Los 3 tipos de mente humana, según la psicología

Cuando se trata de seres humanos, la mente de cada persona es diferente de la otra, y esto lleva al espectro de 3 tipos diferentes de mente.

La mente humana es algo extraordinario de contemplar, y hablar de ella y pensar en ella a veces puede parecer un concepto metafísico e intelectual. La mente humana es un centro de procesos multifacéticos, como la percepción, la conciencia, los pensamientos, las sensaciones, los sentimientos, los deseos y el intelecto. La mente es un lugar poderoso que decide cómo funcionarás y tiene la capacidad de incluso decidir cómo será tu vida.

La mente funciona sobre la base de todas las experiencias que has tenido en tu vida y te ayuda a guiarte en la dirección más deseable. Lo que sucede en tu mente nunca es aleatorio, sino que es un sistema estructurado de pensamientos, patrones y planes que has adquirido a lo largo de tu vida. Sin embargo, no tenga la impresión de que todas estas cosas hacen que la mente humana sea inmutable; de hecho, la mente humana es de naturaleza extremadamente dinámica.

Muchos eruditos y expertos creen que hay tres tipos de mentes humanas, y cada una de ellas cuenta con diferentes cualidades, lógica y características.

Los 3 tipos de mentes propuestos por académicos y expertos

1. Mentes fluidas (enfoque adaptable e informal)

Las personas con mentes fluidas tienden a ser inconsistentes por naturaleza y generalmente creen en el lema de «dejarte llevar». Tienen problemas para controlarse a sí mismos y normalmente necesitan mucha orientación y dirección de otras personas. Las personas que tienen mentes fluidas luchan con sentimientos de incertidumbre y requieren una cantidad considerable de apoyo.

Las personas de mentalidad fluida suelen tener dificultades para tomar iniciativas y tomar decisiones por sí mismas, y por eso acaban delegando sus tareas en otras personas que consideran más capaces y responsables. Debido a la falta de determinación, no logran establecer metas y la mayoría de las veces terminan desistiendo a mitad del camino.

Por otro lado, preferirían que otras personas establecieran sus metas por ellos y los empujaran a cumplirlas. En otras palabras, son buenos como subordinados, pero nunca como líderes.

Las personas con mentes fluidas tienden a ser más relajadas y despreocupadas, y no siempre se concentran en hacer todo a la perfección. Confían en su espontaneidad cuando se trata de experiencias y lecciones de vida. Estas personas no están obsesionadas con controlarlo todo y siempre optan por tomarse un día a la vez, en lugar de seguir siempre un plan estricto.

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2. Mentes rígidas (Resistir nuevas ideas y cambios)

Exactamente lo opuesto a una mente fluida es una mente rígida. Este es uno de esos tipos de mentes que se caracterizan por una total falta de incertidumbre y una fuerte necesidad de control. Las personas con mentes rígidas tienden a tener padres rígidos, y esta rigidez que exhiben es a veces una forma de mecanismo de defensa.

Cuando te concentras en ideas firmes y siempre buscas la estabilidad sobre todo, te da una cierta sensación de control y te protege de la imprevisibilidad. Por eso, las personas con mentes rígidas son perfectas para trabajos que implican mucha disciplina y reglas.

Por otro lado, su disciplina y rigidez pueden hacer que parezcan superficiales. Debido a sus mentes rígidas, nunca se relajan, ni se detienen, ni huelen las flores. Siempre preferirán hacer todo de forma ordenada y siempre optarán por seguir las reglas, pase lo que pase.

A las personas con mentes rígidas les cuesta salir de su zona de confort y no muestran signos de creatividad. Esto les hace hacer lo mismo una y otra vez, lo que les provoca mucho aburrimiento. Odian ceder el control y se sienten extremadamente incómodos cuando no pueden llevar las riendas, lo que les provoca mucho sufrimiento.

3. Mentes flexibles (equilibradas y de mente abierta)

Las personas con mentes flexibles son adaptables y tranquilas, pero al mismo tiempo no son personas de mente fluida, es decir, no aceptan nada ni todo lo que se les arroja. Su naturaleza y pensamiento son más creativos e inteligentes. En realidad, se encuentran en el centro del espectro; son maleables, adaptables y nunca imponen sus opiniones a los demás, pero al mismo tiempo se niegan a comportarse como un felpudo.

Las personas de mentalidad flexible, como su nombre indica, son muy flexibles y de mente abierta. No siguen un código de conducta estricto ni aceptan todo sin pensar. Puedes hablar con ellos sobre cualquier cosa que quieras sin sentirte juzgado, ya que incluso si no están de acuerdo contigo, nunca te harán sentir inferior a ellos. Siempre están abiertos a nuevas ideas y opiniones diversas, y nunca creen que sólo lo que ellos piensan es correcto.

Todas estas cualidades los convierten en personas humildes y amigables con las que te puedes llevar muy bien, sin complicaciones. Su naturaleza positiva e inspiradora siempre hace que las personas se sientan cómodas y seguras en su presencia.

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Ningún ser humano tiene sólo uno de estos tipos de mente; cada persona tiene un poco de esto y un poco de aquello, aunque algunos rasgos destacados puedan ser de un tipo de mente específico. El proceso de pensamiento de cada ser humano es diferente, y siempre es interesante conocer los diferentes tipos de mente y pensamiento, para que sea más fácil ser feliz y entenderse mejor a uno mismo.