Gerbarg, 2009). Los yoguis y los budistas han enseñado durante mucho tiempo que la mente y la respiración se impactan poderosamente entre sí. Al respirar lenta y profundamente, o al concentrarse en las sensaciones de la respiración, los meditadores aquietan sus mentes. Y lo que es igual de importante, se anclan en el momento presente, porque su respiración está sucediendo aquí y ahora. No es posible estar verdaderamente concentrado en la respiración y estar ausente del momento presente al mismo tiempo.