Las etapas psicosexuales del desarrollo de Freud (definición y ejemplos) –

En el mundo de la psicología, no hay nadie más famoso -y más controvertido- que Sigmund Freud. Vemos su influencia en la psicología e incluso en la cultura popular hoy, más de 100 años después de la publicación de sus primeros libros. La psicoterapia, los “deslices freudianos” y la interpretación de los sueños no existirían como existen hoy si no fuera por Sigmund Freud.

Pero muchas de las teorías de Freud han sido rechazadas rotundamente por los psicólogos. Una de estas teorías es la del desarrollo psicosexual. En este video, veremos las etapas de desarrollo psicosexual de Freud y cómo estas ideas se han desarrollado en nuestro mundo moderno.

Aunque muchas ideas dentro de esta teoría han sido duramente criticadas, sigue siendo una de las teorías más conocidas dentro de la psicología del desarrollo. Influyó mucho en el trabajo de Jean Piaget, conocido como el padre de la psicología del desarrollo. A lo largo de este video, también haremos comparaciones con la teoría de Freud y las Etapas del desarrollo psicosocial de Erikson.

Historia de Freud y etapas del desarrollo psicosexual

Pero comencemos hablando de Sigmund Freud. Freud fue un neurólogo austriaco que trabajó con adultos con problemas para desarrollar el psicoanálisis. En psicoanálisis, Freud intentaría sumergirse en la mente inconsciente de un paciente para revelar deseos, frustraciones y traumas que estaban influyendo en sus hábitos o comportamiento.

Freud creía que la mente inconsciente está llena de recuerdos, pensamientos y necesidades que han sido suprimidos. Por ejemplo, si experimentó rechazo cuando era niño, podría enterrar esos sentimientos negativos en su inconsciente para no tener que “lidiar con ellos”. Sin embargo, estos sentimientos reprimidos aún lo impulsan hacia comportamientos diferentes e influyen en su personalidad.

Muchos de los sentimientos que reprimimos comienzan en la infancia. Podrían ser recuerdos que no somos conscientes de que teníamos. Los recuerdos podrían basarse en experiencias de los dos primeros años de nuestra vida.

A través de su trabajo con adultos, Freud creó las Etapas del Desarrollo Psicosexual. Creía que gran parte de la formación de nuestra personalidad se producía durante los primeros cinco años de vida. Si un paciente se enfrentaba a hábitos preocupantes o a neurosis de cualquier tipo, Freud podía remontarlo a experiencias y deseos de la primera infancia.

¿Qué sucede durante las cinco etapas del desarrollo psicosexual?

Uno de los elementos más controvertidos de la teoría de Freud fue que se centraba en gran medida en la sexualidad humana. Cada etapa del desarrollo está marcada por una zona erógena. Freud creía que el niño debe liberar energía sexual durante cada etapa para completarla con éxito y desarrollar una personalidad sana.

¿Por qué los niños están tan influenciados por los deseos sexuales primarios? Freud creía que se debía a que su ego y superyó aún no estaban completamente desarrollados. Desde el nacimiento, el niño está fuertemente influenciado por el ello, el centro de su personalidad centrado en los instintos primitivos. Uno de estos instintos es Eros, o voluntad de vivir. Todos los humanos tenemos el instinto primario de permanecer vivos y continuar la especie mediante la reproducción. Dentro de Eros está el libdio o deseo sexual. Este es un impulso que está dentro de cada ser humano desde el momento en que nace.

Sin un ego o un superyó que lo controle, el comportamiento de un bebé o un niño está puramente influenciado por el ello y sus instintos primarios. En cada etapa del desarrollo psicosexual, el ello dirige su atención a una zona erógena específica.

¿Qué pasa si el niño no se desarrolla adecuadamente?

Si el niño gasta energía sexual de manera adecuada y supera cada fase con éxito, pasará a la siguiente etapa. Eso no siempre sucede. El niño puede experimentar una crianza inadecuada o sus necesidades pueden no ser satisfechas. Cuando esto sucede, el niño se frustrará. La frustración, según Freud, se convierte en fijaciones o ansiedad. Estas fijaciones pueden convertirse en hábitos poco saludables, como fumar o morderse las uñas. La ansiedad puede convertirse en neurosis. De cualquier manera, el desarrollo de la persona se ve obstaculizado. Sólo a través del psicoanálisis y la psicoterapia podrán descubrir qué “salió mal” en su infancia y deshacerse de su mal comportamiento o fijaciones.

Repasemos las etapas del desarrollo psicosexual para comprender dónde están estas zonas erógenas y cómo influyen en la personalidad y el comportamiento en el futuro.

Etapa 1: Oral (0-18 meses)

Las Etapas Psicosexuales del Desarrollo comienzan tan pronto como nace el bebé.

Al principio, el bebé depende en gran medida de la madre para que le proporcione estimulación y alimento bucal. Si la madre está presente y satisface regularmente al niño, se construye confianza entre ambos. (Esta idea refleja otra teoría del desarrollo en psicología social: las Etapas del desarrollo psicosocial de Erikson comienzan con una crisis de confianza versus desconfianza).

Por supuesto, el bebé no puede obtener su alimento de la lactancia materna durante toda la etapa. Freud creía que el principal conflicto durante la etapa Oral era el proceso de destete. Si el niño está destetado y satisfecho durante este tiempo, podrá pasar a la siguiente etapa con éxito.

Pero ¿qué pasa si hay lucha en esta etapa? ¿Qué pasa si el niño no está satisfecho, no está completamente destetado o no desarrolla confianza con la madre? Frued creía que no completar esta etapa podría resultar en fijaciones orales más adelante en la vida.

Las fijaciones orales involucran la boca y pueden incluir:

  • Fumar (o vapear)
  • Mordiendo las uñas
  • Masticar chicle excesivamente
  • Alcoholismo
  • comer en exceso
  • Pica (ganas de comer artículos no comestibles)

Etapa 2: Anal (18-36 meses)

Cuando un niño entra en la segunda etapa de desarrollo, el foco de la libido pasa de la boca al ano y al área de los intestinos. Obtienen un gran placer al defecar.

Durante este tiempo, los padres pueden introducir el entrenamiento para ir al baño. Este se considera el principal conflicto de la etapa anal. Aprender a ir al baño puede ser un momento frustrante para los padres, pero su manera de abordar este proceso tiene un grave impacto en sus hijos.

Freud creía que el aprendizaje del uso del baño era tan importante porque es el primer encuentro del niño con la autoridad. Los padres deben indicarle al niño dónde y cuándo puede defecar. Si hay dificultades en esta relación, es posible que el niño no complete con éxito esta etapa. A diferencia de la etapa oral, las “fijaciones anales” no tienen que ver con la parte del cuerpo en cuestión.

Problemas de personalidad desde la etapa anal

¿Qué sucede si los padres no enseñan adecuadamente a sus hijos a ir al baño? Freud creía que el niño podía desarrollar una de dos personalidades.

Si los padres son demasiado estrictos con el niño, es probable que éste desarrolle una personalidad de retención anal. Las fijaciones mostradas por alguien con esta personalidad incluyen orden y rigidez exagerados. No son flexibles, no suelen romper las reglas y, a menudo, son tercos.

¿Qué pasa con el otro lado del espectro? Freud creía que si los padres eran demasiado indulgentes durante el proceso de aprendizaje para ir al baño, el niño podría desarrollar una personalidad anal-expulsiva. El niño puede volverse desordenado o destructivo, muy parecido a lo que sucedería si se le permitiera defecar donde quisiera. Las personas con personalidades anal-expulsivas también tienden a ser desorganizadas, rebelarse contra la autoridad o compartir demasiado.

Por supuesto, si no surgen problemas, el niño completará la etapa anal y seguirá adelante sin fijaciones ni problemas. El niño se encontrará capaz de trabajar con autoridad y tomar decisiones sobre su cuerpo. La productividad, la creatividad y la autonomía aparecen si se supera esta etapa con éxito.

Desarrollo del Yo

Esta etapa es particularmente importante en la psicología freudiana porque marca el comienzo del ego. El ello es el centro de búsqueda de placer: es lo que impulsa las conductas en las primeras etapas del desarrollo. Pero es una de las tres partes que componen la personalidad de una persona. El superyó es el centro de la moralidad. Escucha las reglas de la sociedad, incluido cuándo y dónde defecar. El superyó y el ello suelen estar en crisis: el ello busca placer en cualquier forma, fuera de las reglas de la sociedad. El superyó quiere respetar las reglas.

El ego es el centro que media entre ambos. Busca placer dentro de la realidad. Freud cree que el ego opera en todos los niveles de la mente consciente (el ello sólo opera en la mente inconsciente).

La lucha entre el ello, el superyó y el ego aparece a lo largo de la vida de una persona, pero comienza con el aprendizaje para ir al baño y la fase anal.

Etapa 3: Fálica (3-6 años)

Después de la fase anal, el niño entra en la fase fálica. Durante este tiempo, la zona erógena pasa a los genitales. El niño disfruta de la masturbación.

Los conflictos dentro de la etapa fálica son algunas de las teorías más controvertidas de Freud, y no sólo porque involucran la idea de un niño pequeño masturbándose. El principal conflicto en esta etapa se desarrolla cuando el niño comienza a reconocer la atracción erótica y las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. El niño también desarrolla miedo y celos, emociones clave que crean el Complejo de Edipo o Complejo de Electra.

Si has incursionado en la mitología griega, quizás conozcas la historia de Edipo. Edipo es un rey mítico y el personaje principal de una obra de Sófocles. En la historia, sin saberlo, mata a su padre y se casa con su madre. Freud creía que el ello de los niños quiere pasar por una historia similar. Los niños aspiran a “reemplazar” a su padre y casarse con su madre. Sin embargo, también existe el temor de que el niño sea castigado por sus acciones. Freud llamó a este miedo ansiedad de castración; probablemente puedas adivinar cuál será el castigo en cuestión.

¿Cómo afronta un niño de esta edad sus sentimientos? Freud cree que para superar con éxito esta etapa, el niño reprime sus sentimientos por su madre y, en cambio, comienza a imitar a su padre. Esto da como resultado que el niño desarrolle características «varoniles». A medida que avanzan en la vida, el niño eventualmente busca una pareja romántica que pueda satisfacer las necesidades que desarrolló durante esta etapa. La idea de que un niño quiera casarse con una niña como su madre se alinea con las ideas de Freud sobre la etapa fálica.

¿Pero qué pasa con las niñas? Freud cree que desarrollan un Complejo de Electra. El proceso comienza de manera similar: la mujer desea a su padre. En lugar de desarrollar ansiedad por la castración, la niña desarrolla envidia del pene. Se molesta porque no tiene pene y se enoja con su madre por no darle un pene.

¿Cómo afronta la niña sus sentimientos? Reprime sus sentimientos por su padre y transforma la envidia del pene en envidia del útero. La niña comienza a desear tener un hijo. A lo largo de este proceso, la niña imita a su madre y comienza a adquirir características “femeninas”. Más adelante en la vida, su objetivo es encontrar un hombre como su padre y tener hijos.

Freud también creía que la envidia del pene nunca se resuelve realmente en las mujeres. Los efectos de esta etapa parecen durar toda la vida de la persona, influyendo en a quién busca en una pareja romántica. Una vez más, ésta es una de las ideas más controvertidas y rotundamente rechazadas de Freud. También plantea muchas preguntas sobre la homosexualidad, la identidad de género y las “diferencias” entre hombres y mujeres. Freud no siempre fue claro en sus puntos de vista sobre la homosexualidad (si se debía a causas naturales o empíricas), pero no creía que se tratara de algún tipo de efecto negativo derivado de la etapa fálica o de cualquier otra etapa del desarrollo psicosexual… .