A veces, «ventilar» o ventilar nuestras quejas tiene una mala reputación. Las connotaciones negativas se asocian con la expresión de experiencias desagradables o sentimientos infelices. Y si bien puede haber una delgada línea entre la liberación catártica y el cinismo y la insensibilidad, tiendo a defender que el acto de compartir puede ser un mecanismo saludable para ambas partes involucradas.
Beneficios para el venter:
Catarsis.
El psicólogo clínico Leon F. Seltzer analiza la catarsis en su artículo de 2014 publicado en Psicología Hoy. Desahogar las frustraciones (ansiedad, ira o tristeza) a menudo proporciona una liberación catártica.
“Los sentimientos inmediatos de alivio derivados de tal abandono difícilmente pueden exagerarse”, dijo Seltzer.
Señala cómo la autoexpresión también puede provocar la comodidad que tanto se necesita. “Sin duda, en algún momento de tu vida te has beneficiado del consuelo y el consuelo de que otra persona te apoye y valide cuando compartiste con ella alguna experiencia angustiosa. Solo en sí mismo, la autoexpresión se siente bien. Pero lo que puede ayudarlo a sentirse aún mejor es ser escuchado por alguien que realmente parece preocuparse por usted. Porque a través de su afectuoso ‘captar’ su desconcierto y compadecerse de usted, sus frustraciones se sienten más justas y legítimas”.
Aceptación.
La psicología positiva fomenta un enfoque positivo de la vida, la resiliencia frente a los obstáculos y el ajuste de la perspectiva para hacerlo. Sin embargo, la aceptación es integral para poder avanzar. Aceptación de que, sí, la vida puede derribarte. Aceptación de que existen realidades duras; realidades que están más allá de su alcance de control. Es saludable reconocer las experiencias inferiores y la aceptación es clave.
Conocimiento.
Podría ser un desafío examinar una situación cuando estás profundamente absorto en el asunto. A veces, el punto de vista de una persona ajena puede ser útil y útil.
“Si está demasiado enredado emocionalmente en lo que le sucedió, no puede pensar con mucha claridad sobre lo que aún puede hacer con la situación”, dijo Seltzer. “El mero acto de desahogarse con un otro compasivo tiene sus propias gratificaciones. Hay momentos en los que tu amigo podría sugerir acciones potencialmente productivas que, en tu estado de agitación, nunca se te habrían ocurrido”.
Beneficios para la otra persona:
Conexión.
Cuando un amigo o familiar confía en ti, la conexión, en ese momento, se forja. También te das cuenta de que no estás solo: su lucha es tu lucha. Su historia es tu historia. Algunas verdades son universales.
Enfocar.
Centrarse en el problema de otro, a su vez, lo obliga a salir de su cabeza y dirigir la energía a otra parte, lejos de sus propios problemas y factores estresantes.
Perspectiva.
En algunos casos, escuchar los conflictos de otra persona revitaliza tu perspectiva y fomenta la gratitud. Es una oportunidad para contar sus bendiciones, para captar el panorama general.
Claro, ejercer quejas y desahogar nuestros problemas puede ser percibido como una molestia, pero el acto de desahogar puede beneficiar a ambas partes. El venter puede experimentar catarsis, aceptación y perspicacia, mientras que el otro individuo puede perfeccionar la conexión, el enfoque y la perspectiva.