Ya te hemos comentado en más de una ocasión que si en una cosa están de acuerdo todos los dermatólogos es que la mejor crema antigüedad es, sin lugar a dudas, el protector solar. Gracias a los avances de los laboratorios dermatológicos y cosméticos, ya no solo se ocupan de frenar la aparición de manchas y arrugas, sino que actúan a nivel más profundo, como protección celular.
Quizás lo que inicialmente deberíamos tener claro es que «La finalidad del fotoprotector no es prolongar la exposición solar, sino protegernos del daño que nos puede hacer la radiación. El bronceado no es otra cosa que una alarma que activa nuestro cuerpo. Nos alerta de que algo no va bien», advierte el Doctor Gabriel Serrano, dermatólogo y fundador de la marca Sesderma.
Cuando tomamos el sol, unas células llamadas melanocitos se activan para protegernos de los daños provocados por las radiaciones solares generando. melanina, la cual oscurece nuestra piel y actúa como un escudo protector frente a los rayos. Pero tras ese efecto, el del bronceado, que perseguimos intencionadamente, deberíamos ser conscientes de que lo que conseguimos también es dañar al colágeno y otras proteínas de la piel, lo que aumenta la aparición de arrugas.
«De ahí la importancia de usar fotoprotectores con filtros especiales y, sobre todo, desde muy temprana edad«, comenta el dermatólogo, quien hace hincapié en que «la mayor parte del daño solar que recibimos en nuestra vida se produce durante la infancia y la adolescencia, y esto puede tener repercusión en la edad adulta. La piel tiene memoria y por eso muchas personas han desarrollado enfermedades cutáneas, incluso cáncer de piel, al cabo de los años”, concluye.
Aunque recuerda que el sol no es nuestro enemigo. El sol controla nuestro reloj biológico interno, incidiendo, por ejemplo, en los ciclos del sueño; mejorar el estado de ánimoayuda a sintetizar la vitamina D, esencial para tener unos huesos fuertes e, incluso, tiene un efecto antiinflamatoriohaciendo que las pieles con psoriasis mejoren cuando se exponen a la radiación solar.
Cómo elegir tu crema solar
«La clave está en no excederse», comentan los dermatólogos. No hay que exponerse demasiado tiempo a las radiaciones solares. y buscar cremas que nos protejan de todas ellas. Cuando vayas a comprarte un protector solar, fíjate que sea de amplio espectro y que protege de:
- La radiación ultravioleta. Aparecerá en el envase como UVA y UVB. Los rayos UVA son los que están asociados con los daños de la piel a largo plazo, como la aparición de arrugas.. Los UVB tienen más energía que los UVA. Son los que causan las quemaduras del sol y pueden dañar directamente el ADN de las células de la piel.
- La radiación infrarroja. Durante mucho tiempo las cremas de protección solar se centraron en los UVA y los UVB pero, con el tiempo, se detectó que aunque los rayos infrarrojos no nos broncean ni son los responsables de las quemaduras solares, ocasionan lo que conocemos como estrés térmico. Es un calor que llega a nivel subcutáneo y genera radicales libres y contribuye al envejecimiento cutáneo. Por eso muchos protectores solares hoy en día incluyen protección frente a estas radiaciones que se encuentran con las siglas IR-A.
- La luz visible. Igual que ocurre con los infrarrojos, hasta hace unos años no se había detectado que la luz visible o azul también está implicada en el fotoenvejecimiento. La luz azul es el espectro de luz visible más cercano a la radiación ultravioleta y está relacionado con la aparición de manchas, porque estimula la producción de melanina. Proviene en gran parte del sol, pero los dispositivos electrónicos como el móvil, el ordenador y los televisores LED también emiten luz visible. Si quieres garantizar que tu crema solar protege de esta radiación, busca las siglas HEV.
Tipos de cremas solares
Además de que el protector tenga filtros de amplio espectro contra las radiaciones, Es muy importante la textura, comentan los dermatólogos.
- Si tienes la piel grasaes conveniente que tenga un acabado matificante.
- Si es seca, Conviene optar por un solar muy hidratante.
- Si es sensatoaparte de que los ingredientes deben ser hipoalergénicos y calmantes, conviene buscar una crema específica para este tipo de piel. Si la textura es ligera, tipo loción o bruma, mejor.
- Si practicas deporte, es mejor que la textura sea de tacto seco o un gel que se absorba rápidamente, así como que sea resistente al agua y al sudor.
- Si quieres lucir un tono «bronceado» sin tomar expresamente el sol, Puedes recurrir a un fotoprotector con color.
Cuanto más idónea o agradable sea la textura, más fácil será su reaplicación. Recuerda que lo ideal es ponerse el protector media hora antes de exponerse al sol y volver a aplicarlo cada dos horas, como máximo, o antes, si te has bañado. ¡Ah! y recuerda que La cantidad también importa. «Tiene que cubrir correctamente la piel para que el producto sea eficaz. No importa que el solar sea de factor de protección muy alto (FPS50), si no lo aplicas generosamente, puede perder eficacia y quemarte», comenta el Doctor Gabriel Serrano.
¿Cómo es la mejor crema solar según los dermatólogos?
Cuanto más alto sea el FPS (también lo puedes encontrar en el envase como SPF, las siglas en inglés), mucho mejor. El valor del factor de protección solar solo se refiere a la protección que nos ofrece el producto frente a la radiación ultravioleta B (UVB).), la responsable de las quemaduras solares, y el objetivo es cero quemaduras o eritemas.
El FPS nos indica el número de veces que el protector solar aumenta la capacidad de defensa natural de nuestra piel frente a la quemadura solar. Por ejemplo, si una persona de piel clara tarda, sin ningún tipo de protección, 10 minutos en quedarse, utilizando un factor de protección FPS15 tardaría 150 minutos en quedarse (10×15). Pero también hay que tener en cuenta a qué hora se está exponiendo al sol (conviene evitar la franja entre las 12 y las 4 de la tarde), los roces con la toalla, los baños… Por eso, lo más conveniente es usar un protector FPS 30, como mínimo, y replicar a menudo.
Con estas indicaciones, seguro que, a partir de ahora, cuando tengas el envase de un protector solar en la mano, te mirarás con más «cariño» cuál es el más adecuado para ti. aquí tienes 10 de los más recomendados por dermatólogos y farmacéuticos por sus prestaciones. Sea cual sea tu tipo de piel, tu edad o tus hábitos, seguro que hay uno a tu medida.