La Pirámide de Chakra está aquí para iluminarte de pies a cabeza. Para aquellos que quieren estimular su fuerza vital, eliminar bloqueos y brindar una sensación de plenitud que nunca desaparece, estos cristales de siete capas forjados en forma de pirámide sagrada forman una base sólida que se une a los cielos.
Amatista para el chakra de la coronilla, esa luz resplandeciente que forja un puente entre nosotros y el universo, dando la bienvenida a la promesa de nuestro propósito superior.
Aventurina azul para el tercer ojo, el hogar de nuestra sabiduría infinita y la invitación a mirar en lo profundo de nuestras almas.
Lapislázuli por el chakra de la garganta, el pájaro que revolotea en nuestra garganta, siempre dispuesto a extender sus alas y cantar. Este chakra tiene que ver con la verdad y la conexión a través de la belleza de la comunicación auténtica.
Aventurina verde por el chakra del corazón, el tambor que late en nuestro pecho. Este chakra tiene que ver con la confianza, la compasión y el crecimiento de nuestra capacidad para el amor incondicional.
cuarzo amarillo para el plexo solar, el faro de nuestra confianza en nosotros mismos, que envía rayos dorados de sanación y mantiene el fuego de nuestro chi ardiendo brillante.
Aventurina Naranja para el chakra sacro, la perla de nuestra sublime sexualidad. Aquí es donde nuestra creatividad se agita y donde nuestra pasión comienza a moverse.
jaspe rojo para el chakra raíz, el gran tronco que sostiene nuestro árbol en su lugar. Cuando nuestro chakra raíz es sólido y extenso, da una sensación de seguridad y permite que nuestras otras ramas del ser lleguen a lo más alto.
Juntos, estos siete tonos brindan curación con cristales y mantienen toda esa energía gloriosa fluyendo en alineación sin esfuerzo.