De acuerdo a un estudio de deloitte, el 70 por ciento de los encuestados se dan un atracón de contenido de streaming. Esto significa ver un promedio de cinco programas de televisión (de 50 minutos de duración) en una sola sesión.
¿Tenemos una epidemia de pereza en nuestras manos? Es posible.
La pereza es algo con lo que todo el mundo lucha en diversos grados. Hay muchas fuentes diferentes de nuestra pereza. La mayoría de las veces, no somos conscientes de estas causas. En cambio, simplemente nos sentimos perezosos.
Al igual que con la procrastinación, la pereza es un síntoma, no una causa.
La pereza es omnipresente porque tiene muchas voces y expresiones que influyen en nuestro comportamiento.
Aquí están las ocho voces de la pereza:
- Confusión: «No se que hacer.»
- Miedo neurótico: «Simplemente no puedo».
- Mentalidad fija: “Tengo miedo de fallar o parecer estúpido”.
- Letargo: «Estoy demasiado cansado. No tengo la energía”.
- Apatía: “Simplemente no me importa nada”.
- Arrepentirse: “Soy demasiado viejo para empezar. Es demasiado tarde.»
- Identidad: “Solo soy una persona perezosa”.
- Lástima: «No debería ser tan perezoso».
¿Alguna de estas voces te suena familiar?
Miremos cada patrón de pensamiento y encontremos formas de abordarlos.
Confusión: “No sé qué hacer”.
Esta voz podría decir la verdad. En este momento, la parte de ti que expresa esta voz no sabe qué hacer.
Cuando escuches esta voz, empieza por encontrando tu centro. Entonces, si todavía estás confundido, dale la bienvenida a este sentimiento. Mantente completamente presente con la confusión. Pasara. Y vendrá la claridad.
El miedo real trae a colación la respuesta de huida o lucha en nosotros. La pereza a menudo viene de miedo neurótico. En lugar de luchar por lo que queremos o huir para luchar otro día, el miedo obsesivo nos congela. Nos sentimos inmovilizados.
Para superar el miedo neurótico, admita su miedo, permítase sentirlo y luego actúe. Como escribe David Richo en Cómo ser un adulto, “Actuar por miedo es cobardía; actuar con miedo es el coraje que lo sobrevive.”
Para superar el miedo neurótico, debemos hacer lo que tememos.
Mentalidad fija: “Tengo miedo de fallar o parecer estúpido”.
A mentalidad fija es un término popular del libro de la psicóloga Carol Dweck, Mentalidad. Con una mentalidad fija, las personas creen que sus talentos, habilidades e inteligencia se establecen al nacer.
Con una mentalidad fija, las personas temen probar cosas nuevas porque quieren parecer inteligentes y talentosos aunque carezcan de experiencia. Las personas con una mentalidad de crecimiento, por el contrario, saben que sus talentos, habilidades e inteligencia pueden desarrollarse a través del esfuerzo y la práctica deliberados.
Si escuchas esta voz, cambia tu mentalidad fija.
Letargo: “Estoy demasiado cansado. No tengo la energía”.
Invertimos mucha energía en suprimir nuestra parte perezosa. Cuanto más huimos de él, más fuerte se vuelve en nuestro inconsciente. Cuando te sientas letárgico, en lugar de estimularte con cafeína, acepta tu fatiga.
Los triunfadores, en particular, pueden usar menos actividad y más siestas. Cierra tus ojos. Observa tu aliento. Abrazar el letargo es a menudo la mejor manera de trascenderlo. También puedes probar ejercicios de puesta a tierra para desbloquear tu energía. Si eso no funciona, una ducha fría de 60 segundos cambia nuestra bioquímica y vigoriza nuestras mentes.
Apatía: “Simplemente no me importa nada”.
La apatía es la voz de la depresión. Todos nos deprimimos. En mi experiencia como persona entrenador, los triunfadores rara vez se dan cuenta cuando están deprimidos. Ellos simplemente «poder a través de él». Al igual que con la pereza, cuando luchamos contra la depresión, esta se fortalece.
Hay muchas fuentes de depresión. A veces estamos viviendo fuera de nuestro verdadero rumbo, haciendo demasiadas cosas que no nos gustan. Confundimos el desinterés con la pereza.
Si escuchas esta voz, conéctate con lo que es importante para ti. Es posible que deba elaborar un visión personal inspiradora y descubre tu valores personales.
Arrepentimiento: “Soy demasiado viejo para empezar. Es demasiado tarde.»
Tener remordimientos es parte de la edad adulta. El arrepentimiento solo nos detiene cuando no nos permitimos llorar el pasado. Estas voces son solo creencias, no verdades. Son excusas para no empezar ahora mismo.
Cuando escuches esta voz, siente la sensación de pérdida y luego déjala ir.
Identidad: “Solo soy una persona perezosa”.
Cuando escuchamos esta voz, es una señal segura de que nuestra parte perezosa nos ha secuestrado. cuando estamos centrado, somos neutrales. No nos definimos ni como perezosos ni como todo lo contrario (cumplidores). simplemente somos
Reconoce esta voz, pero luego pídele que se haga a un lado. Podemos expresar pereza, pero nunca define quiénes somos.
Vergüenza: «No debería ser tan perezoso».
La vergüenza es otra voz que se une a la pereza. Los pensamientos y sentimientos vergonzosos aseguran que la parte perezosa mantenga el control. La vergüenza y la autocrítica refuerzan conductas indeseables como la pereza.
La autocompasión nos permite asumir responsabilidades y establecer comportamientos diferentes. Estudios muestran que las personas que tienen autocompasión son más propensas a asumir la responsabilidad personal que las que se autocritican.
Psicóloga Kristin Neff explica: “La principal razón por la que las personas no son más autocompasivas es porque temen volverse autoindulgentes. Creen que la autocrítica es lo que los mantiene en línea. La mayoría de la gente se ha equivocado porque nuestra cultura dice que ser duro contigo mismo es la manera de ser”.
Ser perezoso está bien. No dice nada de ti. Todostiene una parte perezosa. No estás solo.
Escuche el mensaje detrás de estas voces
Detrás de cada voz hay un mensaje. Estos patrones de pensamiento proporcionan información, nada más. Es importante escuchar estos mensajes y aceptarlos sin juzgar ni criticar.
La clave para superar la pereza es tomar conciencia de las voces que impulsan este comportamiento. Aprende a escuchar estas voces con conciencia sin prejuicios.
Hazte amigo de estas voces. Aprenda lo que están tratando de comunicar. Y adopte métodos que lo ayuden a expandirse más allá de las limitaciones que representan estas voces.