Mi nombre es Leanne, tengo 24 años y tengo una forma muy leve de autismo llamada síndrome de Asperger. Aquí hay algunas cosas que no debes decirle a las personas con trastorno del espectro autista (TEA):
1. No te preocupas por nadie más que por ti mismo
Dejame explicar. Aunque pueda parecer que las personas en el espectro del autismo no se preocupan por los demás (y puede ser cierto que a algunas no les importa), a muchas sí les importa. Es posible que no mostremos esto de la manera que la mayoría de la gente entiende. Por ejemplo, imagina que Kyle está viendo un torneo por televisión con algunos amigos. Les ofrece a sus amigos el guacamole que preparó su mamá antes. Dicen que no quieren nada, por lo que Kyle procede a comerse él mismo todo el guacamole de su madre. Los amigos de Kyle piensan que él simplemente no se preocupa por ellos, o que está siendo grosero porque esperaban que les ofreciera el guacamole más de una vez, o que les dejara algo en caso de que cambiaran de opinión. Kyle no lo ve como ellos, porque al menos lo ofreció una vez, y sus amigos dijeron que no querían ninguno.
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ACOSO POR AUTISMO
2. Estás siendo (egoísta, vago, malcriado, travieso, grosero, etc.)
Aunque pueda parecer que actuamos de maneras específicas sólo porque podemos, o simplemente para molestar a los demás (y tal vez algunos de nosotros lo hagamos), para muchos de nosotros, o no somos conscientes de cómo nuestras palabras y acciones afectan a los demás. , o hay una causa subyacente. ¿Existe alguna necesidad o deseo que no se está satisfaciendo? Imagínese si estuviera en el trabajo y su jefe le dijera algo como: «No estás trabajando muy duro». ¿Cómo te sentirías? ¿Cómo reaccionarías? Ahora imagina si tu jefe dijera algo como: «Me gustaría que intentaras trabajar más duro en…», ¿cómo te sentirías? ¿Cómo reaccionarías?
3. El autismo es sólo una condición inventada que se utiliza para excusar el mal comportamiento.
Decirle esto a alguien que tiene autismo es como decirle: «Tus ojos no son realmente azules, solo usas lentes de contacto para que parezcan azules». El autismo no es una condición inventada. Sé que algunos adultos dicen que un niño tiene autismo para excusar su comportamiento, pero eso no significa que todos los casos de autismo sean falsos o inventados. Además, el autismo es una condición invisible.
4. Pero no te ves diferente
Decirle esto a alguien que tiene autismo es como decirle esto a alguien daltónico. La mayoría de las personas con autismo se parecen mucho a las personas neurotípicas de su misma edad o a otros miembros de su familia. Mucha gente dice que me parezco a mi mamá, aunque no lo veo más que en la forma de mis ojos. Una vez, en la escuela secundaria, alguien me dijo que me parecía a mi prima, que estaba en el grado anterior a mí.
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5. Entonces, ¿eres realmente inteligente?
Así como las personas neurotípicas pueden tener diferentes niveles de inteligencia, también pueden tenerlos las personas que tienen autismo. Una persona con autismo puede tener un coeficiente intelectual entre el promedio y el rango de genio, mientras que otra puede estar entre el rango promedio y muy por debajo del promedio. También podemos ser muy inteligentes sobre algunos temas, pero apenas sabemos nada sobre otros.
6. Debes ser muy bueno con los números.
Al igual que lo anterior, algunos de nosotros podemos ser considerados prodigios de las matemáticas, mientras que otros pueden tener dificultades con las matemáticas. Cuando estaba en la escuela secundaria, tenía problemas con las matemáticas.
7. ¿Alguna vez has oído hablar de Temple Grandin?
Por supuesto, muchos de nosotros hemos oído hablar de ella, pero el hecho de que alguien esté en el espectro del autismo no significa que se parezca en nada a ella.
8. Conozco a alguien que tiene autismo y tú no te pareces en nada a él o ella.
Al igual que las personas neurotípicas, todas las personas con TEA son diferentes. Además, todas las personas que tienen autismo se ven afectadas de diferentes maneras. Algunas personas se consideran tímidas o apenas hablan, mientras que otras casi nunca dejan de hablar. Algunos (como yo) están en un punto intermedio y tendrán momentos en los que apenas hablarán, y otros momentos en los que compartirán casi todo lo que tienen en mente, con casi cualquier persona que esté dispuesta a escuchar.
Este artículo apareció en el número 75: Cómo ayudar a su hijo con autismo a prosperar
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