A medida que muchas empresas comienzan a regresar al lugar de trabajo o emplean alguna forma de trabajo remoto o híbrido, una cosa sigue siendo la misma: los empleados sienten que tienen demasiado en su plato. Es importante comprender las ramificaciones de los empleados que tienen quejas excesivas porque podrían afectar gravemente la cultura de su empresa sin importar cómo o dónde trabajen.
El objetivo general es garantizar que los empleados tengan las herramientas y los recursos que necesitan para realizar el trabajo de manera eficaz y eficiente. Si bien hay algunas empresas que aún sufren por la falta de trabajadores, este tipo de situaciones suelen ser aleatorias y no tienen nada que ver con sucesos temporales. Cuando se trata de empleados a los que no les gusta su entorno de trabajo o su carga de trabajo, hay algunas cosas que puede hacer para eludir o manejar el problema.
Debería haber algunos escenarios para algo como esto al contratar empleados. La forma en que responden puede proporcionar una instantánea de cómo lidiarán con situaciones en las que se les da trabajo adicional o deben soportar el peso de otra persona. Ser capaz de escuchar sus respuestas puede dar una idea de si se trata de un empleado problemático.
Hay algunas cosas a considerar cuando se trata de empleados que se quejan de la carga de trabajo:
- ¿Cuánto tiempo se han estado quejando?
- ¿Están siendo tratados de manera diferente?
- ¿Está el trabajo fuera de su alcance?
- ¿Por qué sienten que tienen demasiado trabajo?
- ¿Son conocidos por causar drama?
Esto establece el estándar para seguir adelante. Aquí hay algunas sugerencias que pueden ayudar:
1. No los ignores
Es importante abordar cualquier problema como este a medida que ocurra. Esto alerta al personal de que usted está al tanto de la situación y está tomando en serio las acusaciones. Las empresas que tienen altos valores y estándares nutren su cultura. Eso significa que no hay oportunidad para quejas entre los empleados porque la retroalimentación abierta es bienvenida y apreciada.
2. Asegúrese de que comprendan las expectativas del puesto
En muchos casos, los empleados que se quejan de la carga de trabajo lo hacen porque no tienen un estándar de comportamiento o expectativas a seguir. Si su empresa no cuenta con prácticas de rendición de cuentas, esto deja un camino abierto para las quejas de aquellos empleados que se quejan de la carga de trabajo de manera continua.
3. Empieza por el entorno de trabajo
Los empleados de una empresa siempre deben sentirse parte de una cultura más amplia. Deben sentirse motivados y felices con el trabajo que realizan. Cuando los empleados se sienten de esta manera, las quejas son escasas. Ya debe existir un sistema de quejas, si no con el gerente, entonces con el departamento de recursos humanos para asegurarse de que el empleado no experimente algún tipo de represalia porque quiere ser tratado de manera justa.
4. Entrada de bienvenida
Si la empresa está cambiando o hay algunas cosas dentro del entorno que podrían mejorarse, debe haber un sistema en el que los empleados puedan dar su opinión para hacer que el lugar de trabajo sea más productivo y eficiente. Los gerentes que tienen una relación abierta con sus empleados saben lo que está pasando antes de que las cosas se salgan de control. Tener conversaciones con los empleados, realizar encuestas y revisiones abiertas puede ayudar, especialmente cuando se implementan o discuten las áreas de mejora que se sugirieron.
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5. Sea accesible
Una de las peores cosas para un empleado es tener un gerente o departamento de recursos humanos que lo penalice por hablar. Ser accesible contribuye en gran medida a que los empleados no susurren ni se quejen a espaldas de la gerencia. Una cultura en la que los empleados tienen miedo de decir algo, incluso cuando está mal, es una receta para el desastre.
6. Conoce a tus empleados
Los gerentes que se toman el tiempo para conocer a sus empleados pueden disipar situaciones negativas rápidamente. Cuando se entera de empleados que se quejan de la carga de trabajo, estos gerentes saben exactamente quién se queja y por qué. No es difícil detectar empleados que aman el drama o son problemáticos. Saber quiénes son sus empleados y cómo tratar con ellos muestra un nivel de dedicación y atención a su personal y la empresa.
7. Tener reuniones de personal
Una reunión de personal es un gran lugar para que los empleados discutan sus quejas. Este debe ser un espacio seguro donde todos puedan hablar sin temor a repercusiones. En algunos casos, es posible que el gerente no sepa o no comprenda el nivel de presión que experimentan los empleados porque no son rebeldes. Las reuniones de personal deben tener una agenda clara con un elemento de línea para discutir la carga de trabajo. De esta manera, no hay dudas sobre lo que está sucediendo, quién está trabajando en qué y si se necesitan recursos o empleados adicionales para realizar el trabajo.
8. Habla con el empleado
Si bien es importante no ignorar al empleado, hay momentos en que los gerentes parecen escuchar al empleado y sus quejas, pero en realidad no lo hacen. Es importante tener una conversación constructiva y productiva con el empleado para asegurarse de que comprende completamente por qué se queja y escucha sus problemas sin prejuicios.
Esta es también una oportunidad para hacerle saber al empleado que está dañando la cultura general en el lugar de trabajo y que su comportamiento debe reducirse mientras se resuelve el problema. Es importante escuchar e involucrar completamente al empleado sin atacarlo o hacerlo sentir como si estuviera siendo atacado.
Si el empleado está siendo rebelde, este es un buen momento para establecer límites y posiblemente emitir una advertencia sobre su comportamiento. Debe haber algunas sugerencias sobre cómo pueden dar a conocer sus quejas sin causar revuelo entre los demás empleados.
9. Intenta encontrar una solución
Puede haber problemas legítimos con la forma en que se distribuye la carga de trabajo en el departamento de los que quizás no esté al tanto. Puede haber casos en los que el empleado reciba trabajo adicional de un supervisor que no estaba autorizado por el gerente, o esté haciendo el trabajo de otra persona para que el departamento no se quede atrás.
Si este es un problema dentro del departamento, se debe conversar con el empleado y, en algunos casos, con el supervisor para averiguar por qué al empleado se le está dando trabajo extra cuando debería distribuirse adecuadamente. En otros casos, puede ser que haya demasiado trabajo para una persona y se necesite otra persona en el departamento que también pueda ayudar con la carga de trabajo. Si este es el caso, escalar el problema con recursos humanos es el siguiente paso.
10. Sepa cuándo escalar el problema
Como gerente, si habla con el empleado y no puede lograr que coopere en términos de llegar a una resolución, es hora de llamar al departamento de recursos humanos para obtener ayuda. Una vez que se lo entregue a Recursos Humanos, debe tener un registro de cuándo habló con el empleado, qué dijo, qué dijo y los pasos que intentó tomar. Recursos humanos podrá llevar las cosas un poco más lejos al tratar de encontrar el núcleo de la queja y luego trabajar con el gerente para resolver la situación, si es posible.
Muchas de estas situaciones se pueden reducir con políticas y procedimientos sólidos descritos en el manual del empleado. Cada empleado debe recibir uno al momento de ser contratado, y esto también debe ser parte de la capacitación continua. Esto también le da a la empresa influencia en caso de que el empleado deba ser reprendido, advertido o despedido debido a su comportamiento disruptivo e indisciplinado.
Si la queja no proviene de alguien conocido por causar problemas en el lugar de trabajo, es una clara indicación de que algo anda muy mal. La clave es saber cómo abordar adecuadamente cada situación de la manera correcta. Hay personas en el lugar de trabajo que, sin importar lo que hagas, encontrarán algo de qué quejarse. No se debe permitir que este tipo de personas afecten el medio ambiente y la cultura laboral.
Tener un lugar de trabajo justo y equitativo siempre es la mejor solución, pero hay ocasiones en las que los empleados pueden tener que realizar trabajo adicional. El gerente y el supervisor deben poder distribuir el trabajo de manera uniforme o contratar a otro empleado para que lo ayude lo antes posible. El objetivo es considerar siempre a los empleados y sus capacidades. Pasar a un segundo plano y permitir que el trabajo se acumule es una de las mejores maneras de bajar la moral y aumentar la rotación de empleados.
Estas diez mejores formas de tratar con los empleados que se quejan de la carga de trabajo deben ser la base para desarrollar un sistema de trabajo que alivie o evite que este tipo de situaciones ocurran en el lugar de trabajo.
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