“El género está en todo, todo tiene sus principios Masculino y Femenino, el género se manifiesta en todos los planos”. – El Kyablion: Filosofía Hermética.
Tenemos energías tanto masculinas como femeninas dentro de nosotros independientemente de nuestro género.
Las energías Divinas Masculina y Femenina: Shiva y Shakti
Según la mitología hindú, Ardhanarishwara es una forma andrógina del Señor Shiva, que es mitad masculino y mitad femenino.
La mitad derecha representa al hombre, Shiva y la mitad izquierda representa a la mujer, la Shakti. “Los hindúes dicen que sin Shakti, la fuerza vital femenina personificada, Shiva, que abarca la capacidad masculina de actuar, se convierte en un cadáver. Ella es la energía vital que anima el principio masculino, y el principio masculino, a su vez, anima la acción en el mundo”. – Clarissa Pinkola Este.
La energía Divina Femenina (Shakti) es como el agua: fluida, receptiva, nutritiva, creativa, confiada e intuitiva.
La energía Divina Masculina (Shiva) es como el fuego: proporciona la estructura para el crecimiento y el movimiento.
Shiva y Shakti están para siempre en unión y equilibrio.
El simbolismo de Ardhnarishwara representa que tenemos que tejer y equilibrar las energías masculinas y femeninas dentro de nosotros para encarnar la plenitud y alcanzar nuestro máximo potencial.
Equilibrando lo masculino y lo femenino interior: unión de Shiva y Shakti
1). Respiración alternativa por las fosas nasales o Nadi Shodhana
Según la filosofía yóguica, además del cuerpo físico tenemos un cuerpo energético. Los 7 chakras son los centros de energía ubicados a lo largo de la columna desde la base de la columna hasta la parte superior de la cabeza y la energía vital conocida como (Prana, Shakti o Chi) fluye a través de ellos a lo largo de los caminos llamados Nadis.
Hay 72.000 nadis en el cuerpo energético que surgen de tres Nadis básicos: Ida, Pingala y Sushumna.
Ida y Pingala representan el principio masculino y femenino, la dualidad en la existencia. Sushumna pasa por el centro de la médula espinal y se llama Brahma Nadi. El objetivo principal del Yoga es equilibrar los aspectos masculino y femenino interior y avanzar hacia el canal central llamado Sushumna Nadi, que es la puerta a la autorrealización.
Ida Nadi
Ida está simbolizada por la luna y representa la energía femenina. Está ubicado en el lado izquierdo de la médula espinal y conectado a la fosa nasal izquierda y al lado derecho del cerebro.
Pingalá Nadi
Pingala representa la energía masculina, simbolizada por el sol. Está ubicado en el lado derecho de la médula espinal y conectado a la fosa nasal derecha y al lado izquierdo del cerebro.
Si Ida es prominente en ti, tu energía femenina es dominante y si Pingala es prominente en ti, tu energía masculina es dominante.
Una de las formas más fáciles de equilibrar la energía femenina y masculina dentro de nosotros es la respiración alternativa por las fosas nasales o Nadi Shodhana Pranayama.
Este pranayama se utiliza para equilibrar las energías masculinas y femeninas armonizando los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro.
También ayuda a limpiar los canales energéticos del cuerpo, para que el prana o fuerza vital pueda viajar fácilmente.
2). Pensamiento andrógino.
¿Sientes que eres independiente y analítico y logras todos tus objetivos pero no estás en contacto con tus emociones e intuición, o te vuelves demasiado duro, frío o crítico con los demás y contigo mismo?
Por el contrario, sientes que eres creativo y rebosante de ideas, que estás en contacto con tus emociones y tu intuición, que nutres y amas libremente pero te falta estructura y dirección. ¿Tiene problemas para lograr sus objetivos, mantenerse firme y tomar decisiones?
Esto se debe a que tendemos a ser dominante el lado izquierdo del cerebro o el lado derecho del cerebro en nuestro pensamiento.
El pensamiento del cerebro izquierdo es concreto y lógico. Si dominamos el cerebro izquierdo (energía masculina), tendemos a ser más lógicos, analíticos, estructurados y lineales en nuestro pensamiento, pero nos falta creatividad, empatía e intuición.
El pensamiento del cerebro derecho es intuitivo y abstracto. Si dominamos el cerebro derecho (energía femenina), tendemos a ser más intuitivos, abstractos, fluidos y creativos en nuestro pensamiento, pero carecemos de estructura y dirección.
Para equilibrar las energías masculina y femenina dentro de nosotros, necesitamos ser andróginos en nuestro pensamiento, es decir, abrazar tanto el pensamiento del cerebro izquierdo como el derecho del cerebro.
Si nuestro cerebro es dominante, necesitamos aprender a ponernos en contacto con nuestras emociones e intuición para poder nutrirnos a nosotros mismos y a los demás. Si dominamos el lado derecho del cerebro, debemos aprender a adoptar el pensamiento y la estructura lógicos para que podamos hacer realidad nuestros sueños y metas.
“Y continué, de manera amateur, esbozando un plan del alma para que en cada uno de nosotros residan dos poderes, uno masculino y otro femenino… El estado normal y cómodo del ser es aquel cuando los dos viven juntos en armonía, cooperando espiritualmente … Coleridge tal vez quiso decir esto cuando dijo que una gran mente es andrógina. Es cuando se produce esta fusión que la mente queda plenamente fecundada y utiliza todas sus facultades. Quizás una mente que es puramente masculina no puede crear, como tampoco una mente que es puramente femenina…”
– Virginia Woolf, Una habitación propia
3). Abrazando nuestro lado oscuro: Anima y Animus
Según la teoría psicoanalítica de Carl Jung, la “individuación” es el proceso mediante el cual una persona adquiere plenitud.
Como parte del proceso de individuación, una persona tiene que integrar y abrazar su Anima o Animus interno. (Cada hombre tiene un aspecto femenino inconsciente dentro llamado Anima y cada mujer tiene un aspecto masculino inconsciente dentro llamado Animus).
Integrando el Anima y el Animus
Necesitamos aceptar el hecho de que los rasgos masculinos y femeninos no son mutuamente excluyentes, uno no es mejor que el otro, sino que ambos son las herramientas disponibles para alcanzar nuestro máximo potencial.
Hay situaciones que requieren que abracemos nuestro lado femenino y hay situaciones que requieren que nos pongamos el sombrero de nuestros rasgos masculinos y necesitamos aprender a fluir sin problemas dentro y fuera de ambos roles.
El proceso de integración comienza dejando de lado el enfoque de “uno u otro” y “o” y adoptando el enfoque de “ambos”.
Necesitamos salir de nuestra zona de confort de identificarnos con nuestros roles de género estereotipados y dar un salto para abrazar nuestro yo andrógino y dinámico.
El proceso puede ser aterrador y conducir a mucha disonancia cognitiva, pero hasta que aceptemos este proceso, llevaremos una vida unidimensional y no entraremos en nuestra grandeza y encarnaremos nuestra totalidad.
Cómo:
Conectándose a Anima:
La energía femenina es receptiva, intuitiva, creativa y enriquecedora. Puedes conectarte con el interior femenino a través de las siguientes actividades:
1). Practica el arte de la empatía y la compasión: Desarrolla la sensibilidad hacia las necesidades y sentimientos de los demás. Practica el arte de escuchar con compasión.
2). Sea apasionado y creativo: abrace el Anima interior participando en actividades creativas como la danza, la música, la poesía o el arte. Cualquier actividad que te ponga en un estado de fluidez en el que pierdas la noción del tiempo te ayudará a ponerte en contacto con el Ánima interior.
3).Abraza la Intuición: “Hay una voz que no usa palabras – Escucha” – Rumi.
Nuestra intuición nos habla a través de sensaciones corporales, nuestras corazonadas, nudos en nuestra garganta. Preste atención a estas sensaciones al tomar decisiones en lugar de confiar únicamente en la lógica y el razonamiento.
4). Practica la meditación y la autoindagación: la energía femenina es fluida y receptiva. Necesitas renunciar a parte de tu deseo de controlarlo todo y abrazar la receptividad a veces para dejar que la energía femenina haga su magia en tu vida.
La meditación te ayuda a lograrlo poniéndote en un estado de receptividad.
Reserva algo de tiempo para la contemplación y la autoindagación para ponerte en contacto con tus emociones, necesidades internas y tu ser interior.
Conexión con Animus:
La energía masculina es lógica, orientada a la acción y estructurada. Puedes conectarte con el masculino interior a través de las siguientes actividades:
1). Adopte el pensamiento y la estructura lógicos: incorpore el pensamiento y el análisis lógicos para la resolución de problemas y la toma de decisiones en lugar de confiar únicamente en sus emociones e intuición. Adopte la estructura organizándose y creando metas y estableciendo cronogramas y planes de acción para lograr esas metas.
2). Practique la asertividad: cree límites saludables y practique la asertividad consciente. Realice actividades que mejoren sus cualidades de liderazgo.
3). Vuélvete independiente y autosuficiente: aprende a ser tu propio animador y haz realidad tus ideas y proyectos a través de la autodisciplina, la resiliencia y la perseverancia.
Podemos utilizar estos o más enfoques para equilibrar nuestras energías internas masculinas y femeninas.
Cuando hemos equilibrado nuestras energías internas masculinas y femeninas, nos expandimos hacia nuestra totalidad y nos volvemos multidimensionales y andróginos. Ya no nos identificamos con las limitaciones estereotipadas de los roles y pensamientos específicos de cada género.
Nos abrazamos a nosotros mismos en su totalidad y abrazamos a los demás en su totalidad. Nos involucramos en hermosas relaciones cocreativas e interdependientes en lugar de relaciones codependientes y manipuladoras.
Nos convertimos en una encarnación de la hermosa danza entre Shiva y Shakti.
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