Leal hasta el fin –

Leal hasta el final

En algunas formas, El último reino qué es Game of Thrones Debería haber sido: una lucha de poder interminable sin los giros de trama completamente irracionales. Por otra parte, a pesar de ser comprensibles, los cambios de opinión que Uhtred de Bebbanburg debe soportar por parte de aquellos a quienes sirve no son menos ridículos que un niño rey matando a una cortesana con una ballesta.

Uhtred gana una batalla decisiva para el rey, tanto con su información como con su espada, y es recompensado sólo con la deuda que lo une al gobernante en el futuro previsible. Uhtred derrota al líder de los daneses y alguien más se atribuye el mérito. Libera a otro rey de la esclavitud y lo pone en el poder, solo para que dicho rey envíe a Uhtred como esclavo.

El ciclo continúa y sigue: Uhtred muestra lealtad y el mundo le escupe en la cara. En ese sentido, no se diferencia de Jon Snow, el héroe trágico de Game of Thrones quien, si me preguntas, es el único que hace todo bien pero nunca ve nada por ello.

Tanto Jon como Uhtred son un personaje similar, The Boss de Engranaje de metal sólido, llamaría “leal hasta el final”. Los tres tienen tantos principios, son tan inflexibles, que llevarán sus creencias hasta la autodestrucción si es necesario, y ese es el inconveniente de este noble enfoque: si actúas sólo por convicción, tus lealtades inevitablemente deben cambiar, y probablemente cambiarán de una manera que a menudo le impedirá ser recompensado por su dedicación.

Uhtred oscila entre los daneses y los sajones, Jon Snow oscila entre la Guardia Nocturna y su familia, y The Boss enfrenta su verdad a la de su país. En consecuencia, este último concluye:

“Mientras tengamos ‘lealtad hasta el fin’, no tiene sentido creer en nada… ni siquiera en aquellos a quienes amamos. Lo único en lo que podemos creer con absoluta certeza es en la misión”.

Uhtred cura al hijo del rey y pierde al suyo. Él ayuda a su amante a convertirse en gobernante, pero para serlo, ella debe retirarse de la relación. La lealtad que nace de los principios es, por definición, una lealtad que se transforma con el tiempo. Cuando cambiamos, también cambian nuestros valores y, en consecuencia, las causas que creemos que son las correctas.

No es una vida fácil, una vida de lealtad hasta el final. No existe una resolución perfecta. Puedes registrarte en un sistema en el que eventualmente perderás la fe cuando obtengas sus mayores recompensas, o puedes mantenerte firme y hacer que sean los únicos en los que puedas confiar al 100%.

Hay algo, sin embargo, en lo que incluso aquellos leales hasta el final pueden creer: el ejemplo que darán a los demás. No importa cuántas dificultades surjan, la lealtad hasta el final es impresionante. En el fondo, la mayoría de nosotros desear teníamos la mitad de principios que nuestros héroes. Pero, ¿estamos dispuestos a perseverar cuando esos mismos principios se vuelvan contra nosotros?

Sólo el tiempo lo dirá, pero tu espectáculo aún no ha terminado. Estás muy lejos de tu última temporada y nunca es demasiado tarde para luchar por lo que crees.