La idea es sencilla. En lugar de realizar duros regímenes para perder peso, ¿por qué no hacer como las mujeres que conservan la línea sin realizar ningún sacrificio? La Dra. Saira Hameed, autora de La dieta total (Ed. Zenith), explica que “si observamos a las personas delgadas 'por naturaleza' podemos aprender sus sistemas y adoptarlos”. Son pequeños cambios que, aplicados cada día, pueden ayudar a perder peso. Te los explicamos a continuación:
COMEN SOLO CUANDO TIENEN HAMBRE
Horarios, ansiedad… nos alimentamos muchas veces “porque toca”. En cambio, quienes no tienen sobrepeso “comen cuando la señal de hambre de la grelina –la hormona que indica que tenemos apetito– es fuerte y dejan de comer cuando los mensajes de saciedad les dicen que están llenos”. ¿Cómo reconocer el hambre real? Esta se sacia con cualquier alimento, no con uno en concreto como cuando es emocional.
COMEN DESPACIO PARA SENTIRSE SACIADAS SIN COMER EN EXCESO
Bocados pequeños, masticados a conciencia, haciendo pausas entre ellos… Este es el hábito que tienen estas personas, lo que según la experta hace que “se refuercen los mensajes de las hormonas de la saciedad”. Si nos resulta difícil, la nutricionista Laura Villanueva (@nutrirsindramas), en Nutrición sin dramas (Ed. RBA), propone aplicar la técnica STOP. Es decir, pararse a pensar si queremos comer en lugar de hacerlo de modo automático. Si decidimos que es el momento, hacer tres respiraciones para conectar con el presente, observar los alimentos (color, textura, forma) y las sensaciones que envía el cuerpo; luego, empezar a masticar con calma.
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CONOCEN LAS VENTAJAS DE MOVERSE
La gente esbelta suele ser activa. No se trata de que hagan mucho deporte, sino que no paran quietas. Moverse constantemente hace que tenga un NEAT elevado. Este forma parte de nuestro metabolismo y engloba las calorías que consumen en actividades no deportivas, como limpiar la casa, subir escaleras, bailar, incluso moverse en la silla. También hay una multitud de ejercicios fáciles que puedes hacer para mantenerte en forma.
NO SE INQUIETAN SI TIENEN APETITO DE VEZ EN CUANDO
Cuando tienen la sensación de estómago vacío, pero no pueden comer porque no es un buen momento o no hay alimentos a su disposición (o no son adecuados), “permanecen con el hambre durante un breve período de tiempo” para no ingerir lo primero que encuentran, normalmente ultraprocesados industriales.
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Desaparecedores del hambre. Ahondando en esta idea, otra situación habitual es empezar a preparar la comida y que se disparen las ganas de picotear. Es el momento en el que es fácil elegir unas patatas fritas, queso, embutido… y acabar comiendo más de la cuenta. Para evitarlo, tener a mano bastoncitos de verduras, que permiten engañar al estómago con pocas calorías.
SU BIENESTAR INTERIOR SE REFLEJA EN LA BÁSCULA, NO AL REVÉS
Es fácil ocultar el malestar interior con la comida. Por ello, la Dra. Hameed anima a que las personas que quieran eliminar unos kilos lo vean como un modo de quererse, valorarse y cuidarse, no como un castigo, y que busquen un modo placentero de conseguirlo.
En la práctica. Villanueva propone “anotar las razones personales para cambiar los hábitos alimentarios” y también “crear una lista de afirmaciones positivas que ayuden a mantenerse motivado”.
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NO SUELEN CAER EN EL CATASTROFISMO DE QUIENES HACEN DIETA
Si un día una de estas personas viene más de la cuenta, se hincha a dulce oa otros caprichos, no piensa que es el fin del mundo. Simplemente, sigue con tu vida habitual. En cambio, muchos de los que están a dieta suelen ver un tropezón de este tipo como una derrota que les puede llevar a tirar la toalla en sus esfuerzos por bajar peso.
Seguir adelante. La experta anima a no hacer una montaña de un mal momento y seguir comprometidos con llevar una alimentación sana que contribuya a perder kilos. La perfección no existe y tener momentos de flaqueza es normal, pero lo importante es continuar y mejorar.
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DELGADEZ NO ES SINÓNIMO DE SALUD
Hay personas enjutas que no comen de forma saludable, sino que abusan de comidas preparadas, ultraprocesados, etc. Es decir, que a pesar de tener un peso bajo se puede acumular grasa visceral –la que rodea los órganos como el corazón, el hígado, etc.–, que se relaciona con un mayor riesgo de sufrir problemas de corazón, diabetes, hígado graso, etc.
UN CONSEJO EXTRA CLARO
La Dra. Hameed ha descrito 8 secretos. Nosotras añadimos uno más: las personas normopeso no renuncian a llevar una vida social –comidas familiares, de empresa, salidas con amigos– pero aplican sus propias reglas y no dan explicaciones sobre lo que comen o dejan de comer. De lo que disfrutan de verdad es de la compañía de los demás, de la conversación, las risas… La comida –o la bebida– es secundaria. En cambio, durante un proceso de adelgazamiento corremos el riesgo de focalizarnos en ella.
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ESCRIBIR SU PROPIA HISTORIA
Hameed cree que debemos quitarnos de encima las etiquetas que nos han colgado (“zampabollos”, “gordito simpático”, etc.) y “desechar patrones antiguos que nos frenan y elegir guiones nuevos que nos permitan vivir una vida plena”. Quien de verdad quiera estar delgado que tome las riendas para conseguirlo, recurriendo a ayuda profesional si fuera necesario.
Otro secreto es convertir el acto de comer en un momento de disfrute no solo del sentido del gusto, sino de todos los demás, cuidando la presentación de los platos, las bebidas…